EL LIBRO DE URANTIA

 

CONTENIDO DEL LIBRO

PREFACIO:

EN LA MENTE de los mortales de Urantia - siendo éste el nombre de vuestro mundo- existe gran confusión en cuanto al significado de términos tales como Dios, divinidad y deidad. Los seres humanos están aún más confundidos e inciertos acerca de las relaciones de las personalidades divinas designadas por estos numerosos apelativos.

Debido a esta pobreza conceptual asociada con tal confusión ideacional, se me ha exhortado a que formule esta declaración introductoria como explicación de los significados que deben corresponder a ciertos símbolos verbales que, de aquí en adelante, serán utilizados en estos documentos, que el cuerpo de Orvontón de reveladores de la verdad ha sido autorizado a traducir al idioma inglés de Urantia.

En nuestro intento de ampliar la conciencia cósmica elevar la percepción espiritual, nos es extremadamente difícil presentar conceptos ampliados y una verdad superior, estando, como lo estamos, restringidos en el uso de un idioma circunscrito del reino. Pero nuestro mandato nos obliga a hacer todo un esfuerzo posible para transmitir nuestro objetivo, utilizando símbolos verbales del idioma inglés. Se nos ha instruido que introduzcamos nuevos términos sólo cuando para el concepto que se debe describir no existe terminología alguna en inglés que pueda ser empleada para transmitir dicho concepto nuevo ya sea parcialmente o aun con una mayor o menor distorsión de significado.................

..................Vuestro mundo, Urantia, es uno de muchos planetas habitados similares que juntos comprenden el universo local de Nebadón. Este universo, juntamente con otras creaciones similares, forma el superuniverso de Orvontón, desde cuya capital,Uversa, proviene nuestra comisión. Orvonton es uno de los siete superuniversos evolucionarios del tiempo y del espacio que rodean la creación de la perfección divina que no posee ni principio ni fin- el universo central de Havona. En el corazón de este universo central y eterno está la Isla estacionaria del Paraíso, el centro geográfico de la infinidad y morada del Dios Eterno.

Nos referimos comúnmente a los siete superuniversos en evolución asociados con el universo central y divino con el nombre de gran universo; éstos constituyen ahora las creaciones organizadas y habitadas. Todos ellos son parte del universo maestro, que comprende también los universos del espacio exterior no habitados pero en movilización.

I.... LA DEIDAD Y LA DIVINIDAD

II... DIOS

III.. LA PRIMERA FUENTE Y CENTRO

............Los siete Absolutos

............La realidad

............El concepto YO SOY

IV.. LA REALIDAD DEL UNIVERSO

........................El Paraíso

V... LAS REALIDADES DE LA PERSONALIDAD

VI.. LA ENERGÍA Y EL MODELO

VII.. EL SER SUPREMO

VIII. DIOS EL SÉPTUPLO

IX... DIOS EL ÚLTIMO

X.... DIOS EL ABSOLUTO

XI... LOS TRES ABSOLUTOS

XII.. LAS TRINIDADES

Reconocimiento

 

PARTE I EL UNIVERSO CENTRAL Y LOS SUPERUNIVERSOS

1.. EL PADRE UNIVERSAL

2.. LA NATURALEZA DE DIOS

3.. LOS ATRIBUTOS DE DIOS

4.. LA RELACIÓN DE DIOS CON EL UNIVERSO

5.. LA RELACIÓN DE DIOS CON EL INDIVIDUO

6.. EL HIJO ETERNO

7.. LA RELACIÓN DEL HIJO ETERNO CON EL UNIVERSO

8.. EL ESPÍRITU INFINITO

9.. LA RELACIÓN DEL ESPÍRITU INFINITO CON EL UNIVERSO

10.LA TRINIDAD DEL PARAÍSO

11.LA ISLA ETERNA DEL PARAÍSO

 

12. EL UNIVERSO DE LOS UNIVERSOS

1. Los niveles espaciales del universo maestro

2. Los dominios del Absoluto No Cualificado

Cuando los astrónomos de Urantia escudriñan los misterios del espacio exterior a través de sus telescopios cada vez más poderosos, y contemplan la sorprendente evolución de universos físicos casi incontables, deberían darse cuenta de que están contemplando la obra poderosa de los planes inescrutables de los Arquitectos del Universo Maestro.

Es verdad que poseemos pruebas que sugieren la presencia de ciertas influencias de la personalidad paradisíaca aquí y allá a través de las vastas manifestaciones de energía que caracterizan ahora a estas regiones exteriores, pero desde un punto de vista más amplio las regiones espaciales que se extienden más allá de los límites exteriores de los siete superuniversos se reconocen generalmente como constituyendo los dominios del Absoluto No Cualificado.

Aunque a simple vista el ser humano tan sólo puede ver dos o tres nebulosas más allá de las fronteras del superuniverso de Orvontón, vuestros telescopios literalmente revelan millones y millones de estos universos físicos en proceso de formación. La mayoría de los dominios estelares visualmente expuestos a la investigación de vuestro telescopios modernos están en Orvontón, pero mediante la técnica fotográfica, los telescopios más poderosos penetran mucho más allá de las fronteras del gran universo, hasta los dominios del espacio exterior, allí donde incontables universos están en proceso de organización. También existen otros millones de universos fuera del alcance de vuestros instrumentos presentes.

En un futuro no lejano, los nuevos telescopios revelarán a la mirada sorprendida de los astrónomos urantianos no menos de 375 millones de nuevas galaxias en los tramos remotos del espacio exterior. Al mismo tiempo, estos telescopios más poderosos revelarán que muchos universos aislados que anteriormente se creía que estaban en el espacio exterior, son en realidad parte del sistema galáctico de Orvontón.

Los siete superuniversos aún están creciendo; la periferia de cada uno de ellos se está expandiendo gradualmente; nuevas nebulosas se están estabilizando y organizando constantemente; y algunas de las nebulosas que los astrónomos de Urantia consideran extra galácticas están en realidad junto a la frontera de Orvontón y viajan con nosotros.

Los astrónomos uversanos observan que el gran universo está rodeado por los antepasados de una serie de conjuntos estelares o planetarios que rodean completamente la presente creación habitada como anillos concéntricos de múltiples universos exteriores. Los físicos de Uversa calculan que la energía y la materia de estas regiones exteriores no cartografiadas equivalen ya a muchas veces la totalidad de la masa material y la carga de energía de los siete superuniversos.

Se nos informa que la metamorfosis de la fuerza cósmica en estos niveles del espacio exterior es función de los organizadores de la fuerza del Paraíso. Sabemos también que estas fuerzas son ancestrales a aquellas energías físicas que presentemente activan el gran universo.Los directores de poder de Orvontón, sin embargo, no tienen nada que ver con estos dominios ultrarremotos, ni tampoco están los movimientos de la energía que allí ocurren discerniblemente conectados con los circuitos de poder de las creaciones organizadas y habitadas.

Poco sabemos sobre la significación de estos extraordinarios fenómenos del espacio exterior. Una mayor creación del futuro está en proceso de formación. Podemos observar su inmensidad, discernir su extensión y percibir sus dimensiones majestuosas, pero por lo demás conocemos poco más de lo que conocen los astrónomos de Urantia acerca de éstos ámbitos. A nuestro entender, en este anillo exterior de nebulosas, soles y planetas no existen seres materiales del orden de los humanos, ni ángeles ni otras criaturas espirituales. Este dominio distante está más allá de la jurisdicción y administración de los gobiernos de los superuniveros.

En todo Orvontón se cree que se está gestando un nuevo tipo de creación, un orden de universos destinados a convertirse en el escenario de actividades futuras de los Cuerpos de los Finalistas ahora en formación, y si nuestras conjeturas son correctas, entonces el futuro interminable deparará para todos vosotros los mismos maravillosos espectáculos que el pasado interminable reservara a vuestros mayores y antepasados.

3. La gravedad universal

4. El espacio y el movimiento

5. El espacio y el tiempo

6. El supercontrol universal

7. La parte y el todo

8. La materia, la mente y el espíritu

9. Las realidades personales

El espíritu es la realidad personal básica de los universos, y la personalidad es básica para toda experiencia progresiva con la realidad espiritual. Cada fase de la experiencia de la personalidad en cada nivel sucesivo de progresión universal abunda en pistas para el descubrimiento de fascinantes realidades personales. El verdadero destino del hombre, consiste en la creación de metas nuevas y espirituales y luego responder a los atractivos cósmicos de tales metas excelsa de valor no material.

El amor es el secreto de la asociación beneficiosa entre las personalidades. No es posible conocer realmente a una persona como resultado de un solo encuentro. No es posible conocer apreciativamente la música a través de la deducción matemática, aunque la música sea una forma de ritmo matemático. El número asignado a un abonado al sistema de teléfonos no identifica de ninguna manera la personalidad de ese abonado ni significa nada respecto a su carácter.

La matemática, ciencia material, es indispensable para la discusión inteligente de los aspectos materiales del universo, pero tal conocimiento no es necesariamente parte de la comprensión más elevada de la verdad ni de la apreciación personal de las realidades espirituales.

No sólo en los ámbitos de la vida, sino también en el mundo de la energía física, la suma de dos o más cosas es muy a menudo algo más que diferente de las consecuencias previsibles de la adición de tales uniones.

