UN GRAN TRABAJO GRUPAL LA CONSTRUCCIÓN DEL ANTAKARANA
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Mediante lo que aquí presentamos, destinado a todos los discípulos que se encuentran a la altura de la oportunidad ofrecida, no pretendemos de modo alguno reemplazar al único texto en donde puede estudiarse este tema, “Los Rayos y las Iniciaciones” del Sr. D.K.. Por el contrario, sólo deseamos indicar un tipo práctico de ordenamiento de la tarea a realizar, guiando (si nos podemos tomar tal atribución), a quienes después de haber estudiado concienzudamente la citada obra están dispuestos a colaborar en la tamaña obra espiritual de construir el antakarana grupal, parte del arco iris planetario y el único método para acceder concientemente a la Vida desde la forma, donde hoy nos encontramos.
La síntesis que aquí presentamos no es, como es fácil darse cuenta, un trabajo que no pueda perfeccionarse, sino que posiblemente el estudiante dedicado y consagrado encontrará que es grandemente perfectible y sintetizable de diferentes modos y aspectos.
No obstante siguiendo lo que aquí decimos y persistiendo durante el tiempo necesario se obtendrá el resultado deseado, con el consiguiente beneficio personal, grupal y humano. El éxito puede demorarse (o no) mucho tiempo lo cual ha de servir al estudiante consagrado para un constante y renovado esfuerzo y no para el desaliento.
Debe recordarse que quien sigue el Sendero hollado por los Grandes Seres llegará a ser uno de Ellos; de lo contrario el regreso a la vida mundana lo espera, hasta que en futuras encarnaciones logre mejor comprensión del proceso viviente y evolucionante en que todos los átomos del Universo nos encontramos.
Llega un momento en que el nivel de comprensión alcanzado y la Buena Voluntad, que no es sino amor impulsivo, nos lanzan hacia un Trabajo colaborador con la Vida Divina; esto siempre debe recordarse. Así surge en la conciencia del discípulo la necesidad de construir conscientemente el antakarana.
Esta presentación no es resultado de la improvisación de un ansioso espejismo de llegar a ser más espiritual, como podría pensarse, sino el resultado del estudio rítmico que grupal y secuencialmente hemos seguido durante algunos años.
Por lo tanto, si eres un discípulo y puedes captar comprensivamente lo que decimos y tratamos de hacer, hazlo con nosotros y colaborarás en una magna obra.
No es posible demostrar hoy y aquí que lo que decimos es una verdad oculta para la mayoría de los hombres encarnados, ni tampoco podemos hacer otra cosa que insinuar e insistir para que muchos comprendan el destino del ser humano que va despertando lentamente a la Vida. El transcurrir del tiempo dirá si lo que decimos es o no así.
E.C.
09/2003
| TRABAJO NÚMERO 1 |
INDICE Y ORIENTACIÓN
DEL
TRABAJO NECESARIO
Presentamos un ordenamiento de los muchos que pueden hacerse de la información necesaria para el estudiante que consagradamente trabaja en la obra espiritual de construcción del antakarana grupal.
No obstante el orden es uno solo; los muchos aparecen en los detalles, aunque en el fondo siempre es lo mismo, que esencialmente consiste en lo siguiente:
1-- Durante años hemos de transitar el camino de la Verdad practicando constantemente el difícil trabajo de dar, darse y brindarse en función de un creciente y desinteresado servicio.
2-- Debemos comprender que la Cruz nos señala el Camino que nos conduce a la Estrella de cinco puntos, no habiendo otro (18-444). Es la Cruz asignada a quienes comprenden y emprenden la tarea encomendada.
3-- Es necesario estudiar grupal y comprensivamente lo que se nos dice desde los Centros Avatáricos, recordando siempre que los cinco mandatos que de allí emanan (18-238/ss) están destinados a quienes tienen sutiles ojos para ver y adecuados oídos para oír. (“Cinco Mandatos Avatáricos”, en la tercera parte)
Con el tiempo y su benéfica actividad evolutiva, comprenderemos que el Sendero que nos conduce a este trabajo crecientemente espiritual ha de pasar por “el ojo de la aguja”, con lo que se simboliza el constante incremento y final humildad que debe ser cultivada hasta lograr su plena fructificación. Con sólo recordar que nadie que no actúe con pleno desapego podrá pasar por “el ojo de la guja”, nos damos cuenta de la magnitud del Trabajo que nos hemos comprometido a impulsar y a hacer.
El orden en que presentamos la información consta de dos partes a la cual se adicionará en el futuro una tercera en donde tendrá cabida los futuros trabajos (que seguramente serán muchos), sobre el tema.
Las dos partes que ahora presentamos son:
En la primera se colocaron temas generales y de detalles con fines de orientación con el objeto de guiar al estudiante en la búsqueda de los diversos temas que atañen al que nos ocupa; la segunda parte está dedicada al trabajo práctico de construir individual y grupalmente el puente de luz. La tercera parte, obviamente no está agregada en esta presentación ya que concierne al futuro.
En la primera presentación, que fue distribuida en el festival del N.G.S.M. (20/12/2003) nos hemos ocupado de las dos primeras partes; ahora hacemos lo mismo con la tercera, repitiendo las dos primeras con los mismos números de páginas y trabajos, aunque estos algo ampliados; consideramos que de ese modo se facilita la tarea.
Esta tercera parte no es sino una recopilación de trabajos no demasiados extensos relacionados todos con la construcción del antakarana; no obstante nos damos cuenta que, obviamente tal inclusión tiene limitaciones, ya que todo está relacionado con todo.
| trabajo número 2 |
INDICE DE LA PRIMERA PARTE
| Pág. |
Trab |
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| 2 |
1 |
Este trabajo y su meta visionaria. |
| 3 |
2 |
Índice y orientación del trabajo necesario. |
| 6 |
3 |
La construcción del antakarana es un proceso creador. |
| 7 |
4 |
La ciencia del antakarana....... 10/1998 |
| 8 |
5 |
El hombre debe convertirse en el antakarana. |
| 9 |
6 |
Todas las construcciones son planificadas. |
| 10 |
7 |
El proceso de la construcción planificada empleado por la Deidad (18-417/8) 11/1998. |
| 12 |
8 |
Construimos inconscientemente parte del antakarana (18-373). |
| 13 |
9 |
Las seis etapas o palabras (18-401/ss). |
| 14 |
10 |
Pensar con claridad sobre la intención de construir el antakarana (18-401). |
| 16 |
11 |
Intención (18-401). |
| 17 |
12 |
Visualización (18-402). |
| 18 |
13 |
Tres cualidades necesarias para proyectar el antakarana (18-405). |
| 19 |
14 |
Éxito en el proceso (18-415). |
| 20 |
15 |
Un tenue hilo (18-416/7). |
| 21 |
16 |
Por el antakarana podemos pasar de la vida a la Vida. |
| 22 |
17 |
Siete niveles de percepción (18-381/s)......... 7/1998 |
| 24 |
18 |
El plano mental es un río de siete energías manásicas que las debemos cruzar mediante un puente de luz, el antakarana (18-381)......... 10/2003 |
| 28 |
19 |
Proyección (18-413). |
| 29 |
20 |
Efectos producidos por la palabra de poder correctamente pronunciada (18-420). |
| 30 |
21 |
Palabras de poder (18-422/ss) |
| 31 |
22 |
La palabra de poder en la proyección del antakarana (Antiguo comentario) 18-419 11/2003 |
| 32 |
23 |
La modernización de las palabras y su poder (18-422/ss) |
| 33 |
24 |
Técnica de primer rayo (18-418). |
| 34 |
25 |
Inspiración (10-195)........ 9/1998 |
| 35 |
26 |
Técnica de segundo rayo (18-424). |
| 36 |
27 |
Técnica de tercer rayo (18-425/ss). |
| 37 |
28 |
Técnica de los rayos de atributos (18-426/s). |
| 38 |
29 |
Invocación y evocación (18-406) (18-427). |
| 39 |
30 |
Estabilización (18-407). |
| 40 |
31 |
Resurrección (18-407). |
| 41 |
32 |
El antakarana y la Cruz (18-444/5)....... 11/2003 |
| 42 |
33 |
El antakarana, fusión, tensión. Energías condicionantes.......11/2003 |
| 43 |
34 |
Antakarana. Encuentro, mezcla, tensión, creación, fusión, iniciación, crisis, adaptación (18-444/5).......11/2003 |
| 44 |
35 |
Antakarana y energía. |
| 45 |
36 |
El trabajo de triángulos y el antakarana planetario (18-223/232).......12/1998 |
Observación: El punto y la fecha indican que se trata de un escrito distribuido independientemente de esta presentación, antes o después de ella.
| Pág |
Trab |
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| 48 |
37 |
Decisión y pasos siguientes. |
| 49 |
38 |
La U.S.E. y un Gran Trabajo grupal, la construcción del antakarana. |
| 50 |
39 |
Antakarana, un puente de luz para unir la tríada espiritual con la personalidad. Pasos necesarios y ordenados para construir grupalmente el antakarana necesario para cruzar siete niveles de percepción, el río de energías mentales. Para recordar constantemente. |
| 56 |
40 |
Horario fijado para el trabajo grupal en sus inicios. |
| 57 |
41 |
El Puente de Luz en ejecución. |
Como puede verse, la primera parte se compone de diversos títulos (en total 36), que tratan el tema desde diversos ángulos de visión.