La entera ciencia de las matemáticas, el completo dominio de la filosofía, lo más elevado de la física o la química, no pueden predecir ni conocer que la unión de dos átomos gaseosos de hidrógeno con un átomo gaseoso de oxígeno daría lugar a una substancia nueva y cualitativamente superaditiva: el agua líquida. El conocimiento comprensivo de este fenómeno singular físico-químico debería por sí solo haber prevenido el desarrollo de la filosofía materialista y de la cosmología mecanicista.

El análisis técnico no revela lo que una persona o una cosa puedan hacer. Por ejemplo: el agua se usa eficazmente para extinguir el fuego. Que el agua apaga el fuego es un hecho de la experiencia cotidiana, pero tal propiedad no se dedujo jamás del análisis del agua. El análisis determina que el agua está compuesta de hidrógeno y oxígeno; un estudio ulterior de estos elementos revelaría que el oxígeno es el verdadero sostén de la combustión y que el hidrógeno mismo arde libremente.

Vuestra religión se está tornando real, porque está brotando de la esclavitud del temor y de la servidumbre de la superstición. Vuestra filosofía lucha por emanciparse del dogma y de la tradición. Vuestra ciencia está empeñada en una contienda a través de las edades entre la verdad y el error, mientras luchas por liberarse de la servidumbre de la abstracción, la esclavitud de las matemáticas y la relativa ceguera del materialismo mecanicista.

El hombre mortal tiene un núcleo espiritual. La mente es un sistema de energía personal que existe alrededor de un núcleo espiritual divino y que funciona e un ambiente material.

Tal relación vital de mente personal y espíritu constituye la potencialidad universal de la personalidad eterna. Los problemas graves, la desilusión permanente, las derrotas estrepitosas, o la muerte inescapable sólo ocurren cuando los autoconceptos tienen la arrogancia de desplazar totalmente el poder dominante del núcleo espiritual central, destruyendo así el esquema cósmico de la identidad de la personalidad.

 

 

13. LAS ESFERAS SAGRADAS DEL PARAISO

14. EL UNIVERSO CENTRAL Y DIVINO

15. LOS SIETE SUPERUNIVERSOS

......1. EL NIVEL ESPACIAL SUPERUNIVERSAL

......2. LA ORGANIZACIÓN DE LOS SUPERUNIVERSOS

Tan solo el Padre Universal conoce la ubicación y el número actual de los mundos habitados en el espacio; los llama a todos por su nombre y su número. Yo tan sólo puedo daros el número aproximado de planetas habitados o habitables, porque algunos universos locales tienen más mundos adecuados para la vida inteligente que otros. Tampoco están ya organizados locales proyectados. Por lo tanto los cálculos que os ofrezco son únicamente para el propósito de daros una idea de la inmensidad de la creación material.

Hay siete superuniversos en el gran universo, y están constituidos aproximadamente como sigue:

 

I. El sistema. La unidad básica del supergobierno consiste en aproximadamente mil mundos habitados o habitables. Los soles llameantes, los mundos fríos, los planetas demasiado cercanos a los soles calientes, y otras esferas que no son adecuados para que lo habiten criaturas, no se han incluido en este grupo. Estos mil mundos adaptados para mantener la vida se denominan un sistema, pero en los sistemas más jóvenes tan sólo un número comparativamente pequeño de estos mundos puede estar habitado.

 

Cada planeta habitado está dirigido por un Príncipe Planetario, y cada sistema local tiene una esfera arquitectónica como su sede central y está gobernada por un Soberano del Sistema.

 

 

2. La constelación. Cien sistemas (unos 100.000 planetas habitables) forman una constelación. Cada constelación tiene una esfera sede central arquitectónica y es presidida por tres Hijos Vorondadec, los Altísimos. Cada constelación también tiene un Fiel de los Días como observador, el embajador de la Trinidad del Paraiso.

 

 

3. El universo local. Cien constelaciones (unos 10.000.000 de planetas habitables) constituyen un sector menor del gobierno superuniversal; Cada universo local tiene un magnífico mundo sede central arquitectónico y lo gobierna uno de los Hijos Creadores coordinados de Dios de la orden de Miguel. Cada universo está bendecido por la presencia de un Unión de los Días, el representante de la Trinidad del Paraiso.

 

 

4. El sector menor. Cien universos locales (aproximadamente 1.000.000.000 de planetas habitables) constituyen un sector menor del gobierno superuniversal; posee un maravilloso mundo sede central, desde el cual sus gobernantes, los Recientes de los Días, administran los asuntos del sector menor. En cada sede central de un sector menor hay tres Recientes de los Días, Personalidades Supremas de la Trinidad.

 

 

 

5. El sector mayor. Cien sectores menores (alrededor de 100.000.000.000 de mundos habitables) constituyen un sector mayor. Cada sector mayor posee una extraordinaria sede central y es presidido por tres Perfecciones de los Días, Personalidades Supremas de la Trinidad.

 

 

6. El superuniverso. Diez sectores mayores (aproximadamente 1.000.000.000.000 de planetas habitables) constituyen un superuniverso. Cada superuniverso tiene un mundo sede central enorme y glorioso y está gobernado por tres Ancianos de los Días..

 

 

7. El Gran Universo. Siete superuniversos constituyen el actual gran universo organizado, que consiste en aproximadamente siete billones de mundos habitables además de las esferas arquitectónicos y de los mil millones de esferas habitadas de Havona.

 

Los superuniversos son gobernados y administrados indirecta y reflectivamente desde el Paraíso por los Siete Espíritus Rectores. Los mil millones de mundos de Havona son administrados directamente por los Eternos de los Días, habiendo una de estas Personalidades Supremas de la Trinidad para cada una de estas esferas perfectas.

 

Excluyendo las esferas del Paraíso-Havona, el plan de la organización universal provee las siguientes unidades:

 

Superuniversos.........................................7

Sectores Mayores....................................70

Sectores Menores...............................7.000

Universos locales...........................700.000

Constelaciones...........................70.000.000

Sistemas locales...................7.000.000.000

Planetas habitables........7.000.000.000.000

 

 

3. EL SUPERUNIVERSO DE ORVONTÓN

Prácticamente todos los reinos estelares visibles a simple vista desde Urantia pertenecen a la séptima sección del gran universo, del superuniverso de Orvontón, en gran parte más allá de los límites de vuestro universo local.

El vasto sistema estelar de la Vía Láctea representa el núcleo central de Orvontón, en gran parte más allá de los límites de vuestro universo local.

 

Esta gran agregación de soles, islas oscuras del espacio, estrellas dobles, grupos globulares, nubes estelares, espirales y otras nebulosas, juntamente con miríadas de planetas individuales, forma un grupo como un reloj circular alargado, de aproximadamente un séptimo de los universos habitados evolucionarios.

 

Desde la posición astronómica de Urantia, al mirar a través de un corte transversal de los sistemas cercanos a la gran Vía Láctea, observáis que las esferas de Orvontón viajan en un vasto plano elongado, siendo el alcance mucho más grande que el espesor y la longitud mayor que el alcance.

 

La observación de la así llamada Vía Láctea revela el aumento comparativo de la densidad estelar en Orvontón cuando los cielos se observan en una dirección, mientras que a los lados la densidad disminuye; el número de estrellas y otras esferas disminuye al alejarse del plano principal de nuestro superuniverso material. Cuando el ángulo de observación es propicio, mirando a través del cuerpo principal de este reino de máxima densidad, estáis mirando hacia el universo residencial y el centro de todas las cosas.

 

Los astrónomos de Urantia han identificado aproximadamente ocho de las diez divisiones mayores de Orvontón. Es difícil reconocer separadamente las otras dos porque estáis obligados a visualizar estos fenómenos desde el interior. Si pudiérais observar el superuniverso de Orvontón desde una ubicación vastamente distante en el espacio, inmediatamente reconoceríais los diez sectores principales de la séptima galaxia...........................................

 

 

 

 

16 LOS SIETE ESPÍRUTUS RECTORES

17 LOS SIETE GRUPOS DE ESPÍRITUS SUPREMOS

18 LAS PERSONALIDADES SUPREMAS TRINITARIAS

19 LOS SERES COORDINADOS DE ORIGEN EN LA TRINIDAD

20 LOS HIJOS DE DIOS PARADISIACOS

21 LOS HIJOS CREADORES PARADISIACOS

 

 

 

El Miguel Original

1.- El origen y la naturaleza de los Hijos Creadores

2.- Los Creadores de los universos locales

La orden primaria de los Hijos del Paraíso son los diseñadores, creadores, constructores y administradores de sus respectivos dominios, los universos locales del tiempo y del espacio, las unidades básicas creadoras de los siete superuniversos evolucionarios. Se le permite a un Hijo Creador seleccionar la ubicación espacial de su actividad cósmica futura, pero antes de que pueda comenzar siquiera la organización física de su universo, debe pasar un largo período de observación dedicado al estudio de los esfuerzos de sus hermanos mayores en varias creaciones ubicadas en el superuniverso de su acción proyectada. Y antes de todo esto, el Hijo Miguel habrá completado su prolongada y singular experiencia de observación en el Paraíso y de capacitación en Havona.

 

 

Cuando un Hijo Creador parte del Paraíso para embarcarse en la aventura de la creación de un universo, para hacerse el jefe-virtualmente el Dios- de un universo local de su propia organización, entonces, por primera vez, se encuentra en íntimo contacto con la Tercera Fuente y Centro, y en muchos aspectos dependiente de ésta.

 

El Espíritu Infinito, aunque reside con el Padre y el Hijo en el centro de todas las cosas, está destinado a funcionar como ayudante real y eficaz de cada Hijo Creador.

 

Por lo tanto cada Hijo Creador está acompañado por una Hija Creadora del Espíritu Infinito, ese ser destinado a tornarse la Ministra Divina, el Espíritu Materno del nuevo universo local.

 

 

La partida de un Hijo Miguel en esta ocasión libera para siempre sus prerrogativas creadoras de las Fuentes y Centros Paradisíacos, sujetas tan solo a ciertas limitaciones inherentes a la preexistencia de estas Fuentes y Centros y a ciertos otros poderes y presencias antecedentes.

 

Entre estas limitaciones a las prerrogativas creadoras, por otra parte todo poderosas de un Padre de un universo local están las siguientes.

 

1.- La energía-materia está dominada por el Espíritu Infinito.

Antes de que se puedan crear nuevas formas de cosas, grandes o pequeñas, antes de que se pueda intentar cualquier transformación nueva de la energía-materia, un Hijo Creador debe asegurarse del consentimiento y la cooperación operante del Espíritu Infinito.

 

 

2.- Los diseños y tipos de criaturas están controlados por el Hijo Eterno. Antes de que un Hijo Creador pueda comenzar la creación de un nuevo tipo de ser, un nuevo diseño de criatura, debe asegurarse del consentimiento del Hijo Materno Original y Eterno.

 

3.- La personalidad está diseñada y es otorgada por el Padre Universal.

Los tipos y modelos originales de mente están determinados por los factores precriatura del ser. Después de que éstos han sido asociados para constituir una criatura ( personal o no), la mente es la dotación de la Tercera Fuente y Centro , la fuente universal del ministerio de la mente para todos los seres por debajo del nivel de los Creadores Paradisíacos.

 

 

El control de los diseños y tipos de espíritu depende del nivel de su manifestación. En último análisis, el diseño espiritual está controlado por la Trinidad y por las dotes espirituales pre-trinitarias de las personalidades de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu.

 

 

Cuando tal Hijo perfecto y divino ha tomado posesión de la ubicación espacial de su universo de selección; cuando se han resuelto los problemas iniciales de materialización del universo y del equilibrio bruto; cuando ha formado una unión de trabajo eficaz y cooperativa con la Hija complementaria del Espíritu Infinito, entonces este Hijo Universal y su Espíritu Universal inician ese enlace que está diseñado a dar origen a las innumerables huestes de sus hijos del universo local. En relación con este acontecimiento el enfoque del Espíritu Creativo del Espíritu Infinito Paradisiaco obtiene un cambio de naturaleza, adquiriendo las cualidades personales del Espíritu Materno de un universo local.

 

 

A pesar de que todos los Hijos Creadores son desde el punto de vista divino como sus padres en el Paraíso, ninguno se asemeja exactamente a los otros; cada uno es único, distinto, exclusivo, y original en su naturaleza así como también en su personalidad. Y puesto que son los arquitectos y hacedores de los planes de vida de sus reinos respectivos, esta misma diversidad asegura que sus dominios sean también distintos en toda forma y fase de existencia de vida derivada de cada Miguel que pueda ser creada o posteriormente evolucione. Por lo tanto, las órdenes de criaturas nativas de los universos locales son muy variadas.

 

 

No hay dos que estén administradas ni habitadas por seres nativos de origen dual que sean idénticos en todos los aspectos. Dentro de cada superuniverso, la mitad de sus atributos inherentes es muy semejante, siendo derivada de los Espíritus Creativos uniformes, la otra mitad varía, siendo derivada de los Hijos Creadores diversificados. Pero dicha diversidad no caracteriza a aquellas criaturas de origen único en el Espíritu Creativo ni aquellos seres importados que son oriundos del universo central o de los suprimieses........

 

 

3.- La soberanía en un universo local

 

4.- Los autootorgamientos de los Migueles

 

5.- La relación de los Hijos Mayores con el universo

 

6.- El destino de los Migueles Mayores

 

 

 

 

 

 

22.- LOS HIJOS DE DIOS TRINIDIZADOS

23.- LOS MENSAJEROS SOLITARIOS

24.- LAS PERSONALIDADES MÁS ELEVADAS DEL ESPÍRITU INFINITO

25.- LAS HUESTES DE LOS MENSAJEROS DEL ESPACIO

26.- LOS ESPÍRITUS MINISTRANTES DEL UNIVERSO CENTRAL

...

41.- LOS ASPECTOS FÍSICOS DEL UNIVERSO LOCAL

1.- Los Centros de Poder nebadónicos

2.- Los controladores físicos de Satania

3.- Nuestros asociados estelares

Hay más de dos mil soles brillantes que arrojan luz y energía en Satania, y vuestro sol es un llameante globo normal. De los treinta soles más cercanos al vuestro, sólo tres son más brillantes. Los Directores del Poder Universal inician las corrientes especializadas de energía que funcionan entre cada estrella y sus respectivos sistemas.

Estos hornos solares, juntamente con los gigantes oscuros del espacio, sirven a los centros de fuerza y a los controladores físicos como estaciones de paso para la concentración y direccionalización eficaz de los circuitos de energía de las creaciones materiales. Los soles de Nebadón no son distintos de los otros universos. La composición material de todos los soles, islas oscuras, planetas y satélites, aún los meteoros, es muy idéntica. Estos soles tienen un diámetro medio de alrededor un millón setecientos mil kilómetros, siendo el de vuestro propio globo solar ligeramente más corto.

 

La estrella más grande en el universo, la nube estelar Antares, tiene un diámetro cuatrocientas cincuenta veces mayor que el de vuestro sol y su volumen es sesenta millones de veces mayor. Pero hay abundante espacio para albergar a todos estos enormes soles. Tienen tanto espacio, comparativamente, como el que tendría una docena de naranjas circulando a través del interior de Urantia, si el planeta fuera un globo vacío.

Cuando una rueda matriz nebular arroja soles demasiado grandes, éstos pronto se deshacen o forman estrellas dobles. Todos los soles son en un principio auténticamente gaseosos, aunque más tarde puedan existir, transitoriamente, en estado semilíquido. Cuando vuestro sol alcanzó este estado casi líquido de presión de supergás, no era lo suficientemente grande para partirse en forma ecuatorial, siendo éste un tipo de formación de estrellas dobles.

Cuando son menos de un décimo del tamaño de vuestro sol, estas esferas llameantes se contraen, se condensan y se enfrían rápidamente. Cuando son más de treinta veces su tamaño - más bien treinta veces el contenido bruto de materia real - los soles se dividen rápidamente en dos cuerpos separados, volviéndose centros de nuevos sistemas o bien permaneciendo cada uno dentro de la atracción de la gravedad del otro y girando alrededor de un centro común como un tipo de estrella doble.

La más reciente de las erupciones cósmicas principales en Orvontón fue la extraordinaria explosión estelar doble, la luz de la cual llegó a Urantia en el año 1572. Esta conflagración fue tan intensa que la explosión fue claramente visible a la luz del día.

No todas las estrellas son sólidas, pero muchas de las más antiguas lo son. Algunas de las estrellas rojizas, que brillan ligeramente, han adquirido una densidad en el centro de sus enormes masas que podría ser expresada diciendo que un centímetro cúbico de dicha estrella, si estuviesen en Urantia, pesaría ciento setenta y seis kilos. La enorme presión acompañada por pérdida de calor y de energía circulante, ha dado como resultado un acercamiento cada vez mayor de las órbitas de las unidades materiales básicas, que hasta ahora están muy cerca de un estado de condensación electrónica. Este proceso de enfriamiento y contracción puede continuar hasta el punto límitante y crítico de explosión de condensación ultimatónica.

 

La mayor parte de los soles gigantes son relativamente jóvenes; la mayoría de las estrellas enanas, aunque no todas, son antiguas. Las estrellas enanas de choque pueden ser muy jóvenes y pueden brillar con una intensa luz blanca, sin haber pasado por una etapa roja inicial de brillo juvenil.

Generalmente tanto los soles muy jóvenes como los muy viejos brillan con un brillo rojizo. El brillo amarillento indica juventud moderada o ancianidad próxima, pero la luz blanca brillante significa vida adulta, robusta y prolongada.

Aunque los soles adolescentes no pasan por una etapa de pulsación, por lo menos no visiblemente, al mirar al espacio tal vez podáis observar muchas de estas estrellas más jóvenes, cuyas gigantescas olas respiratorias requieren de dos a siete días para completar un ciclo. Vuestro propio sol aún lleva una herencia en disminución de las poderosas exhalaciones de sus días más jóvenes, pero el ritmo se ha prolongado, de las anteriores pulsaciones de tres días y medio, a ciclos de manchas solares de once años y medio de cada uno.

Las variables estelares tienen numerosos orígenes. En algunas estrellas dobles, las mareas causadas por las distancias en rápido cambio a medida que los dos cuerpos girar alrededor de sus órbitas también ocasionan fluctuaciones periódicas de la luz.

Estas variaciones de la gravedad producen fulgores regulares y recurrentes, del mismo modo que la captación de los meteoros por acrecentamiento de material de energía en la superficie darían como resultado un fulgor de luz comparativamente repentino que velozmente volvería al brillo normal de ese sol.