La segunda parte se refiere al trabajo práctico (con solamente cuatro títulos), teniendo en cuenta que el estudiante ha comprendido el contenido de todo lo anterior, así como también ha estudiado en el libro “Los Rayos y las Iniciaciones”, mediante las referencias indicadas y otras.
En la tercera parte se ha incorporado trabajos complementarios de lo expuesto en las dos primeras partes; esta incorporación se ubica por orden alfabético y la oportunidad de leerlos o estudiarlos, aunque es cualquiera, puede seguirse – si se desea hacerlo así – en un orden de temas vinculados, ya que algunas tienen por objeto continuar un tema que necesita más dilucidación. Por ejemplo, al leer en pág. 6 “La construcción del antakarana es un proceso creador” y a continuación “La ciencia del antakarana”, pág. 7, es conveniente continuar con lo mismo mediante “Todo ciclo es creador” que se encuentra en la tercera parte en la letra T.
La incorporación de escritos relacionados en esta parte, responde a que han sido expresamente citados en las páginas de las primera y segunda partes:
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Pág |
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| 58 |
C |
3 |
Cinco mandatos avatáricos. (18-237/ss) |
| 63 |
E |
6 |
El ciclo anual de actividades de la U.S.E. es un proceso creador. (2-236/ss) |
| 65 |
E |
8 |
El hombre es una creación planificada. |
| 66 |
E |
16 |
El proceso creador y su diagramación. |
| 67 |
E |
8 |
Errores, dolores, sufrimientos. |
| 68 |
L |
16 |
La intención surge como una necesidad. |
| 70 |
N |
12 |
Nos encontramos en condiciones de construir conscientemente el antakarana. |
| 72 |
P |
15 |
Pascua y la vida ascendente. |
| 75 |
P |
15 |
Pascua, triple símbolo y cuádruple representación. |
| 80 |
P |
18 |
Poder de renunciamiento. |
| 82 |
R |
6 |
Respiración, pulsación, ritmo. |
| 89 |
S |
6 |
Sonido y palabras son procesos creadores. |
| 93 |
S |
6 |
Sutratma y antakarana. |
| 94 |
T |
6 |
Todo ciclo es creador. |
| 97 |
T |
21 |
Todos los átomos del Universo oportunamente han de construir su propio antakarana y pasar por el desde los niveles inferiores de la vida a la Vida. |
| 99 |
T |
17 |
Trabajar visualizando. |
| 101 |
T |
18 |
Trasmutación del conocimiento en sabiduría. |
LA CONSTRUCCIÓN DEL ANTAKARANA
ES UN PROCESO CREADOR
La construcción del antakarana es un proceso creador y por lo tanto se han de cumplir las cuatro o tres etapas de todos los trabajos (pues todos son creadores), como se indica en “La Ciencia del Antakarana”, escrito hace algunos años.
Al distribuirlo en octubre de 1.998 en la U.S.E., ya existía de parte nuestra, la intención de que en pocos años más nos lanzaríamos a esta magna empresa. Lo dicho allí es una presentación general del proceso creador y puede verse que el gran trabajo de invocación y evocación figura en todo el ciclo, porque la tensión y el esfuerzo las producen. A fin de facilitar la tarea del estudiante lo presentamos en las páginas siguientes.
No es una tarea de pocos días o meses, sino que en general demandará muchos ciclos de trabajo, lo cual debe servirnos para incentivar el esfuerzo mejorándolo constantemente y no para desalentarnos.
Como puede verse en dicho trabajo “La Ciencia del Antakarana” figuran las siete palabras de poder, una para cada rayo, necesarias para impulsar el tendido del puente de luz con energía triadal mental, como más adelante se explica y como lo hace mucho más sabiamente el Sr. D.K.. Hace ya cinco años y aún mas que nuestra intención de impulsar el comienzo de la construcción del antakarana por el grupo unido y cada día más fusionado de la U.S.E. ya existía, razón por la cual fue distribuido dicho trabajo.
El proceso creador que es en sí uno, aunque puede ser considerado como compuesto de dos etapas, como lo hemos explicado en un trabajo anterior ( “Todo ciclo es creador 18-206” ), distribuido en junio del año 2000 y ahora agregado en la tercera parte de esta presentación. También puede ser dividido en tres o cuatro etapas o partes como lo decimos en el mismo trabajo mencionado, y como además el intervalo inferior puede ser tomado en cuenta como dual, se ve que los números 1,2,3,4,5 acompañan al proceso creador. No obstante dicho proceso es esencialmente séxtuple, razón por la cual se lo simboliza con la estrella de seis puntos, siendo también la razón por la cual la construcción del antakarana es dada en seis palabras que son seis episodios, etapas o partes del trabajo.
En la tercera parte hay uno o más trabajos relacionados a este tema:
“El ciclo anual de actividades de la U.S.E. es un proceso creador” (2-236/ss)
“Respiración, pulsación, ritmo”.
“Sonidos y palabras son procesos creadores”.
“Sutratma y antakarana”.
“Todo ciclo es creador”
Recomendamos sus lecturas.
E.C.
01/2004
LA CIENCIA DEL ANTAKARANA
En la extensa obra del Sr. D.K. se trata este tema desde distintos ángulos o puntos de vista; no existe otra bibliografía al respecto y antes de que fuera explicado el gran Trabajo de la construcción del puente por el mencionado Maestro de Sabiduría el tema era desconocido aún para discípulos consagrados y dedicados, salvo las ocasionales menciones que hizo H.P.B. en sus libros.
El estudio referente al tema se encuentra fundamentalmente en el libro “Los Rayos y las Iniciaciones” desde la página 364 a la 436, aunque se dice también mucho en “La Educación en la Nueva Era”, en “La Curación Esotérica” y en los dos tomos del “Discipulado en la Nueva Era”, sobre todo en el segundo de ellos.
Demás está agregar que la construcción del antakarana como técnica práctica, sólo podrá ser emprendida con éxito por quienes han caminado el sendero sirviendo, dando, practicando rectas relaciones e inofensividad, además de haber emprendido sabiamente la práctica de la meditación con el fin de mejorar las condiciones de vida de los individuos, los grupos, las naciones y la humanidad como un todo, y no para beneficiarse personalmente.
A continuación diagramamos el proceso que, como podemos darnos cuenta, es una meditación y por lo tanto aparecen cuatro etapas que desde otro punto de vista son solamente tres, por ser dual el intervalo.
(18-364/436)
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Véanse las seis palabras mediante las cuales el Sr. D.K. explica el Trabajo de construcción del antakarana (18-401/408).
Quien haya estudiado las páginas mencionadas en el acápite se habrá dado cuenta que la ciencia, y por lo tanto la construcción del antakarana es un reiterado proceso de respiración o meditación tal como lo hemos representado. Hasta que no se haya alcanzado un adecuado nivel de comprensión el gráfico anterior no podrá ser interpretado.
E.C.
10/1998
EL TRABAJO UNIVERSAL DE CREACION CRECE
CONSTANTEMENTE
Al haber aceptado que todos los átomos del Universo han pasado, están pasando o pasarán por la etapa humana y puesto que el hombre es creador, se evidencia que no solamente la Creación Universal crece constantemente, sino que lo hace triplemente: Crece la cantidad de creadores que permanentemente actúan como tales, al mismo tiempo que el trabajo de cada uno se acrecienta indefinidamente, tanto en lo abarcante como en los detalles de lo creado.
Nosotros los hombres, estamos en el camino y nos encontramos en un punto obligatorio del proceso evolucionante, nos estamos despertando de un largo sueño en el que estuvimos y aún estamos sumidos durante edades, despertar que llamamos desarrollo de la autoconciencia; lograda esta autoconciencia, otras edades nos esperan en el futuro en que cada vez más despiertos y consagrados seremos entidades totalmente dedicadas al bien Universal.
Por lo dicho se comprende que la Vida, que avanza hacía una excelcitud de la que desconocemos su meta, cada día nos impulsa hacia una mayor y mejor comprensión del Propósito Divino, y en ese trabajo nos encontramos, no desde que somos discípulos u hombres, sino desde siempre. El camino a recorrer es conocido y lo mismo ocurre con los senderos que los átomos que en etapas más primitivas o anteriores a las del hombre también han de recorrer, son senderos concocidos y poco distintos de los anteriores hollados por otros entes del mismo tipo.
Por lo tanto, los reinos inferiores que conocemos y aún los que no conocemos, todos han de avanzar evolutivamente con la misma meta; se evidencia entonces que los átomos llevan la esencia divina adentro; no obstante, en la etapa de hombre por primera vez esa escencia divina es individual, lo cual lo especificamos diciendo que el hombre es un átomo individualizado.
La creación del antakarana por cada hombre es el paso para llegar él y su grupo a niveles sutiles desde la burda materia; puede verse entonces que el hombre es en sí el antakarana mismo. Cuando así lo comprende y tal comprensión cala hondo en su consciente individualidad sintiéndose simultáneamente parte de un Todo mucho mayor y abarcante al que va conociendo cada día mejor, entonces capta sin lugar a dudas que él mismo es el puente, él es el sendero; así llega a la comprensión de que siendo él el camino, ya no está aquí ni allá sino en todo su recorrido. El Sendero, el Camino, el Antakarana, el Arco Iris, el Puente, como queramos llamarlo es largo y el discípulo puede exclamar: “ese soy yo, por lo tanto estoy y soy, aquí y allí, lo cual indica que viajo de modo instantáneo”.