A veces un sol capta una corriente de meteoros en una línea de oposición disminuida a la gravedad, y ocasionalmente los choques producen estallidos estelares, pero la mayoría de dichos fenómenos se debe totalmente a las fluctuaciones internas.

En un grupo de estrellas variables, el período de fluctuación de la luz es directamente dependiente de la luminosidad, y el conocimiento de este hecho permite a los astrónomos utilizar dichos soles como faros universales o puntos de medición precisa para una exploración ulterior de grupos distantes de estrellas. Mediante esta técnica es posible medir las distancias estelares más precisamente, hasta más de un millón de años luz. Mejores métodos de medición del espacio y una técnica telescópica perfeccionada revelarán en el futuro más plenamente las diez grandes divisiones del superuniverso de Orvontón; vosotros reconoceréis por lo menos ocho de estos inmensos sectores como grupos estelares enormes y relativamente simétricos.

4.- La densidad de los soles

5.- La radiación solar

El hecho de que los soles del espacio no son muy densos se comprueba por la corriente constante de energías de luz en escape. Una densidad excesiva retendría la luz por opacidad hasta que la presión de la energía luz alcance el punto de explosión.

Hay una tremenda presión de luz o gas dentro de un sol, que es la que hace que éste envíe un rayo tan poderoso de energía como para penetrar el espacio a través de millones y millones de kilómetros para energizar, iluminar y calentar los planetas distantes. Cinco metros de densidad de superficie de Urantia prevendrían efectivamente el escape de todos los rayos X y de las energías de luz de un sol, hasta el momento en que el aumento de la presión interna de las energías que se acumulan como resultado de la desmembración atómica vencería la gravedad con una tremenda explosión hacia afuera.

La luz , en presencia de gases propulsivos, es altamente explosiva cuando se confina a temperaturas altas por paredes opacas de retención. La luz es real. Según valoráis la energía y el poder en vuestro mundo, la luz del sol sería económica aunque costara dos millones de dólares por kilo.

El interior de vuestro sol es un vasto generador de rayos X. Los soles son sostenidos desde adentro por un bombardeo incesante de estas poderosas emanaciones.

Se requieren más de medio millón de años para que un electrón estimulado por los rayos X se abra camino desde el centro mismo de un sol promedio, hasta la superficie solar, desde el cual comienza su aventura espacial, tal vez para calentar un planeta habitado, o para ser captado por un meteoro, o para participar en el nacimiento de un átomo, o para ser atraído por una isla oscura altamente cargada del espacio o para encontrar el fin de su vuelo espacial en una caída final a la superficie de un sol similar al que le diera origen.

Los rayos X del interior de un sol cargan con suficiente energía a los electrones altamente recalentados y agitados como para ser impulsados a través del espacio hasta las distantes esferas de los sistemas remotos, pasando por las muchas influencias obstaculizantes de materia que se le interponen y a pesar de las atracciones divergentes de la gravedad. La gran energía de velocidad requerida para escapar a la aprehensión de la gravedad de un sol es suficiente para asegurar que el rayo de sol viajará con velocidad ininterrumpida hasta encontrar considerables masas de materia; en cuyo momento se transforma rápidamente en calor con la liberación de otras energías.

La energía, ya sea de luz o de otras formas, en su vuelo a través del espacio se traslada hacia adelante en línea recta. Las auténticas partículas de existencia material atraviesan el espacio como un disparo. Proceden en línea recta e ininterrumpida excepto cuando reciben el impacto de fuerzas superiores, y excepto en cuanto siempre obedecen la atracción de la gravedad lineal sobre la masa material y la presencia de la gravedad circular de la Isla del Paraíso.

Puede parecer que la energía solar es impulsada en ondas, pero eso se debe a la acción de influencias coexistentes y diversas. Una forma dada de energía organizada no procede en ondas sino en líneas rectas.

La presencia de una segunda o tercera forma de energía de fuerza puede ocasionar que la corriente bajo la observación parezca viajar en una formación en ondas, así como, en una tormenta enceguecedora acompañada de fuertes vientos, el agua parece a veces caer en forma de cortina y caer en oleadas. Las gotas de lluvia caen en una línea recta de sucesión ininterrupida, pero la acción del viento es tal como para producir un aspecto visible de cortinas de agua y de oleadas de gota de lluvia.

La acción de ciertas energías secundarias y otras no descubiertas que están presentes en las regiones espaciales de vuestro universo local es tal que las emanaciones de luz solar parecen ejecutar ciertos fenómenos ondulados así como desintegrarse en porciones infinitesimales de longitud y peso definidos.

Desde un punto de vista práctico, eso es exactamente lo que sucede. Difícilmente podéis esperar llegar a una mejor comprensión de la conducta de la luz hasta el momento en que adquiráis un concepto más claro de la interacción e interrelación de las varias fuerzas espaciales y energías solares que operan en las regiones del espacio de Nebadón. Vuestra confusión actual también se debe a vuestra comprensión incompleta de este problema en cuanto se refiere a las actividades interasociadas del control personal y no personal del universo maestro- las presencias, las actuaciones y la coordinación del Actor Conjunto y del Absoluto No Cualificado.

 

6.- El calcio-errante del espacio

 

7.- Las fuentes de energía solar

 

8.- Las reacciones de la energía solar

 

9.- La estabilidad de los soles

 

10.-El origen de los mundos habitados

 

 

 

 

El libro de Urantia

Documento 43

Las Constelaciones
43:0.1 (485.1) URANTIA comúnmente se denomina con el número 606 de Satania en Norlatiadek de Nebadon, esto es, el mundo habitado 606 en el sistema local de Satania, ubicado en la constelación de Norlatiadek, una de las cien constelaciones del universo local de Nebadon. Siendo las constelaciones las divisiones primarias de un universo local, sus gobernantes vinculan los sistemas locales de los mundos habitados a la administración central del universo local en Salvington y por reflexividad a la superadministración de los Ancianos de los Días en Uversa.

43:0.2 (485.2) El gobierno de vuestra constelación está ubicado en un grupo de 771 esferas arquitectónicas, la más grande y más central de las cuales es Edentia, el asiento de la administración de los Padres de la Constelación, Los Altísimos de Norlatiadek. Edentia misma es aproximadamente cien veces más grande que vuestro mundo. Las setenta esferas principales que rodean a Edentia son alrededor de diez veces el tamaño de Urantia, mientras que los diez satélites que giran alrededor de cada uno de estos setenta mundos son aproximadamente de la dimensión de Urantia. Estas 771 esferas arquitectónicas son totalmente comparables en tamaño a las de otras constelaciones.

43:0.3 (485.3) La medición del tiempo y la distancia en Edentia es la misma que en Salvington, y como las esferas de la capital del universo, los mundos sede central de la constelación están plenamente abastecidos de todas las órdenes de inteligencias celestiales. En general, estas personalidades no son muy distintas de aquellas que se describen en relación con la administración del universo.

43:0.4 (485.4) Los serafines supervisores, la tercera orden de ángeles del universo local, son asignados al servicio de las constelaciones. Tienen su sede central en las esferas capitales y ministran ampliamente a los mundos de capacitación morontial que los rodean. En Norlatiadek las setenta esferas principales, juntamente con los setecientos satélites menores, son habitadas por univitatia, los ciudadanos permanentes de la constelación. Todos estos mundos arquitectónicos están administrados por varios grupos de vida nativa, en su mayor parte no revelados pero que incluyen a los eficientes espironga y los hermosos espornagia. Siendo el punto medio en el régimen de capacitación morontial, como es de esperar, la vida morontial de las constelaciones es tanto típica como ideal.

1. Las Sedes Centrales de las Constelaciones
43:1.1 (485.5) Edentia abunda en mesetas fascinadoras, amplias elevaciones de materia física coronadas de vida morontial y esparcidas de gloria espiritual, pero no hay cadenas montañosas abruptas tales como existen en Urantia. Existen decenas de miles de lagos resplandecientes y miles de miles de arroyos que los interconectan, pero no hay grandes océanos ni ríos torrenciales. Sólo las mesetas carecen de estos arroyos de superficie.

43:1.2 (486.1) El agua de Edentia y de las esferas arquitectónicas similares, no es diferente del agua de los planetas evolucionarios. Los sistemas de agua de dichas esferas son tanto de superficie como subterráneos, y la humedad está en constante circulación. Se puede circumnavegar Edentia por varias rutas fluviales, aunque el sistema principal de transporte es la atmósfera. Los seres espirituales naturalmente viajan sobre la superficie de la esfera, mientras que los seres morontiales y materiales hacen uso de medios materiales y semimateriales para salvar el pasaje atmosférico.

43:1.3 (486.2) Edentia y sus mundos asociados tienen una verdadera atmósfera, la mezcla usual de los tres gases que es característica de tales creaciones arquitectónicas, y que incorpora los dos elementos de la atmósfera de Urantia además del gas morontial adecuado para la respiración de las criaturas morontiales. Pero aunque esta atmósfera es tanto material como morontial, no hay tormentas ni huracanes; tampoco hay verano ni invierno. Esta ausencia de disturbios atmosféricos y de variaciones estacionales hace posible embellecer todos los ambientes exteriores de estos mundos creados especialmente.

43:1.4 (486.3) Las mesetas de Edentia son magníficas creaciones físicas, y su belleza está enaltecida por la profusión interminable de vida que abunda en toda su longitud y anchura. Excepto algunas estructuras más bien aisladas, estas mesetas no contienen obras hechas por las manos de las criaturas. Los adornos materiales y morontiales están limitados a las zonas de vivienda. Las elevaciones menores son el sitio de las residencias especiales y están hermosamente embellecidas tanto con arte biológico como con arte morontial.

43:1.5 (486.4) Ubicadas en las cumbres de la séptima cadena de mesetas están las salas de resurrección de Edentia, en las que despiertan los mortales ascendentes de la segunda orden modificada de ascensión. Estas cámaras de reensamblamiento de las criaturas están bajo la supervisión de los Melquisedek. La primera de las esferas de recepción de Edentia (como el planeta Melquisedek cerca de Salvington) también tiene salas especiales de resurrección, en las que se reensamblan a los mortales de las órdenes modificadas.

43:1.6 (486.5) Los Melquisedek también mantienen dos facultades especiales en Edentia. Una, la facultad de emergencia, se dedica al estudio de los problemas que han surgido de la rebelión en Satania. La otra, la facultad de autootorgamiento, se dedica al dominio de los nuevos problemas que surgen del hecho de que Micael realizó su autootorgamiento final en uno de los mundos de Norlatiadek. Esta última facultad fue establecida casi cuarenta mil años atrás, inmediatamente después del anuncio hecho por Micael de que Urantia se había seleccionado como mundo para su autootorgamiento final.

43:1.7 (486.6) El mar de cristal, la zona de recepción de Edentia, está cerca del centro de administración y la rodea el anfiteatro de la sede central. Alrededor de esta zona están los centros de gobierno para las setenta divisiones de los asuntos de la constelación. La mitad de Edentia está dividida en setenta secciones triangulares, cuyos límites convergen en los edificios sede central de sus respectivos sectores. El resto de la esfera es un vasto parque natural, los jardines de Dios.

43:1.8 (486.7) Durante tus visitas periódicas a Edentia, aunque el entero planeta está abierto para tu inspección, la mayor parte de tu tiempo se dedicará a ese triángulo administrativo cuyo nombre corresponde al de tu mundo residencial actual. Siempre serás bienvenido como observador en las asambleas legislativas.

43:1.9 (486.8) El área morontial asignada a los mortales ascendentes que residen en Edentia está ubicada en la zona media del triángulo número treinta y cinco adyacente a la sede central de los finalistas, situada en el triángulo treinta y seis. La sede general de los univitatia ocupa una zona enorme en la región media del triángulo treinta y cuatro inmediatamente adyacente a la región residencial de los ciudadanos morontiales. Es posible ver por estos arreglos que se ha dispuesto para albergar por lo menos setenta divisiones mayores de vida celestial, y también que cada una de estas setenta zonas triangulares está correlacionada con alguna de las setenta esferas principales de capacitación morontial.

43:1.10 (487.1) El mar de cristal de Edentia es un enorme cristal circular de unos ciento sesenta kilómetros de circunferencia y unos cincuenta kilómetros de profundidad. Este magnífico cristal sirve de campo de recepción para todos los serafines de transporte y otros seres que llegan de puntos ubicados fuera de la esfera; dicho mar de cristal facilita grandemente el aterrizaje de los serafines de transporte.

43:1.11 (487.2) En casi todos los mundos arquitectónicos hay un campo de cristal de este tipo; y sirve para muchos propósitos además de su valor decorativo, siendo utilizado para ilustrar la reflectividad del superuniverso a los grupos reunidos y como factor en la técnica de transformación de la energía para modificar las corrientes del espacio y para adaptar otras corrientes de energía física que se integran.

 

 

 

....

 

El libro de Urantia

Documento 57

El Origen de Urantia
57:0.1 (651.1) AL PRESENTAR partes de los archivos de Jerusem para las crónicas de Urantia referentes a sus antecedentes e historia primitiva, se nos exhorta a considerar el tiempo en términos de la usanza corriente —el actual calendario bisiesto, con 365 / días al año. Por regla general, no se hará ningún esfuerzo por precisar los años, aunque así estos constan. Emplearemos los números enteros más próximos como el mejor método de presentar estos hechos históricos.

57:0.2 (651.2) Al referirnos a un acontecimiento de hace uno o dos millones de años, pretendemos fechar tal suceso remontándonos dicha cantidad de años desde las primeras décadas del siglo veinte de la era cristiana. De este modo representaremos estos remotos sucesos de tal forma que habrán ocurrido durante períodos redondos de miles, millones y miles de millones de años.

1. La Nebulosa Andronóver
57:1.1 (651.3) Urantia tiene su origen en vuestro sol, y vuestro sol pertenece a la variada prole de la nebulosa Andronóver, la cual en otro tiempo se organizó como parte componente del poder y la materia físicos del universo local de Nebadon. Y esta gran nebulosa a su vez se originó en la carga de fuerza universal del espacio en el superuniverso de Orvonton hace muchísimo tiempo.

57:1.2 (651.4) En el momento de principiar esta narración, los Organizadores de la Fuerza Primarios Decanos del Paraíso, habían venido ejerciendo desde hacía mucho tiempo su pleno dominio sobre las energías espaciales que más adelante se organizarían como la nebulosa Andronóver.

57:1.3 (651.5) Hace 987.000.000.000 de años, el organizador asociado de la fuerza que, a la sazón, era el inspector interino número 811.307 de la serie Orvonton, que venía de Uversa, informó a los Ancianos de los Días que las condiciones espaciales eran favorables para la iniciación de los fenómenos de materialización en cierto sector del segmento, en aquel entonces, oriental de Orvonton.

57:1.4 (651.6) Hace 900.000.000.000 de años, atestiguan los archivos de Uversa, quedó asentado un permiso expedido por el Consejo uversano de Equilibrio al gobierno del superuniverso, autorizando el envío de un organizador de la fuerza y su séquito a la región anteriormente designada por el inspector número 811.307. Las autoridades de Orvonton encomendaron al descubridor original de este universo potencial la ejecución del mandato de organizar una nueva creación material, emitido por los Ancianos de los Días.

57:1.5 (652.1) El registro de este permiso significa que el organizador de la fuerza y el séquito ya habían partido de Uversa en el largo viaje a ese sector oriental del espacio donde posteriormente se dedicarían a aquellas prolongadas actividades que culminarían en el surgimiento de una nueva creación física en Orvonton.

57:1.6 (652.2) Hace 875.000.000.000 de años se inició debidamente la enorme nebulosa de Andronóver número 876.926. Sólo se requirió la presencia del organizador de la fuerza y el cuerpo de enlace para inaugurar el remolino de energía que llegó a ser con el tiempo este vasto ciclón del espacio. Posteriormente a la iniciación de tales revoluciones nebulares, los organizadores vivientes de la fuerza se retiran sencillamente en ángulos rectos respecto al plano del disco en revolución, y desde ese momento en adelante, las cualidades inherentes de la energía aseguran la evolución progresiva y ordenada de tal nuevo sistema físico.

57:1.7 (652.3) Viene a ser en este momento cuando la narración cambia al funcionamiento de las personalidades del superuniverso. En realidad aquí tiene el relato su comienzo pertinente: más o menos en el momento en que los organizadores de la fuerza paradisiacos se preparan para retirarse, habiendo dispuesto las condiciones de energía y espacio para la acción de los directores del poder y controladores físicos del superuniverso de Orvonton.

2. La Etapa Nebular Primaria
57:2.1 (652.4) Todas las creaciones materiales evolucionarias nacen de nebulosas circulares y gaseosas, y todas las nebulosas primarias son circulares a lo largo de la primera parte de su existencia gaseosa. A medida que van envejeciéndose, suelen hacerse helicoidales, y una vez que llega a término su función de formación solar, a menudo acaban siendo cúmulos de estrellas o enormes soles rodeados por un número variable de planetas, satélites, y grupos más pequeños de materia que, en muchos aspectos, se asemejan a vuestro diminuto sistema solar.

57:2.2 (652.5) Hace 800.000.000.000 de años la creación de Andronóver quedó bien establecida como una de las magníficas nebulosas primarias de Orvonton. Al contemplar los astrónomos de universos cercanos este fenómeno del espacio, vieron muy poco que les llamara la atención. Los cálculos de gravedad realizados en creaciones adyacentes indicaban que se estaban produciendo materializaciones espaciales dentro de las regiones de Andronóver, mas eso era todo.

57:2.3 (652.6) Hace 700.000.000.000 de años el sistema Andronóver fue adoptando proporciones gigantescas, y se enviaron controladores físicos adicionales a nueve creaciones materiales circundantes, para brindar cooperación en forma de apoyo y abastecimiento a los centros de poder de este nuevo sistema material que evolucionaba con tanta rapidez. En esta distante fecha todo material legado a las creaciones subsiguientes se guardaba dentro de los confines de esta gigantesca rueda espacial, la cual siempre continuaba girando, y tras haber alcanzado su diámetro máximo, girando cada vez más rápidamente a medida que continuaba condensándose y contrayéndose.

57:2.4 (652.7) Hace 600.000.000.000 de años se alcanzó el apogeo del período de movilizaciones de energía del sistema Andronóver; la nebulosa había adquirido su masa máxima. A la sazón era una gigantesca nube circular de gas cuya forma se asemejaba un tanto a un esferoide aplanado. Éste fue el período inicial de formación de la masa diferencial y de velocidad revolutiva variable. La gravedad y otras influencias estaban a punto de comenzar su labor de conversión de los gases del espacio en materia organizada.