Viendo las cosas desde otro ángulo “no es que el hombre debe convertirse en el antakarana”, sino que ha de llegar a su conciencia -en algún momento- la comprensión y aceptación de que es así, como siempre lo fue, porque el hombre es un ser creado y uno de los objetivos de tal creación es que vincule lo material con lo espiritual, siendo el antakarana mismo. Al darse cuenta de esto, el estudiante captará comprensivamente la importante diferencia entre el ser humano y el hombre y ya no le resultará confuso el concepto de que el ser humano guía al hombre durante edades, hasta alcanzar la redención.
Sobre este tema en la tercera parte con el título “El hombre es una creación planificada” puede obtenerse más información. También puede leerse “Errores, dolores, sufrimientos”.
E.C.
01/2004
El proceso de toda construcción es planificado; debe ser y es como el empleado por la Deidad y por lo tanto es conveniente estudiar tal proceso séptuple que se encuentra tratado en (18-417/8) y también en el trabajo de las páginas siguientes.
Si el estudiante cree que puede hacer algo distintamente planificado (y que, por lo tanto no responderá a la Verdad), no lo logrará. Posiblementre se engañará a sí mismo durante un tiempo, aceptando que lo logró; luego se dará cuenta que fue sólo una ilusión que fugazmente desapareció, quedando solamente el amargo sabor del tiempo perdido.
El Plan es uno, el Propósito está detrás del Plan y lo sustenta; la Voluntad de Dios o de los Grandes Seres se expresa de ese modo.
“Sé humilde, inofensivo, conviértete en un Servidor, huella el Sendero del trabajo desinteresado y amoroso y entonces construirás con la divina planificación dentro del plan de Dios. No haciéndolo así, no lo lograrás, construyendo solamente de modo efímero y con poco valor”.
Hemos dicho que es conveniente estudiar el proceso séptuple de toda construcción planificada, con lo que el estudiante puede confundirse ya que el trabajo de creación y construcción es fundamentalmente séxtuple, como lo hemos dicho en páginas anteriores.
Para evitar o disminuir tal confusión repetimos:
Todo proceso creador es séxtuple y al llevarlo a cabo, los números 1,2,3,4,5 están también implicados en el trabajo. No obstante los rayos son siete y al crear y construir, cada rayo lo hace a su modo, aunque siempre dentro de la sextuplicidad del proceso.
La creación y construcción es séxtuple pero los ejecutores son siete. El método para cada uno es Uno, aunque resulta ser séxtuple, pero al aplicar la metodología son siete.
Esto que decimos es especialmente importante en la época que estamos viviendo en la que el sexto rayo está en retirada y el séptimo avanza, llevando a cabo el trabajo como Luz Suprema; este rayo y su trabajo son actualmente de tal influencia que constantemente aumenta el número de almas y personalidades de los hombres determinadas a colaborar en el gran trabajo de satisfacer la necesidad inmediata”.
E.C.
12/2003
TRABAJO NÚMERO 6
EL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN PLANIFICADA
EMPLEADO POR LA DEIDAD
(18- 417/8)
Los siete rayos constituyen la séptuple expresión de la conciencia divina, por lo que es fácil darse cuenta que en el proceso de construcción los siete trabajan planificada y complementariamente. De esto no tenemos la menor duda, y al leerlo en las mencionadas páginas, volvemos a reflexionar sobre la maravilla del proceso divino en todos sus aspectos, así como en la necesidad de esforzarnos para lograr un paulatino acercamiento a esa excelsa condición.
El Sr. D.K. dice en las mencionadas páginas al referirse al trabajo que le ha significado el comunicarnos uno de los párrafos de “un antiguo libro perteneciente a los Archivos de los Maestros”:
“No ha sido fácil poner en términos y palabras modernas estas ideas abstrusas expresadas en el lenguaje y simbolismo más arcaico. Solo he expresado la idea general, la colaboración de los siete rayos en los procesos de construcción empleados por la Deidad y su interacción planificada, en pequeña escala, infinitesimal en comparación con el gran Todo”.
Nos damos cuenta del esfuerzo necesario para que la sabiduría nos llegue por algún camino, impedidos como estamos por “los velos de maya” para ver y oir en esos excelsos ámbitos donde viven los Maestros de Sabiduría. Y también nosotros nos esforzamos para que el trabajo de dilucidación cumpla su función, razón por la cual escribimos este trabajo.
Hemos observado que el citado párrafo del antiguo libro de los Archivos de los Maestros es conveniente sea aclarado un poco más con el fin de obviar lo que podríamos llamar pequeñas fallas o descuidos en la redacción en castellano, así como también para poner énfasis en siete palabras que tienen que ver con la parte que le corresponde a cada rayo en toda construcción planificada. Estas palabras son:
Correcta valoración.
Positivismo.
Adaptación.
Correcto conflicto.
Visión.
Dedicación.
Fusión.
Aunque no explícitamente, estas siete palabras están contenidas en el mencionado párrafo extraído y traducido por el Sr. D.K., e indican la parte del trabajo planificado que le corresponde a cada uno de los siete rayos en el proceso de construcción. A continuación lo transcribimos como entendemos debiera estar, con lo que queda claro que la interpretación nos ha significado varios momentos de reflexión antes de asumir la responsabilidad de cambiar (aunque mínimamente) una frase en singular por otra en plural y algunas otras pocas palabras.
“la tarea del iniciado de primer rayo es la CORRECTA VALORACIÓN; la meta del iniciado de segundo rayo es obtener POSITIVISMO en la acción. Aquél que trabaja con el tercer rayo debe alcanzar mediante la ADAPTABILIDAD el sendero que va de aquí para allá. El iniciado de cuarto rayo llega al aspecto voluntad cuando el CORRECTO CONFLICTO ocupa su lugar y no produce indebida Preocupación. Estas cuatro necesarias actividades señalan la meta para el hombre llevándolo al punto inferior de conciencia (lucha entre pares de opuestos).
Los rayos que corresponden a la VISIÓN y a la DEDICACIÓN señalan el camino directo para evocar la voluntad de continuar y fusionar el amor de Dios, el amor del hombre y cuanto alienta el propósito subyacente en todo, y, para este propósito y consumación terrena el séptimo rayo dedica todo lo que posee, el poder de FUSIONAR lo de arriba con lo de abajo.”
Como se observa al leer y comparar, hemos cambiado pequeñas cosas con el fin de dilucidar lo que se quiere expresar; y resumiendo se evidencia que las siete palabras interpretan, aunque no con total exactitud, el trabajo de cada uno de los siete rayos.
Cuando tratamos de construir aquello que debe expresar nuestra voluntad de servir, debemos hacer lo mismo que hace la Deidad, y para ello también necesitamos trabajar con los siete rayos del alma, aunque siempre uno predomina, como bien sabemos. Lo mismo ocurre con la Deidad en que, como también sabemos, predomina el segundo por ser el del Logos Solar.
El hombre es creador y el trabajo de construcción no es sino la necesaria creación para servir al plan de Dios; por lo tanto debemos hacerlo tomando en cuenta las mismas ideas.
Por lo dicho, recomendamos reflexionar sobre esas siete palabras, las cuales deberían expresar desde ahora el proceso de creación consciente del estudiante reflexivo y acrecentadamente dedicado que trata de acercarse cada día más al modelo divino de creación.
Para terminar podemos agregar los siguientes conceptos:
1.< La CORRECTA VALORACIÓN tiene por objeto eliminar lo que quedó obsoleto y construir lo nuevo sobre lo aprovechable de lo anterior.
2.< El POSITIVISMO es necesario ya que se es positivo cuando se da o se ejerce necesaria influencia para lograr establecer relaciones o vínculos.
3.< Construir un camino de aquí para allá es ADAPTAR las formas a las nuevas necesidades, haciéndolo con inteligencia.
4.< El CORRECTO CONFLICTO es necesario para obtener armonía lográndose la cualidad, punto medio entre la virtud y el vicio.
5.< La necesaria VISIÓN es el resultado de la mente iluminada.
6.< La DEDICACIÓN se desarrolla al tener como base para el trabajo la simiente de una idea divina.
7.< La FUSIÓN es la meta de toda la evolución; la diversidad termina fusionada y sintetizada en el UNO UNIVERSAL.
E.C.
11/1998
TRABAJO NÚMERO 7
CONSTRUIMOS INCONSCIENTEMENTE PARTE
DEL ANTAKARANA (18-373)
El arco iris tiene tramos que los construimos sin darnos cuenta; constituyen el camino hasta llegar al gran puente para pasar por sobre el río de la mente. Antes de llegar allí debemos construir puentes menores, sin los cuales sería imposible “llevar los materiales” (por decirlo metafóricamente) al lugar indicado, para comenzar el trabajo mayor.
Mediante estas construcciones menores unimos el cuerpo físico etérico con el denso, luego estos dos con el astral. Más adelante unimos los tres con el mental inferior y posteriormente se unifica todo en el rayo de la personalidad. Este último rayo finalmente se subordina al rayo egoico, con lo que todo el sistema, alma - personalidad queda sintetizado en el rayo del alma.
Este trabajo lo hacemos durante nuestro largo deambular por los tres mundos; los átomos permanentes y la unidad mental, impulsados y dirigidos por el alma hacen el increíble trabajo mágico de trasmutar la experiencia en cualidades del alma del hombre, que se plasman en el colorido y el sonido del cuerpo egoico.