3. La Etapa Nebular Secundaria
57:3.1 (653.1) Gradualmente la enorme nebulosa fue tomando forma helicoidal y poniéndose claramente visible aun a los astrónomos de universos distantes. Ésta es la historia natural de la mayoría de las nebulosas; antes de empezar a arrojar soles y de emprender la labor de edificar un universo, estas nebulosas secundarias del espacio suelen observarse como fenómenos helicoidales.

57:3.2 (653.2) Los astrónomos de aquella lejana época que se encontraban cerca, al observar esta metamorfosis de la nebulosa Andronóver, divisaron el mismo fenómeno que divisan los astrónomos del siglo veinte cuando apuntan su telescopio hacia el espacio y observan las nebulosas helicoidales presentes del espacio exterior adyacente.

57:3.3 (653.3) Por la época en que se logró la masa máxima, el control de la gravedad del contenido gaseoso comenzó a debilitarse, y sobrevino la etapa de fuga de gas. El gas manaba cual dos colosales brazos distintos, originados en los lados opuestos de la masa materna. Las revoluciones aceleradas de este enorme núcleo central pronto impartieron un aspecto helicoidal a estos dos chorros de gas proyectados al espacio. El enfriamiento y subsiguiente condensación de algunas porciones de estos brazos protuberantes produjeron a la larga su apariencia nudosa. Estas porciones más densas eran vastos sistemas y subsistemas de materia física que iban revoloteando por el espacio en medio de la nube gaseosa de la nebulosa, en tanto que quedaban firmemente encerrados dentro del abrazo de la gravedad de la rueda materna.

57:3.4 (653.4) Sin embargo, la nebulosa había empezado a contraerse, y el aumento de la velocidad de las revoluciones aminoró aún más el control gravitacionario; y al poco tiempo, las regiones gaseosas exteriores, empezaron en efecto, a escaparse del abrazo inmediato del núcleo nebular, pasando al espacio en circuitos de trazado irregular, retornando a las regiones nucleares para cerrar sus circuitos, y así sucesivamente. Mas lo anterior no fue sino una etapa temporal de la progresión nebular. La velocidad de revoloteo fue incrementando en forma constante, hasta arrojar poco tiempo después unos enormes soles al espacio en circuitos independientes.

57:3.5 (653.5) Y así le sucedió a Andronóver hace millones de millones de años. La rueda de energía se iba haciendo cada vez más grande hasta que consiguió su expansión máxima, y luego, tras el comienzo de la contracción, pasó revoloteando cada vez más rápidamente hasta que, con el tiempo, alcanzó la crítica etapa centrífuga y comenzó la gran desintegración.

57:3.6 (653.6) Hace 500.000.000.000 de años nació el primer sol de Andronóver. Este rayo llameante se desprendió de golpe del abrazo de la gravedad materna y se precipitó con violencia hacia el espacio en una aventura independiente por el cosmos de la creación. Su trayectoria de escape determinó su órbita. Los soles tan jóvenes tardan muy poco en hacerse esféricos y en emprender la marcha de sus largas y azarosas carreras como estrellas del espacio. Con la excepción de los núcleos nebulares terminales, la gran mayoría de los soles de Orvonton nacieron de modo análogo. Estos soles en fuga atraviesan variados períodos de evolución y posterior servicio al universo.

57:3.7 (653.7) Hace 400.000.000.000 de años principió el período de recobro de la nebulosa Andronóver. Muchos de los soles más cercanos y pequeños fueron recobrados como resultado de la paulatina ampliación y ulterior condensación del núcleo materno. Dentro de muy poco tiempo se inauguró la fase terminal de la condensación nebular, el período que siempre precede a la segregación final de estas inmensas agregaciones espaciales de energía y materia.

57:3.8 (654.1) Apenas un millón de años después de esta época, Micael de Nebadon, un Hijo Creador Paradisiaco, seleccionó esta nebulosa en desintegración como emplazamiento de su aventura en la formación de un universo. Casi de inmediato fueron iniciados los mundos arquitectónicos de Salvington y los cien grupos de mundos que forman las sedes centrales de las constelaciones. Se requirió cerca de un millón de años para llevar a término estas agrupaciones de mundos especialmente creados. Los planetas sedes centrales de los sistemas locales se construyeron a lo largo de un plazo que comprendía desde aquel momento hasta hace alrededor de cinco mil millones de años.

57:3.9 (654.2) Hace 300.000.000.000 de años ya estaban bien establecidos los circuitos solares de Andronóver, y el sistema nebular atravesaba un período transitorio de relativa estabilidad física. Más o menos por esta época el cuerpo de personal de Micael arribó a Salvington, y el gobierno de Uversa en Orvonton le concedió reconocimiento físico al universo local de Nebadon.

57:3.10 (654.3) Hace 200.000.000.000 de años se presenció una progresión de contracción y condensación con enorme generación de calor en el cúmulo central o masa nuclear de Andronóver. Apareció un espacio relativo aun en las regiones cercanas a la rueda central del sol materno. Las regiones exteriores se iban haciendo más estables y mejor organizadas; algunos planetas que giraban en torno a los soles recién nacidos se habían enfriado lo suficiente como para ser aptos para la implantación de la vida. Los planetas habitados más antiguos de Nebadon datan de estos tiempos.

57:3.11 (654.4) Aquí comienza a funcionar por primera vez el mecanismo universal completo, y la creación de Micael queda asentada en Uversa como un universo para habitación y ascensión mortal progresiva.

57:3.12 (654.5) Hace 100.000.000.000 de años se alcanzó el ápice nebular de la tensión condensadora; se llegó al punto máximo de tensión calorífica. Esta etapa crucial de contención de la gravedad y el calor a veces dura muchas edades, pero, tarde o temprano, el calor triunfa en la lucha con la gravedad, y comienza el período espectacular de la dispersión solar. Esto pone punto final a la carrera secudaria de una nebulosa espacial.

4. Las Etapas Terciaria y Cuaternaria
57:4.1 (654.6) La etapa primaria de una nebulosa es circular; la secundaria, helicoidal; la etapa terciaria es la de la primera dispersión solar, mientras que la cuaternaria engloba el segundo y último ciclo de dispersión solar, en el cual el núcleo matriz acaba siendo un cúmulo globular, o un sol solitario que sirve de centro de un sistema solar terminal.

57:4.2 (654.7) Hace 75.000.000.000 de años, esta nebulosa había alcanzado el apogeo de la etapa de familia solar. Esto fue el ápice del primer período de pérdidas solares. La mayoría de estos soles se han apoderado desde entonces de vastos sistemas planetarios, satélites, islas oscuras, cometas, meteoros, y nubes de polvo cósmico.

57:4.3 (654.8) Hace 50.000.000.000 de años se consumó este primer período de dispersión de soles; la nebulosa iba terminando velozmente su ciclo terciario de existencia, durante el cual dio origen a 876.926 sistemas solares.

57:4.4 (654.9) Hace 25.000.000.000 de años se presenció el cumplimiento del ciclo terciario de vida nebular lo cual ocasionó la organización y estabilización relativa de los remotos sistemas repletos de estrellas que se derivaron de esta nebulosa matriz. Pero el proceso de contracción física y producción incrementada de calor prosiguió en la masa central del remanente nebular.

57:4.5 (655.1) Hace 10.000.000.000 de años comenzó el ciclo cuaternario de Andronóver. Se había alcanzado la temperatura máxima de la masa nuclear; se acercaba el punto crítico de la condensación. La presión combinada de la propia tensión condensadora de calor interno y de la creciente atracción gravitacional mareomotriz del enjambre de sistemas solares liberados que lo rodeaban convulsionaba el núcleo materno original. Las erupciones nucleares que habían de inaugurar el segundo ciclo solar nebular eran inminentes. El ciclo cuaternario de existencia nebular estaba a punto de comenzar.

57:4.6 (655.2) Hace 8.000.000.000 de años comenzó la formidable erupción terminal. Únicamente los sistemas exteriores quedan a salvo en momentos de semejante cataclismo cósmico. Esto constituyó el principio del final de la nebulosa. La fase final de descarga de soles abarcó un período de cerca de dos mil millones de años.

57:4.7 (655.3) Hace 7.000.000.000 de años se presenció el apogeo de la desintegración terminal de Andronóver. Éste fue el período del nacimiento de soles terminales más grandes y del ápice de las perturbaciones físicas locales.

57:4.8 (655.4) Hace 6.000.000.000 de años finalizó la desintegración terminal y el nacimiento de vuestro sol, el cincuenta y seisavo sol antes del último sol de la segunda familia solar de Andronóver. Esta erupción final del núcleo nebular dio a luz 136.702 soles, la mayoría de los cuales eran orbes solitarios. La cifra total de soles y sistemas solares que se originaron en la nebulosa Andronóver es de 1.013.628. El número del sol del sistema solar es 1.013.572.

57:4.9 (655.5) Ya no existe la gran nebulosa Andronóver, mas aún vive en los muchos soles y sus familias planetarias que se originaron en esta nube materna del espacio. El remanente nuclear final de esta magnífica nebulosa aún arde con un resplandor rojizo y continúa despidiendo luz y calor moderados a su familia planetaria residual de ciento sesenta y cinco mundos, los cuales ahora giran en torno a esta venerable madre de dos poderosas generaciones de monarcas de la luz.