Cuando el estudiante ha llegado a este punto, se encuentra preparado para construir conscientemente el “antakarana de dos tramos y tres pilares”, como lo presentamos más adelante. Así, cuando el hombre, el cuarto reino de la naturaleza, se esfuerza en expresarse con el tres y el dos comienza a comprender porqué el 4 el 3 y el 2 seguidos o no de ceros, no fallan nunca el dividir el tiempo, obteniéndose los Yugas y sus múltiplos y submúltiplos.
Sin embargo no debemos materializar en demasía lo que decimos, sino que estos modos de presentar el tan esotérico tema de la construcción del arco iris, tiene por objeto decirlo de algún modo entendible (hasta cierto punto), por lo que luego debemos considerar el trabajo desde el punto de vista espiritual en que debe llevarse a cabo. La humanidad y todos nosotros como parte de ella, tenemos el antiguo hábito de materializarlo todo, lo cual constituye un impedimento; esto debe ser comprendido y el estudiante ha de controlar constantemente esta tendencia la cual a veces ayuda y otras veces impide.
Precisamente la construcción de “Los dos tramos con los tres pilares” es el tema que nos ocupa; se evidencia que al efectuarlo conscientemente debemos seguir una determinada técnica llevando el esfuerzo, dentro de dicha metodología, a la mejor eficacia. Esto se logra en un proceso continuado que para mejor comprensión se define con seis palabras, como es presentado en las páginas siguientes.
Es importante captar (como cuando se estudia meditación), que si un proceso es continuado y uno solo, y no obstante lo consideramos dividido en varias etapas (en el caso de la construcción del antakarana, son etapas definidas por palabras), es sólo para que sea intelectualmente entendido, y no para enfatizar que en el proceso necesariamente se deben oportunamente separar las partes.
Sobre este tema podemos encontrar en la tercera parte del trabajo “Nos encontramos en condiciones de construir conscientemente el antakarana”.
E.C.
8/2003
LAS SEIS ETAPAS O PALABRAS (18-401/ss) Como puede comprenderse
después de haber leído los siete métodos (que son en verdad uno solo), del
proceso de la construcción planificada llevado a cabo por la Deidad, la construcción
del antakarana debe hacerse del mismo modo y habrá diferencias entre los métodos
de cada uno de los rayos, aunque lo único que cambia es la palabra de poder
emitida en la etapa de proyección. En lo demás todos los discípulos, cualesquiera
sean sus rayos, siguen la misma secuencia, y el método de trabajo puede describirse
con las seis palabras siguientes:
Intención (18-401)
Visualización (18-402)
Proyección (18-404)
Invocación y Evocación (18-406 y 18-427)
Estabilización (18-407)
Resurrección (18-407)
La descripción de lo que en cada etapa o palabra se debe hacer se encuentra
en las páginas mencionadas como también más adelante en páginas siguientes
de este conjunto de trabajos.
Si recordamos como debe cumplimentarse “todo proceso creador planificado (ver
pág. 10) y tampoco olvidamos que la construcción consciente del antakarana
es precisamente un proceso planificado conscientemente” por el discípulo,
el cual a su vez debe hacerlo porque la Vida lo exige, comprenderemos sin
ninguna duda, que el trabajo está regido por el número seis. Este número,
que tiene que ver con el plano astral (y también el astral cósmico, el del
amor puro), nos indica claramente que sin la imaginación creadora (la síntesis
y final logro de todo el trabajo astral efectuado durante edades), no podría
llevarse a cabo. He ahí, por si el estudiante lo quiere saber, porque él,
como todos los hombres tienen que actuar tantos años en dicho plano de las
emociones y los sentimientos, y porque no puede ser obviada esta experiencia
ni aún por las razas como un todo, justificándose el paso por la atlante.
Puede verse la importancia que ha de darse al correcto desarrollo de la imaginación,
máxime al comprender que la Vida puede manifestarse ( y así lo hace), debido
a la creación, de lo contrario no podría ser.
Sobre este tema hay varios trabajos vinculados en la primera y tercera partes,
que es conveniente leerlos, como –obviamente también es conveniente estudiar-
lo que dice el Sr. D.K. en las páginas mencionadas. E.C. 10/2003 TRABAJO NÚMERO
9
DE CONSTRUIR EL ANTAKARANA (18 - 401)
En el trabajo sobre los “Pasos necesarios y ordenados para construir grupalmente
el Antakarana” (recientemente distribuido), el título elegido para reflexionar
hoy es el del párrafo número 17; obviamente, como todo el tema se encuentra
en el libro “Los Rayos y las Iniciaciones”, el estudiante puede consultarlo
y estudiarlo allí.
Al darnos cuenta de lo que se nos quiere decir en el mencionado párrafo, se
evidencia que hemos de repasar una vez más los motivos que generan la “intención”,
el primer trabajo a efectuar para la proyección del puente de luz. Por lo
tanto surgen varias preguntas, una fundamentada en la Necesidad o no de hacerlo
y las otras en si estamos o no en condiciones de intentarlo como también si
es conveniente o inconveniente realizar el esfuerzo necesario.
Hoy, al escribir este trabajo nos referimos únicamente a la Necesidad o no
de construir el arco iris, dejando las otras preguntas para mas adelante,
que es ni mas ni menos, el fundamento de todo el gran trabajo grupal que nos
hemos impuesto. Al sólo mencionar el tema nos vienen a la mente las palabras
“Libertad” y “Pascua” debido a la relación tan clara que sabemos que existe
entre el otro lado del río de la mente (con la posibilidad de acceder a el),
y el conocido e inferior mundo de los hombres triples, mundo que conocemos
y del cual ya poco o casi nada de valor podemos extraer desde el ángulo de
la sabiduría, aunque todavía resulte ser muy útil del punto de vista experimental
para desarrollar el poder de dar, de servir, de ser humildes e inofensivos.
El tema nos vincula fundamentalmente con la libertad, palabra ésta que expresa
mucho más de lo que a un primer análisis aparenta significar. Vemos que la
libertad es lo primero que debe tomarse en cuenta en el año espiritual para
que se logre el objetivo de anu, la partícula. Fue simbolizado por Cristo-Jesús,
para lo cual Jesús fue privado de La existencia en la Cruz, con lo que Él,
el maestro Jesús alcanzó los niveles sutiles de la Vida, logrando la libertad
que le dió y le da el antakarana por Él construido; obtuvo la Resurrección,
después de haber deambulado durante edades por el mundo de los hombres encarnados.
Debemos captar con toda claridad que no se trata de considerar el tema desde
el ángulo emocional sintiéndose atraído por un campo amplio y luminoso frente
al estrecho mundo de los niveles de maya. Ha de tenerse en cuenta, sin que
exista la menor simiente de duda, que no debemos dejarnos engañar por el espejismo
o la ilusión, sino que hemos de reflexionar con absoluta sinceridad de propósito
sobre el trabajo de servir y ser acrecentadamente más útiles a los grandes
seres.
Por lo tanto la construcción del puente de luz debe liberarnos del mundo de
los hombres encarnados desde el momento que ya no lo necesitamos para nosotros,
sino solamente para venir a servir y a ayudar a trasmutar a quienes están
a la altura de la oportunidad; de no ser ese el fundamento de nuestra intención,
será espúreo y debemos cambiar constantemente hasta lograr día a día, en un
constante esfuerzo, mayor pureza en la intención.
Jesús actuando en el mundo de los hombres y Cristo en los niveles sutiles,
simbolizaron y actualmente simbolizan la personalidad y el alma; en Pascua
se reitera todos los años la muerte física de Jesús el cual alcanza la cuarta
iniciación debido a la liberación de la tiranía en los tres mundos, y Cristo
que ya estaba en los niveles mentales superiores es impulsado a los niveles
búdicos. La analogía es exacta con lo que sucede con la personalidad y el
alma del hombre: Personalidad
– Jesús - deja la existencia mundana y llega a los niveles mentales superiores,
donde se encuentra el alma. Alma
– Cristo – deja los niveles mentales superiores y es ascendido a los niveles
búdicos.
Cuando uno recibe la cuarta iniciación, el otro alcanza la quinta. Ambos habían
construido el antakarana y lograron, cada uno en su nivel, la necesaria liberación;
Jesús logra la Resurrección pasando al campo de la Vida, y Cristo pasa a ser
esencia búdica de los burdos niveles del mundo de los hombres. En posteriores
episodios, unido al mismo y continuado simbolismo, Jesús recibe la quinta
iniciación y Cristo la sexta y aún la mitad de la séptima.
Aunque sobre el tema que nos ocupa, que es el párrafo número diecisiete del
trabajo mencionado, pueden dilucidarse muchas otras posibles interpretaciones,
nos limitamos a lo dicho, respetando la conveniente brevedad que se requiere
con cada expresión de reflexión centralizada. E.C. 10/2003
Como decimos al comienzo de este trabajo; el tema tratado aquí ha surgido
del párrafo 17 de “Pasos necesarios y ordenados para construir grupalmente
el antakarana”, que el estudiante lo puede ver en la segunda parte de “este
conjunto de puntos de vista” que ahora presentamos sobre la proyección del
puente de luz. Se comprende que al pensar con claridad en la obra que nos
hemos propuesto, debemos hacerlo cada día más consagrada y dedicadamente,
lo cual implica un creciente enfoque en el cumplimiento del plan y una mayor
captación del propósito que lo sustenta. Para lograrlo deben ser desarrolladas
las siguientes virtudes y/o cualidades: humildad, inofensividad, capacidad
de dar, estudio y concentración en temas espirituales e integración grupal,
además de otras que constituyen esencialidades básicas como el constante mejoramiento
del carácter.
Sobre Pascua y el trabajo de liberación pueden leerse varios escritos, entre
ellos:
“Pascua, la vida ascendente”
“Pascua, triple símbolo y cuádruple representación”. E.C. 01/2004 INTENCIÓN (18 - 401) 1- Lograr correcta
orientación debiendo efectuarse en dos etapas: a- Hacia el alma,
como aspecto de la energía constructora. b- Hacia la tríada
espiritual. 2- Comprensión mental
de la tarea a realizarse, lo cual involucra el empleo de la mente de dos maneras: a- Respuesta a la
impresión búdica. b- Actuación de la
imaginación creadora. 3- Reunir las fuerzas
y energías necesarias y confinarlas dentro de “un círculo no se pasa” 4- Luego pensar con
claridad sobre el proceso de la intención. El proceso debe ser reconocido
como es. 5- Mantener firmemente
la tensión sin ejercer presión sobre las células cerebrales. 6- Durante un período
pensar con claridad sobre la etapa de Intención, lo que significa la parte
inicial y fundamental de todo el trabajo de construcción del antakarana. Observación:
Cuando durante el proceso se está ansioso por alcanzar éxito o egoístamente
inspirado, habrá presión sobre las células cerebrales. El trabajo debe hacerse
con la mas pura elevación e inegoismo. La
intención, que en el trabajo “La ciencia del antakarana” (pág 7) vemos que
se considera ubicada en la etapa de inhalación, sin embargo no ha de ser tenido
en cuenta exactamente así, sino que lo expuesto responde como es fácil darse
cuenta a un modo de presentarlo, lo cual aunque está bien, merece más dilucidación.
Por eso en la tercera parte con el título “El proceso creador y su diagramación”
tratamos de aclarar lo que decimos. En
la vida del discípulo y de todo estudiante que lentamente va despertando,
durante cierto o mucho tiempo no toma en cuenta participar en la empresa de
construir conscientemente el antakarana. No obstante llega un día en que la
creciente consagración y de colaboración con los grandes seres impacta suficientemente
fuerte en su conciencia y capta firmemente que debe participar en dicho trabajo,
al mismo tiempo que reflexiona y se pregunta porqué no se habrá dado cuenta
antes. En él se ha generado la “intención”, que podemos decir que depende
de su nivel evolutivo alcanzado. No
podemos decir “tengo la intención de participar en la construcción consciente
del antakarana” y con esa firme determinación generar dicha intención; lo
que podemos hacer –y esto es importante- consiste en esforzarnos para aprender
a dar, a servir, a ser humildes e inofensivos, además de estudiar y tratar
de comprender; al hacer esto, llega un momento en que “verdaderamente tenemos
la intención” de construir conscientemente el antakarana. El
trabajo “La intención surge como una necesidad” agregado en la tercera parte
se refiere a este mismo tema. E.C. 8/2003 (18 – 402) 1- Esforzarse por
visualizar el proceso: a- Imaginar lo que
se desea hacer, lo que estamos haciendo (18-403). b- Porqué debe hacerlo. c- Cuales son
las etapas del trabajo. d- Cuales son los
efectos resultantes de su planeada actividad. e- Con cuales materiales
debe trabajar. 2- Establecer una
definida relación entre el nivel búdico y la imaginación creadora. a- Esforzarse para
establecer dicha relación, mediante la imaginación y la visualización. b- Mantener la sustancia
acumulada para el trabajo dentro “del círculo no se pasa”, conservando la
necesaria tensión. La
tensión –que no es la tensionada y nerviosa personalidad del hombre- es generadora
del trabajo creador; el Sr. D.K. nos dice que debe recordarse que “la tensión
en lo inferior produce la atención de lo superior”, y hemos de tener presente
que la tensión es o produce invocación, con lo que la atención de lo superior
es evocación hacia lo inferior. La
imaginación es el resultado del enfoque del hombre en el nivel más elevado
del plano astral; es, podríamos decir la epifanía lograda después de innumerables
años de experimentos en los mundos inferiores del humano vivir. El hombre
es creador y en él se desarrolla la imaginación que, lógicamente es un importante
factor necesario para la creación; lo es porque el plano astral interactúa
con los niveles búdicos inferiores ubicados del otro lado del río de la mente.
Al hacerlo se activa el plano mental ubicado entre ambos, y el proceso creador
también entra en actividad. Al
producirse lo antedicho puede actuar la visualización que es el trabajo de
revestir con sustancia etérica (luz) lo imaginado. El
discípulo que se consagra crecientemente, haría bien en considerar esto que
decimos, promocionando en sí mismo y en sus allegados el constante desarrollo
de la imaginación. En esto puede verse porqué a la civilización del hombre
le está permitido que aparezca el así llamado arte y porqué se dice que el
arte es creador, aunque en verdad sabemos que no lo es, sino que consiste
en un mecanismo para que el hombre en determinadas encarnaciones desarrolle
preferentemente la imaginación, la cual es un factor de gran importancia para
la creación. Meditando
en lo que decimos se comprenderán muchos detalles de las expresiones ocultas
que el hombre sabio las emite y quienes no están suficientemente preparados
las rechazan. Sobre
este tema puede leerse el escrito “Trabajar visualizando”, agregado en la
tercera parte. E.C. 8/2003
Trabajo nº 12 EL ANTAKARANA (18 – 405) Al
analizar la tercera etapa en la construcción consciente del antakarana, el
Sr..D.K. dice: “antes
de que el puente pueda ser verdaderamente construido y proyectado en el camino
ascendente proporcionando un paso seguro para el cansado peregrino”, “los
pétalos del sacrificio del loto egoico deben asumir el control en la vida
del hombre”. A continuación se expresa que eso ocurre únicamente cuando tres
cualidades adornan el peregrino en el Camino: a- Ha trasmutado
el conocimiento en sabiduría. (“Trasmutación del conocimiento en sabiduría”,
en la tercera parte) b- Constantemente
se acrecienta su Amor por el Todo. c- Ha obtenido
suficiente poder de renunciamiento. (“Poder de renunciamiento”, en la tercera
parte) Estas
tres cualidades egoicas, cuando han adquirido cierta potencia “producen acrecentada
actividad en el mismo centro de la Vida del alma”. Este centro es el “corazón
del loto”, lugar donde se encuentra la mónada, lo más elevado del ser humano. Es
la joya en el cuerpo crístico del hombre. Las
tres cualidades mencionadas requieren que en el discípulo se haya desarrollado
una creciente comprensión del significado de la palabra sacrificio, que lo
podemos describir del modo siguiente: 1-
Sacrificio no es un proceso de abandono o renunciamiento de todo aquello
que en la vida es digno de vivirse. 2-
Sacrificio es la obtención de un estado de éxtasis o bienaventuranza. 3-
Es el reconocimiento de la Voluntad al Bien, aspecto hasta entonces
desconocido y ahora comprendido y asimilado tanto por el alma como por la
personalidad. La
Voluntad al Bien, una vez reconocida por lo que es, “hace posible e inevitable
la creación consciente, que es la verdadera causa de la manifestación”. La
Voluntad es una energía muy bien resguardada y el discípulo se acerca constantemente
a ella mediante su progreso en el Sendero, avanzando hacia la creciente luz.