5. El Origen de Monmatia — El Sistema Solar de Urantia
57:5.1 (655.6) Hace 5.000.000.000 de años vuestro sol era un llameante orbe comparativamente aislado, tras haber atraído para sí el grueso de la materia cercana que circulaba por el espacio, residuo del cataclismo reciente que acompañara su nacimiento.

57:5.2 (655.7) Hoy por hoy vuestro sol ha logrado una estabilidad relativa; no obstante, los ciclos de manchas solares que acusa cada once años y medio demuestran que fue una estrella variable durante su juventud. Durante los tiempos primitivos de vuestro sol, la contracción continua y consiguiente aumento gradual de temperatura inició formidables convulsiones en su superficie. Estas alteraciones bruscas de proporciones titánicas necesitaban tres días y medio para cumplir un ciclo de brillantez variante. Este estado variable, esta pulsación periódica volvían a vuestro sol sumamente sensible a ciertas influencias externas con las cuales, pronto, habría de tropezar.

57:5.3 (655.8) De este modo quedó dispuesto el escenario del espacio local para el origen singular de Monmatia, siendo éste el nombre de la familia planetaria de vuestro sol, el sistema solar al cual pertenece vuestro mundo. Menos del uno por ciento de los sistemas planetarios de Orvonton han tenido un origen similar.

57:5.4 (655.9) Hace 4.500.000.000 de años el enorme sistema Angona comenzó a aproximarse a este sol solitario. El centro de este gran sistema era un gigante oscuro del espacio, sólido, altamente cargado, y poseedor de una tremenda atracción de gravedad.

57:5.5 (656.1) A medida que Angona se iba acercando más al sol, en los momentos de máxima expansión durante las pulsaciones solares, se precipitaban al espacio chorros de material gaseoso, a manera de gigantescas lenguas solares. En un principio estas llameantes lenguas de gas invariablemente volvían a caer en el sol; sin embargo, al acercarse Angona cada vez más, la atracción de la gravedad del descomunal visitante se hizo tan fuerte que estas lenguas de gas se desprendían en ciertos puntos. Las raices volvían a caer en el sol, en tanto que las secciones exteriores se separaban para formar cuerpos independientes de materia, meteoritos solares, los cuales de inmediato comenzaban a girar en torno al sol en sus propias órbitas elípticas.

57:5.6 (656.2) Mientras el sistema Angona se acercaba, las expulsiones solares se hacían cada vez más grandes; el sol arrojaba cada vez más materia, que se convertía en cuerpos independientes que circulaban por el espacio circundante. Esta situación se desarrolló durante quinientos mil años, hasta que Angona realizó su acercamiento más próximo al sol; después de lo cual el sol, conjuntamente con una de sus convulsiones internas periódicas, experimentó un quebrantamiento parcial; y en ese momento enormes volúmenes de materia se vertieron simultáneamente y desde lados opuestos. Del lado de Angona iba siendo atraída una vasta columna de gases solares, más bien puntiaguda hacia los dos extremos y marcadamente protuberante por el centro, que se desprendió permanentemente del control inmediato de la gravedad del sol.

57:5.7 (656.3) Esta gran columna de gases solares que de este modo se separó del sol posteriormente evolucionó para convertirse en los doce planetas del sistema solar. Los gases expulsados repercusionalmente del lado opuesto del sol en una compatibilidad mareomotriz con la extrusión de este gigantesco antepasado del sistema solar, se han condensado desde entonces para formar los meteoros y el polvo espacial del sistema solar; si bien buena parte de esta materia fue recobrada posteriormente por la grave-dad solar a medida que el sistema Angona retrocedía al espacio remoto.

57:5.8 (656.4) Aunque Angona acertó en alejar el material atávico de los planetas del sistema solar y el enorme volumen de materia que actualmente anda circulando alrededor del sol, como asteroides y meteoros, no captó para sí nada de esta materia solar. El sistema visitante no llegó a acercarse lo bastante como para robar efectivamente nada de la sustancia del sol, pero sí pasó suficientemente cerca para atraer al espacio intermedio todo el material que hoy en día comprende el sistema solar.

57:5.9 (656.5) Los cinco planetas interiores y los cinco exteriores muy pronto se formaron en miniatura a partir de los núcleos que se enfriaban y condensaban en los extremos menos masivos y de forma ahusada de la inmensa protuberancia producida por la gravedad, la cual Angona había acertado en separar del sol; mientras que Saturno y Júpiter se formaron de las porciones centrales más masivas y protuberantes. La potente atracción de gravedad de Júpiter y Saturno desde un principio capturó la mayor parte del material que se le había robado a Angona tal como de ello da fe el movimiento retrógrado de ciertos satélites suyos.

57:5.10 (656.6) Júpiter y Saturno, siendo derivados del mismo centro de la enorme columna de gases solares sobrecalentados, contenían tanto material solar altamente recalentado que relucían con luz brillante y emitían enormes volúmenes de calor; fueron en realidad, por un corto plazo tras su formación como cuerpos espaciales separados, soles secundarios. Estos dos, los más grandes de los planetas del sistema solar, hasta la fecha siguen siendo en gran parte gaseosos, no habiendo llegado siquiera a enfriarse aún hasta el punto de la condensación o solidificación totales.

57:5.11 (656.7) Los núcleos gaseosos en contracción de los otros diez planetas pronto alcanzaron la etapa de solidificación y así empezaron a atraer hacia sí cantidades cada vez mayores de materia meteórica que circulaba por el espacio cercano. Los mundos del sistema solar, por ende, tuvieron un origen doble: núcleos de condensación de gases, incrementados más adelante por la captura de enormes cantidades de meteoros. De hecho, aún continúan capturando meteoros, pero en cantidades mucho menores.

57:5.12 (657.1) Los planetas no giran alrededor del sol por el plano ecuatorial de su madre solar, lo cual harían si hubieran sido arrojados por la revolución solar. Más bien, se desplazan por el plano de la extrusión solar de Angona, que existió a un ángulo apreciable respecto del plano del ecuador solar.

57:5.13 (657.2) Aunque Angona no pudo captar nada de la masa solar, vuestro sol sí le agregó a su familia planetaria en metamorfosis, material que iba circulando por el espacio del sistema visitante. Debido al intenso campo de gravedad de Angona, su familia planetaria tributaria seguía las órbitas a considerable distancia del gigante negro; y poco después de la extrusión de la masa atávica del sistema solar, mientras que Angona aún se hallaba en las inmediaciones del sol, tres de los planetas mayores del sistema Angona pasaron tan cerca del masivo antepasado del sistema solar que su atracción de gravedad, aumentada por la del sol, bastó para contrarrestar el abrazo de la gravedad de Angona y para separar permanentemente estos tres tributarios del viajero celestial.

57:5.14 (657.3) Todo el material celestial del sistema solar derivado del sol estuvo originalmente dotado de un sentido homogéneo de paso orbital, y de no haber sido por la intromisión de estos tres cuerpos espaciales foráneos, todo el material del sistema solar seguiría manteniendo el mismo sentido de movimiento orbital. Sin embargo, el impacto de los tres tributarios de Angona interpuso nuevas y foráneas fuerzas direccionales en el sistema solar naciente con la aparición resultante del movimiento retrógrado. El movimiento retrógrado de todo sistema astronómico es siempre fortuito y aparece siempre como resultado del impacto de una colisión de cuerpos extraños del espacio. Puede que tales colisiones no siempre produzcan movimiento retrógrado; sin embargo, el movimiento retrógrado sólo aparece en sistemas que contienen masas de diversos origenes.

6. La Etapa de Sistema Solar — La Era de Formación Planetaria
57:6.1 (657.4) Después del nacimiento del sistema solar sobrevino un período de derrame solar menguante. En escala decreciente, durante otros quinientos mil años, el sol continuó vertiendo volúmenes cada vez menores de materia al espacio circundante. Mas durante estos tiempos primitivos de órbitas erráticas, cuando los cuerpos circundantes efectuaban su acercamiento más próximo al sol, la madre solar conseguía recobrar una gran porción de este material meteórico.

57:6.2 (657.5) Los planetas más cercanos al sol fueron los primeros en sufrir una disminución de su velocidad giratoria, debido a la fricción mareomotriz. Tales influencias de la gravedad además contribuyen a la estabilización de las órbitas planetarias, y mientras que sirven de freno a la velocidad de la revolución axial del planeta, haciendo que un planeta vaya girando cada vez más lentamente hasta cesar la revolución axial, quedando un hemisferio del planeta siempre proyectado hacia el sol o algún cuerpo mayor, tal como lo demuestran el planeta Mercurio y la luna, que siempre da la misma cara hacia Urantia.

57:6.3 (657.6) Cuando las fricciones mareomotrices de la luna y la tierra se igualen, la tierra siempre proyectará el mismo hemisferio hacia la luna, y el día y el mes serán análogos —con una duración de aproximadamente cuarenta y siete días. Cuando se alcance tal estabilidad de órbitas, las fricciones mareomotrices entrarán en acción inversa; ya no impulsarán la luna para que se aleje más de la tierra sino que acercarán paulatinamente este satélite al planeta. Luego, en aquel futuro lejano, cuando la luna se acerque hasta unos diez y siete mil seiscientos kilómetros de la tierra, la acción de la gravedad de ésta, hará que la luna se fracture y esta explosión ocasionada por la gravedad mareomotriz la hará añicos convirtiéndola en pequeñas partículas, que tal vez se arremolinen en torno al mundo a manera de anillos de materia, semejantes a los de Saturno, o bien, sean atraídos paulatinamente a la tierra como meteoros.