Y cuando ha cumplimentado las tres cualidades mencionadas, y habiendo comprendido
que la Voluntad al Bien debe ser permanentemente la meta que ha de coronar
su cotidiano vivir, entonces puede hacer que su Voluntad se evoque. Antes
no podrá lograr su evocación, aunque ello no lo debe desalentar, recordando
siempre el valor que tiene el esfuerzo realizado hacia el avance en la obtención
de creciente Amor al Todo. Por
lo dicho, puede comprenderse que la proyección del sendero de Luz o puente
hacia la vida espiritual, sólo puede ser definidamente lograda por quienes
no solamente reflexionan sobre lo expuesto sino que además se han esforzado
y se esfuerzan por hacer suyos esos conceptos, asimilándolos y cumplimentándolos;
se evidencia porqué el Sr. D.K. manifiesta en 18-404 que la etapa de proyección
es la más ardua en el trabajo de construcción de dicho puente, el único medio
por el cual podemos acceder a la vida superior. Que
este trabajo ayude a los estudiantes que unidos y fusionados con el propósito
grupal de emprender la magna empresa constructiva mencionada, es nuestro anhelo. E.C. 8/2003 ÉXITO EN EL PROCESO (18 – 415)
La construcción consciente del antakarana es un proceso que lleva tiempo para
obtener éxito; no es un trabajo en que con poco esfuerzo se logran los fines
planeados, sino que, por el contrario debemos, cada día ser más conscientes
de que estamos trabajando grupalmente en ello. Por
lo tanto constantemente debemos: 1- Mantener la mente
firme en la luz. 2- Mantener el punto
de tensión lo más elevadamente posible. 3- Tener permanentemente
consciencia del contacto con el alma. 4- Mantener en la
mente en forma específica y detallada la construcción del puente. 5- No perder de vista
el objetivo, que es relacionar la tríada espiritual con la personalidad. Estos
cinco puntos -en que para estar a la altura evolutiva de construir conscientemente
el antakarana constantemente- debemos tener enfocada la conciencia -son, como
lo dice el Sr. DK., necesarios para lograr éxito en la construcción de dicho
puente de luz-. No obstante si recordamos el escrito “Tres cualidades necesarias
para proyectar el antakarana (18-405)” (el cual es el inmediatamente anterior
a este en el orden que hemos establecido), nos podemos dar cuenta que “para
lograr los cinco hacen falta los tres”. Estos
tres son los puntos esenciales que al expresarse en el mundo profano del hombre
triple, lo hacen séptuplemente. Al desarrollar la mente y haber logrado la
etapa evolutiva en que el estudiante comienza a construir conscientemente
el arco iris, los tres que fueron siete y han de representar el seis de la
creación se convierten en cinco. Por
lo tanto el discípulo inteligente y consagrado podrá captar que los tres del
escrito anterior son los cinco para obtener “Éxito en el proceso”, dados en
18-415. Una vez más comprobamos que un Maestro de Sabiduría nada escribe ni
comunica que no responda a un todo coherentemente relacionado y relacionador. E.C. 12/2003
(18 – 416/7) Quienes estamos
en el trabajo de construir el antakarana debemos considerar que la superior
Entidad creadora en la cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, nos
mantiene constantemente con Vida y nos brinda una oportunidad tras otra durante
edades, esperando el día de la resurrección. Cada uno y todos debemos resurgir
oportunamente a la Vida después de haber deambulado enfocados en la forma,
cumpliendo la parábola del Hijo Pródigo. Nunca somos olvidados,
por el contrario eternamente somos protegidos y ayudados en el trabajo evolutivo
que debemos realizar; ocurre así especialmente en la difícil etapa del desarrollo
de la autoconciencia, en el cual estamos hoy. Es importante
tener todo esto presente, lo cual originará en nosotros un estado de elevación
o verdadera Fe que ayudará a que el primer tenue hilo del antakarana sea tendido
y esté apto para que por él descienda la Voluntad en el momento en que la
necesitamos para pronunciar “la palabra” y que tenga poder. Esto no debe olvidarse;
un tenue hilo debe estar tendido y lo estará oportunamente, cuando estemos
preparados para la tercera etapa de la construcción del puente, la etapa definida
con la palabra Proyección. Para mayor claridad
a continuación graficamos lo dicho, que también puede verse en (18-417). Las
figuras de la página siguiente (21) y la de esta (20) tienen diferencias aunque
ambas están bien. La de pág. 21 representa el antakarana terminado uniendo
sucesivamente a cada uno de los átomos permanentes -y por lo tanto a los seis-
que con la mónada constituyen los siete pilares; en cambio la de esta página
(20) representa el sendero del primer tenue hilo de Voluntad, que siendo el
primer aspecto abre el camino (por decirlo así), y simbólicamente lleva a
cabo el recorrido que luego tendrá el antakarana, aunque se ha señalado los
que fundamentalmente se activan con dicha energía volitiva. Podría argumentarse que
la representación de pág. 21 no es clara ya que los átomos permanentes están
todos en el cuerpo egoico, con lo que se significaría que el antakarana no
sale de allí; recorriendo solamente el cuerpo del alma. Esto sería una materialización
excesiva e indebida de lo que estamos representando de modo simbólico. E.C. 10/2003 POR EL ANTAKARANA PODEMOS PASAR DE LA vida A LA VIDA ANTA = Fin, extremo, límite,
muerte KARANA = Medio para hacer
algo.
Por lo tanto “antakarana es el medio para llegar al límite, al extremo más
alejado, a la muerte eterna”, que no es sino Vida eterna y eternamente espiritual.
De modo práctico podemos decir que es un puente de luz.
En el dibujo puede verse el trazado del antakarana que ha de unir Budi con
la Unidad Mental; por lo tanto si concretizamos tal vez más de lo conveniente,
podemos decir que el puente tiene dos tramos y tres pilares.
Desde el pilar inferior, la Unidad Mental, el hombre encarnado construye con
energía triadal el tramo inferior; este esfuerzo hacia arriba (como indica
la flecha), es invocador, con lo que se evoca la construcción del tramo superior,
que se produce de arriba hacia abajo, también con energía triadal. En el pilar
central, Manas, se unen con lo que el antakarana se completa.
Puede verse en la figura que cuando “el hombre está terminado” los pilares
son siete y los tramos seis; no obstante desde otro punto de vista estos pilares
son ocho, lo cual incorpora al Cristo con su número.
En la tercera parte hemos ampliado este escrito y e anterior (“Un tenue hilo
(18-416/7)” y “Por el antakarana podemos pasar de la vida a la Vida”), mediante
otro trabajo titulado “Todos los átomos del Universo oportunamente han de
pasar por el antakarana por ellos construido”. Sin son leídos con atención
pueden considerarse los tres como uno solo. E.C. 10/2003 (1 8- 381 /ss) Este trabajo tiene por objeto ayudar al estudiante dedicado
y estudioso a interpretar lo que el Sr. D.K. trasmite en las páginas mencionadas
en el acápite, las cuales no son tan sencillas de dilucidar, aunque más no
sea, Intelectualmente. En 18-383 dice: "El plano mental es similar a una gran corriente de conciencia
o sustancia consciente y debe ser construido el antakarana para poder cruzarla.
Este es el concepto que subyace detrás de la enseñanza y del simbolismo del
sendero. Antes de que un hombre pueda hollar el sendero debe convertirse en
el sendero mismo. Con la sustancia de su propia vida debe construir este arco
iris o Camino Iluminado". En 18-381 dice cuando se está refiriendo a lo que el estudiante debe
alcanzar oportunamente: "...debe desarrollar siete estados de percepción mental, todos
inherentes a él o innatos en él y todos (una vez dominados) conducen a una
de las siete iniciaciones mayores". Debemos darnos cuenta que estando tan lejos (como estamos
actualmente) de las Iniciaciones mayores, lo único que tratamos de hacer aquí
es intelectualizar, por decirlo así, qué se nos quiere expresar, para lo cual
es importante que recordemos una vez más que las palabras confunden y velan
el verdadero significado de lo que se quiere trasmitir. En este caso, si buscamos
en una enciclopedia las palabras percepción, emoción y sensación, vemos que
la primera se define como impresionar a los sentidos, la segunda como alteración
Interna del ánimo y la tercera se dice que es la impresión que las cosas o
sus cualidades producen en los sentidos. Como
se ve, los conceptos que expresan son poco apropiados (por decirlo así) para
lo que queremos decir, y no tienen una aplicación clara; una vez más, como
es conveniente y costumbre hacerlo, nos vamos a guiar por el significado oculto
de esas tres palabras, con el fin de explicar la idea que tratarnos de revestir
con ellas para un mejor entendimiento. Percibir es registrar un impacto o contacto consciente
con una energía en los niveles mentales; la percepción es la acción de reconocer
el contacto de las energías en los niveles de la mente. Emoción
es lo mismo que el caso anterior en los niveles astrales y sensación es también
lo mismo en los niveles físicos, lo cual se logra mediante los sentidos en
ese nivel. Por lo tanto, ser más o menos sensible no tiene que ver con lo
astral ni lo mental, sino solamente con lo físico. Sin embargo, las palabras percepción y sensación también
pueden ser usadas teniendo en cuenta las analogías superiores de los sentidos
en los niveles astrales y mentales; al hacerlo usaremos dos palabras tales
como "sensibilidad mental", "percepción física ", u otras.
Nuestro idioma se ha desarrollado impulsado por las necesidades de la vida
mundana y lógicamente su adaptación para expresar conceptos espirituales llevará
tiempo. Aclarado
este punto de uso de las palabras volveremos a lo que dice el Sr. D.K. en
página 18-381/2 que es el tema que nos ocupa. Allí nos expresa que todo estudiante
debe desarrollar siete estados de percepción, uno de ellos relacionado con
cada uno de los siete niveles o subplanos del plano mental. Al referirse a
ello nos menciona que desde ahora debemos reflexionar sobre ello e intelectualizarlo,
porque la verdadera percepción (impacto consciente), se produce mediante el
proceso de las iniciaciones. Esas percepciones, si consideramos el plano mental en
un dibujo dividido en siete partes, son las siguientes: 7-1 Percepción
de la conciencia divina. 6-2 Percepción
incluyente de la mónada. 5-3 Conciencia
de la voluntad espiritual (percepción nirvánica). 4-4 Percepción
espiritual, constante y consciente. Conciencia perceptiva. 3-5 Percibe
lo abstracto, el desarrollo de la intuición (lo reconoce). 2-6 Percepción
del alma; registra lo que el alma percibe, (reconoce). 1-7 El
desarrollo de la verdadera percepción mental. El estudiante debe darse cuenta que lo único que puede
hacer por ahora es entender que a medida que va progresando en el sendero,
su enfoque irá pasando de un nivel mental a otro hasta llegar a la percepción
de la conciencia divina, lo cual será alcanzado verdaderamente mucho más adelante
en el sendero de iniciación. En este momento, si el estudiante se encuentra focalizado
en los niveles del séptimo subplano, se le está desarrollando la verdadera
percepción mental, a la vez que simultáneamente registra algo de lo que el
alma percibe y percibe también algo abstracto y se da cuenta o comienza a
aceptar lo que es la intuición en el tercer nivel de abajo hacia arriba, llegando
difícilmente a la conciencia perceptiva, porque no abarcará, en general más
de tres subplanos. Esta información puede servir al estudiante para darse
cuenta del nivel de trabajo que está desarrollando en su afán de ser útil
al grupo, a la humanidad o a la totalidad universal. E.C. 7/1998
Este trabajo “Siete niveles de percepción (18-381/ss)” distribuido en la U.S.E.
en Julio de 1998, está más extensamente explicado mediante el inmediatamente
siguiente a este “El plano mental es un río de siete energías manásicas que
lo debemos cruzar mediante un puente de luz, el antakarana”. (18-381/2). Ambos
dicen lo mismo y se complementan aunque aún no se completa. E.C. 01/2004
ENERGIAS MANASICAS QUE LO DEBEMOS CRUZAR MEDIANTE UN PUENTE DE LUZ, EL ANTAKARANA (18 – 381/2) Sabemos que el
Señor del esquema terrestre, el Sanat kumara, un Dragón de Sabiduría, acompañado
por 104 Kumaras se hallan ocupados en un gran Trabajo durante edades, con
fines desconocidos para nosotros, pero que contiene un Sus Planes la creación
de hombres que deben desarrollar manas, la mente. Lo lleva a cabo mediante
la sucesiva y simultánea aparición de siete cadenas, que con las sintetizadoras
son diez; de siete esferas cada una; estos cuarenta y nueve globos (o setenta),
constituyen los hogares desde donde están surgiendo los hombres, los cuales
desarrollan manas en las cadenas números tres, cuatro y cinco, y en los globos
y rondas de los mismos números.
El divino trabajo que se lleva a cabo es de tal magnitud que no podemos expresarlo
de ningún modo, máxime al observar como actualmente el hombre, que se encuentra
en pleno desarrollo de la autoconciencia, comete todavía (y las seguirá cometiendo
por mucho tiempo), torpezas de todo tipo con lo que la Gran Vida que hoy alienta
al planeta ha de generar constantemente los cánones necesarios para que el
avance evolutivo en tiempo y forma se produzca adecuadamente para arribar
a la meta destinada.
No obstante llega para nosotros (que constituimos un grupo humano de reducidas
dimensiones), un momento o período en el proceso viviente, en que nos proponemos
construir “un puente de luz para cruzar el río de manas, sin tocar sus siete
niveles de percepción”, dándonos cuenta que debemos hacerlo así porque de
lo contrario (y si tocáramos alguno de estos niveles), caeríamos nuevamente
en ilusiones. Por lo tanto surgen varias preguntas: Debido a nuestro trabajo
de desarrollar manas, fue creado un gran inconveniente, hasta el punto que
ahora nos impide el paso hacia la Vida y debemos cruzar por un puente: ¿Porqué
no avanzamos sobre dicho energético manásico río sin necesidad de construir
un puente? ¿Para qué hemos desarrollado manas si ahora debemos abocarnos a
pasar al otro lado sin utilizar las energías mentales? ¿No hubiese sido mejor
no desarrollar tales niveles manásicos?.
Y como esas, hay otras preguntas que es conveniente responder, al menos desde
el ángulo intelectual y por lo tanto no del todo verdadero si se toma en cuenta
que las palabras es más lo que confunden que lo que aclaran las verdades,
aunque desde el punto de vista del estudiante abocado a estos temas signifique
aclaración mental por haberlo concretizado y presentado de modo visiblemente
concreto.
El desarrollo de manas es indispensable llevarlo a cabo en el avance evolutivo
en que vamos desde abajo hacia arriba, lo cual es ineludible e inevitable;
debe hacerse porque después de lograrlo en los niveles astrales en que la
“sensibilidad” es y fue la meta, con su corolario del logro de la imaginación
creadora, llegamos a la mente en que la percepción, en sus siete niveles,
constituye similarmente la “meta manásica”. Con tal avance evolutivo somos
o seremos sensiblemente perceptivos o perceptivamente sensibles, por lo que
se producirá el efecto tan conocido de que “lo que vendrá o aparecerá, antes
de hacerlo se anunciará”. Si por ejemplo llega un momento en que estamos
enfocados en el cuarto nivel manásico y podemos mantener un cierto tiempo
ese enfoque, nos damos cuenta de modo inteligente (manas), de cómo es el nivel
búdico, el cuarto plano, el cual está regido por el número cuatro, coincidiendo
numéricamente con el subplano mental del enfoque. No obstante tal percepción
inteligente tiene más significado al considerar el cuarto subplano del búdico,
regido por el 4-4, que desde todo el plano cuarto.
Las preguntas que hemos planteado más arriba se pueden contestar (aunque existen
otras implicaciones), tomando en cuenta lo que hemos dicho: antes de que “algo”
aparezca o se exprese se debe anunciar; por lo tanto hemos de percibir y sensibilizamos,
hasta que finalmente llegue (si ha de llegar a ese nivel), la manifestación
física etérica o aún la densa, con sus consecuentes relaciones.
Este es un tema que por su complejidad no lo podemos aclarar mejor, a menos
que concreticemos mediante un dibujo, como lo hacemos a continuación, el cual
debe ser examinado cuidadosamente por el estudiante interesado y decidido
a trabajar en la construcción del antakarana grupal; si lo capta se dará cuenta
porqué hay siete niveles de percepción, y si lo estudia y reflexiona detenidamente
también se dará cuenta inteligentemente o perceptivamente porqué cuando está
enfocado en el tercer nivel manásico desde abajo hacia arriba (o el quinto
de arriba hacia abajo), se percibe a sí mismo, se reencuentra inteligentemente
con lo que él es; captará también que él está enfocado en ese nivel y percibirá
inteligentemente que no puede ser de otro modo, lo cual no debe ocurrir antes
ni postergarse para después; es allí donde comprende mucho de él mismo, lo
que está alcanzando evolutivamente y en lo que ahora está actuando.
Los siete niveles de percepción, de los cuales el Sr. D.K. se ocupa en las
páginas (18-381/2) y también sobre los que hemos escrito en un trabajo en
1998, quedan mejor dilucidados tal como ahora los presentamos, sobre todo
si se captan las razones de porqué se capta lo que se capta, que es fundamentalmente
lo que queremos expresar.
Aunque el tema en sí demanda más explicaciones y podríamos ampliarlo mucho,
lo dejamos así para suplirlo, si fuera necesario, con consideraciones orales.
En el dibujo adjunto hemos colocado en cada uno de los planos del físico cósmico,
no lo que el plano es o lo que se es cuando se está ubicado en el plano considerado,
sino lo que se alcanza a percibir de dicho plano cuando estamos enfocados
en el subplano manásico numéricamente correspondiente. La percepción es captación
inteligente de lo que se Es, pero repetimos, no es Ser sino el acto de estar
inteligentemente percibiendo a nivel mental. Solamente es captación y Ser
al mismo tiempo, si podemos decirlo así en el subplano 5-5 de arriba hacia
abajo ó 3-3 de abajo hacia arriba. En cuanto a los subplanos 5-6 y 5-7 (ó
3-2 y 3-1) debe haber plenitud de captación mental y de ser.
Con el fin de que los estudiantes interesados en la consciente construcción
grupal del antakarana puedan dilucidar algunos puntos del cuadro que presentamos,
exponemos lo que consideramos que es más importante captar. 1--
Todos los niveles manásicos lo son de percepción; en cada uno de los
siete subplanos se manifiesta algún tipo de conciencia, abarcando desde la
conciencia divina (su percepción), hasta la percepción de lo físico. 2--
Cuando alcanzamos el nivel 5-5, al cual ya nos hemos referido anteriormente,
se trata de la autoconciencia; es el punto en donde el hombre es un verdadero
león, y sólo trabaja y acapara para sí, teniendo allí su culminación personal.