57:6.4 (658.1) Si los cuerpos espaciales son similares en tamaño y densidad, pueden entrar en colisión. En cambio, si dos cuerpos espaciales de densidad similar son de una desigualdad relativa en cuanto al tamaño, y si el menor se va acercando progresivamente al mayor, el menor se fracturará cuando el radio de su órbita se vuelva menos de dos veces y media en comparación con el radio del cuerpo mayor. Las colisiones entre los gigantes del espacio son, en efecto, escasas; pero, las explosiones ocasionadas por la gravedad mareomotriz de cuerpos menores son bastante comunes.

57:6.5 (658.2) Las estrellas fugaces se dan en forma de enjambre, debido a que son fragmentos de cuerpos mayores de materia que han sido fracturados por la gravedad mareomotriz que ejercen los cuerpos espaciales más próximos y aún mayores. Los anillos de Saturno son los fragmentos de un satélite fracturado. Una de las lunas de Júpiter se está acercando ahora peligrosamente a la zona crítica de la fracturación por la acción mareomotriz y, dentro de unos pocos millones de años, o será reclamada por el planeta, o, experimentará la fracturación causada por la gravedad mareomotriz. El quinto planeta del sistema solar de antaño, de muy antaño, atravesó una órbita irregular, acercándose periódicamente cada vez más a Júpiter, hasta que entró en la zona crítica de la disrupción por la acción de la gravedad mareomotriz, y sin más se fragmentó, convirtiéndose en el cúmulo de asteroides de los tiempos presentes.

57:6.6 (658.3) Hace 4.000.000.000 de años se presenció la organización de los sistemas de Júpiter y Saturno con aspecto muy parecido a como hoy día se observan con la excepción de sus lunas, las cuales continuaron aumentando en tamaño durante varios miles de millones de años. De hecho, todos los planetas y satélites del sistema solar siguen creciendo como resultado de continuas capturas de meteoros.

57:6.7 (658.4) Hace 3.500.000.000 de años los núcleos de condensación de los otros diez planetas quedaron bien formados, y los núcleos de la mayoría de las lunas quedaron intactos, aunque algunos de los satélites menores se unieron más adelante para formar las lunas mayores de hoy en día. Esta edad se puede considerar como la era de formación planetaria.

57:6.8 (658.5) Hace 3.000.000.000 de años el sistema solar funcionaba de forma muy parecida a la de hoy. Sus integrantes continuaban creciendo en tamaño a medida que los meteoros del espacio continuaban lloviéndoles a los planetas y a sus satélites a un ritmo prodigioso.

57:6.9 (658.6) Más o menos por estos tiempos vuestro sistema solar quedó asentado en el registro físico de Nebadon y se le dió el nombre de Monmatia.

57:6.10 (658.7) Hace 2.500.000.000 de años, los planetas habían aumentado inmensamente. Urantia era una esfera bien desarrollada como de una décima parte de su masa presente e iba creciendo a ritmo acelerado mediante el acrecentamiento meteórico.

57:6.11 (658.8) Toda esta formidable actividad es parte normal de la creación de un mundo evolutivo del orden de Urantia y constituye los preliminares astronómicos para preparar el terreno para el comienzo de la evolución física de tales mundos del espacio, disponiéndolos para las aventuras de vida en el tiempo.

7. La Era Meteórica — La Edad Volcánica
La Atmósfera Planetaria Primitiva
57:7.1 (658.9) A lo largo de estos tiempos primitivos pululaban en las regiones del espacio del sistema solar pequeños cuerpos desmoronados y otros en condensación, y en ausencia de una atmósfera protectora de combustión, tales cuerpos espaciales chocaban directamente con la superficie de Urantia. Estos impactos incesantes mantenían la superficie del planeta más o menos caliente, lo cual, acoplado con la acción incrementada de la gravedad al crecer la esfera, empezó a poner en funcionamiento aquellas influencias que gradualmente hicieron que los elementos más pesados, como el hierro, se asentaran cada vez más hacia el centro del planeta.

57:7.2 (659.1) Hace 2.000.000.000 de años la tierra comenzó a aventajar decididamente a la luna. Siempre había sido mayor el planeta que su satélite, mas no había tanta diferencia en tamaño hasta ese momento, durante el cual la tierra captó enormes cuerpos espaciales. En aquel entonces Urantia tenía una quinta parte de su tamaño actual y se había hecho lo bastante grande para retener la atmósfera primitiva que despuntaba a consecuencia de la contienda interna elemental entre el interior recalentado y la corteza que se iba enfriando.

57:7.3 (659.2) La acción volcánica pronunciada data de estos tiempos. El calor interno de la tierra continuaba aumentando a causa del entierro cada vez más profundo de elementos radioactivos o más pesados traídos del espacio por los meteoros. El estudio de estos elementos radiactivos revelará que Urantia tiene más de mil millones de años en su superficie. La medición del radio es vuestro cronómetro más fidedigno para hacer cálculos científicos sobre la edad del planeta; si bien todo cálculo de esta índole queda muy corto porque los materiales radiactivos abiertos a vuestro escrutinio se derivan todos de la superficie y, por tanto, representan adquisiciones relativamente recientes de estos elementos de Urantia.

57:7.4 (659.3) Hace 1.500.000.000 de años la tierra era de dos tercios de su tamaño presente, en tanto que la luna se acercaba a su masa de hoy. El haberle rebasado la tierra a la luna tan pronto en tamaño, le permitió a aquella ir substrayéndole lentamente la poca atmósfera que tuvo el satélite originalmente.

57:7.5 (659.4) Aquí la acción volcánica está en su apogeo. La tierra entera viene a ser un verdadero infierno en llamas, con una superficie que se parece a su estado primitivo ígneo antes de que los metales más pesados gravitaran hacia el centro. Ésta es la edad volcánica. No obstante, se está formando gradualmente una corteza, constituida principalmente de granito, que es relativamente más ligero. Se están sentando los preliminares para un planeta que algún día pueda sustentar la vida.

57:7.6 (659.5) La atmósfera primitiva del planeta va evolucionando lentamente, en este momento contiene un poco de vapor de agua, monóxido de carbono, bióxido de carbono, y cloruro de hidrógeno, mas hay muy poco o nada de nitrógeno libre ni de oxígeno libre. La atmósfera de un mundo en la edad volcánica presenta un espectáculo extraño. Además de los gases enumerados está recargada de numerosos gases volcánicos y, a medida que se desarrolla la zona de aire, con los productos de combustión de las tupidas lluvias meteóricas que constantemente se precipitan sobre la superficie del planeta. Tal combustión meteórica mantiene el oxígeno atmosférico casi agotado, y el ritmo de bombardeo meteórico sigue siendo tremendo.

57:7.7 (659.6) Finalmente la atmósfera se asentó más y se enfrió suficientemente para dar comienzo a la precipitación de lluvia sobre la candente superficie rocosa del planeta. Por miles de años Urantia quedó envuelta en un vasto y continuo manto de vapor. Durante estas edades jamás brilló el sol sobre la superficie terrestre.

57:7.8 (659.7) Mucho del carbono de la atmósfera se separó para formar los carbonatos de los varios metales que abundaban en las capas superficiales del planeta. Más adelante, mayores cantidades de estos gases carbónicos fueron consumidos por la fecunda flora primitiva.

57:7.9 (660.1) Incluso en los períodos posteriores, los flujos de lava y los meteoros entrantes agotaban casi completamente el oxígeno del aire. Aun los primeros depósitos del océano primitivo que pronto aparecerían, no contenían piedras de colores ni esquistos. Durante mucho tiempo tras la aparición de este océano, no había casi oxígeno libre en la atmósfera; y no se dio en cantidades significativas hasta que, más tarde, lo generaron las algas marinas y otras formas de vida vegetal.

57:7.10 (660.2) La atmósfera primitiva del planeta de la edad volcánica ofrece poca protección contra los impactos de los choques de los enjambres meteóricos. Millones y millones de meteoros pueden penetrar tal zona de aire para chocar contra la corteza planetaria en forma de cuerpos sólidos. Mas al pasar el tiempo, cada vez menos de éstos resultan lo bastante grandes para resistir al escudo de fricción cada día más fuerte de la atmósfera rica en oxígeno de las eras posteriores.

 

.....

 

 

 

Enlace al libro completo de URANTIA

 

 

 

 

 

 

PAGINA WEB DEL MAESTRO TIBETANO Y ALICE ANN BAILEY

 

 

REVISTA  NIVEL 2   EN FACEBOOK

 

 

REVISTA NIVEL 2 NÚM. 31 MAYO 2022

 

 

 

 


 


Descargas gratuitas

 


SarSas

EL CAMINO DEL MAGO

(D. Salvador Navarro-Quintín)


Ensayo

 




 

Poesía

 

Atrapando la luz




 

Novela

 



De amor y de odio

 

 

 

 

 

REVISTA ALCORAC

 

Encuentro con las Hadas Xavier Penelas

N. G. S. M.



ASOCIACION VICENTE BELTRÁN ANGLADA

 

 
 
 
 
LIBROS AZULES
 
 

La Cueva de los Cuentos