Este es el único caso en el nivel manásico en que la percepción y la ubicación
del ser (por decirlo así) coinciden, siendo esa la razón por la cual allí
culmina la autoconciencia. 3--
Al alcanzar a enfocarnos en 5-4 percibimos el nivel búdico, dándonos
cuenta de lo que es la razón pura y el amor puro, lo cual no es sino una captación
mental. Cuando no se trata solamente de la percepción mental sino que el estudiante
se encuentra viviendo en ese nivel 5-4, recibe los rayos iluminadores del
alma, y siente la soledad que se manifiesta de ese modo, teniendo frecuentes
contactos con el alma, esperando la tercera iniciación. 1 ADDICO Es la percepción del Todo dentro de los planos solares
más elevados de nuestra manifestación planetaria, y un efecto de la
percepción solar más elevada. 2 MONADICO 3 ATMICO Se capta con inteligencia lo que es la Voluntad Espiritual
tal como se expresa en los niveles átmicos, que es un estado nirvánico
(o muy avanzado del Ser). 4 BUDDICO 5 MENTAL 1 ADDICO Por
ser el plano manásico el de la percepción mental, en cada uno de sus
subplanos se registran los planos superiores e inferiores, como también
el propio. En el 5-5 (ó 3-3) nos registramos a nosotros mismos, descubriendo
lo que somos. 2 MONÁDICO 3 ATMICO 4 BUDDICO 5 MANÁSICO 6 ASTRAL 7 FISICO 6 ASTRAL En
el astral, por ser el plano del reflejo amoroso, no puede decirse
que la personalidad perciba al alma, pero se registra lo que el alma
hace en esos niveles. 7 FISICO En
este plano físico comienza el ordenamiento de la sustancia mental
y consecuentemente la percepción mental. 4--
Cuando el hombre se enfoca con facilidad en el nivel manásico 5-3 percibe
y se da cuenta mentalmente como debe ser el trabajo consciente del tercer
iniciado el cual debe tener la personalidad y el alma fusionadas para el trabajo;
la percepción que se logra es de los niveles átmicos, debido a que la sacrificada
voluntad del alma es un reflejo de dicho plano átmico. 5--
Al enfocarnos con facilidad en 5-2 se percibe el nivel monádico y la
amplia visión del Todo, que no es sino percibir la percepción del rayo monádico. 6--
La percepción de la Conciencia Divina en los niveles áddicos es lograda
por el estudiante cuando se puede enfocar en 5-1. repetimos que se trata de
una percepción mental de lo que puede ser esa conciencia, y no la conciencia
misma. 7--
Mucho antes de captar a plenitud mental lo que son las conciencias
en los diferentes planos alcanzados por el hombre en su empresa evolutiva,
las percepciones ya se presentan en la mente del estudiante, el cual se enfoca
paulatina y crecientemente, lo cual siempre lo puede hacer recorriendo los
cinco niveles manásicos de percepción en los cuales normalmente se trabaja. 8--
Estos cinco niveles son los mencionados por Patanjali cuando se refiere
a “las cinco modificaciones del principio pensante”. En verdad son siete,
aunque el hombre, al trabajar lo hace con tres y puede extenderse hasta cinco,
existiendo una relación con los cinco sentidos. Este trabajo, de difícil comprensión, está relacionado
con varios otros, y solamente tendrá utilidad si se comprende que son dos
cosas distintas la ubicación de la conciencia del hombre en un determinado
plano, uno de los siete del físico cósmico, y la percepción mental de esa
conciencia en los niveles manásicos; y si además se capta que las coincidencias
numéricas y aún las relaciones afines se producen no solamente con respecto
a planos y subplanos, sino también entre solamente subplanos, a la vez que
se tiene en cuenta que lo sucesivo es hasta cierto punto simultáneo. E.C. 10/2003
(18 - 413) La etapa de proyección
del antakarana consta de cuatro actividades que son: (18-414; 18-415). 1- Evocación de la
voluntad hasta donde sea posible; la cual se debe evocar por el tenue hilo
tendido. 2- Mantener una triple
conciencia: a- Consciente como
personalidad y alma de que está abocado a la construcción del puente. b- Consciente del
centralizado punto de tensión alcanzado y que para ello han contribuido tres
corrientes de energías. I- De la personalidad (mente concreta) II- Del alma surgiendo de los 12 pétalos del
loto egoico III- De la joya en el loto. c- Consciente
de la proporción de energía de su rayo egoico que puede penetrar en su percepción. 3- Se esfuerza por
considerar: a- Que él es un punto
de energía de su rayo egoico. b- Que la mónada
se expresará mediante esa energía c- Que el triple
vehículo egoico es un reflejo del triple espíritu. 4-
Cuando todo lo anterior se ha cumplimentado correctamente está preparado para
“su” método de rayo y puede emitir la “palabra de poder”, “el sonido proyector” Aunque -como lo
hemos dicho- estas cuatro actividades han de cumplimentarse en esta etapa,
desde otro ángulo de visión no es exactamente así ya que los puntos 1 y 4
son los que verdaderamente constituyen esta etapa. En cuanto a los
2.a, 2.b y 2.c corresponden al trabajo de mantener en la conciencia lo que
se hizo antes, lo cual debe ser así durante todo el proceso y también -obviamente-
al proyectar el puente. Los puntos 3.a,
3.b y 3.c son parte de la sabiduría de que debemos disponer cuando decidimos
construir conscientemente el antakarana; también es obvio que lo que se dice
referente a ello ha de formar parte de la cualificada conciencia del constructor
del puente. Se
evidencia que debemos esforzarnos para que los puntos 2 y 3 en todas partes
estén insertos en nuestras conciencias constituyendo parte de su cualificación;
cuando lo hemos logrado recién estamos en condiciones de evocar la Voluntad
con éxito y emitir la palabra de poder. Debemos darnos cuenta que la invocación
de la voluntad por el discípulo es el convencimiento claro y profundo de que
los puntos 2 y 3 han sido cumplimentados; entonces, ante la correcta invocación
la Voluntad se evoca y resulta exitoso el pronunciamiento de la palabra, que
tendrá poder, y el antakarana se proyectará”. E.C. 10/2003
PODER CORRECTAMENTE PRONUNCIADA (18 – 420) Los efectos que
se producen al pronunciar correcta y oportunamente la palabra de poder son
los siguientes: a- Mantiene el canal
libre de todo impedimento para el descenso de la luz. b- Alcanza, vibracionalmente,
el centro de poder denominado tríada espiritual. Este se enfoca temporariamente
en el átomo manásico permanente y evoca respuesta en la forma de un hilo de
luz triadal descendente. c- Produce
una vibración en todo el antakarana que a su vez evoca respuesta del arco
iris construido por los otros discípulos. Así
se construye el antakarana racial. La
palabra de poder es “correctamente pronunciada”, cuando -como lo decimos en
pág. 28- los puntos anteriormente (mencionados en dicha página), han ingresado
a nuestra conciencia, somos conscientes de ello, y lo tenemos permanente presente. Ocurre
frecuentemente que el discípulo cree sinceramente que tales cualidades adornan
su conciencia, siendo sin embargo solamente una verdad parcial. Debido a esto
se dice que la Voluntad “no ha sido correctamente invocada”, que es lo mismo
que expresar que no se evoca, por lo que se hacen necesarios nuevos intentos,
cada vez llevados a cabo con mayor sabiduría y más elevado nivel de comprensión
y consagración. Por
lo dicho se comprende que los efectos a, b y c mencionados arriba no se producen
sino parcialmente durante un tiempo largo o no tanto, aunque con cada intento
habrá indudable mejoramiento, razón por la cual no debemos desalentarnos,
sino que por el contrario ha de impulsarnos a nuevos y renovados esfuerzos
y dedicación. El
trabajo que voluntariamente nos hemos propuesto realizar es de gran trascendencia
no solamente para nosotros sino también para el ambiente que nos circunda,
lo cual demanda un constante esfuerzo y permanente enfoque en la Vida y no
en la vida mundana. E.C. 01/2004
Recomendamos
que el estudiante lea con mucha atención las páginas (18-422/3) en donde se
explica claramente lo relativo al poder de las palabras pronunciadas. Nosotros
agregamos que las palabras tienen poder cuando son pronunciadas por quienes
pueden evocar la Voluntad y la evocan al decirlas. Por lo tanto se evidencia
que para ello debe estar construido “el primer tenue hilo” a que nos hemos
referido en páginas anteriores. Estas
palabras están dadas en (18-424/5/6) y son las siguientes:
Rayo
1 Afirmo la realidad. Rayo
3 Soy el propósito mismo. Rayo
4 Dos se fusionan en uno. Rayo
5 Tres mentes se unen. Rayo
6 Lo superior controla. Rayo
7 Lo superior y lo inferior se unen. Si
analizamos estas palabras y las comparamos con las dadas en “El proceso de
la construcción planificada empleado por la Deidad”, vemos que hay evidente
similitud:
1-
Afirmo la realidad porque valoro correctamente. 2-
Veo la máxima luz debido a mi positivismo. 3-
Soy el propósito mismo y por lo tanto me adapto plenamente al trabajo. 4-
Dos se fusionan en uno luego de un largo conflicto. 5-
Tres mentes se unen, por lo que alcanzo la visión. 6-
Lo superior controla, lo cual justifica mi completa dedicación. 7-
Lo superior y lo inferior se unen lográndose la fusión para el trabajo. Y
si esto se compara con lo dicho en la segunda página del mismo trabajo citado
se verá que también hay coincidencia. En
un antiguo escrito se dice (al referirse a la proyección del antakarana) (página
417/8) que el discípulo, de acuerdo al rayo al cual pertenece, debe lograr: 1-
Conservar los verdaderos valores. 2-
Ser positivo. 3-
Alcanzar el sendero hacia la inteligente adaptabilidad. 4-
Que el conflicto ocupe su correcto lugar. 5-
El camino de la visión. 6-
El sendero de la dedicación. 7-
Dar todo lo que posee. Al
comparar lo que se nos dice en las diversas páginas del libro 18 “Los Rayos
y las Iniciaciones”, vemos las coincidencias -se comprende que no podría
ser de otro modo- del trabajo de cada rayo al explicar desde diversos ángulos
de visión, lo cual, si estamos suficientemente consagrados, nos impulsará
a deducir otras cualidades de cada uno de los siete trabajos. E.C. 10/2003
ANTIGUO COMENTARIO LA PALABRA DE PODER EN LA PROYECCIÓN DEL ANTAKARANA (18 – 419) El “antiguo comentario”
cuando se refiere a la palabra de poder de cada rayo dice: Cuando no hay
sombra porque el Sol no alumbra y no hay reflejo porque el agua no existe
(Cuando ya ha sido destruido el cuerpo egoico y para el iniciado no existe
el cuerpo astral porque no está el alma), entonces sólo queda Aquel que con
los ojos dirige la Vida y la forma. (entonces sólo queda la mónada que con
el ojo de la visión dirige la Vida y la forma). La triple sombra se convierte
en una. (La triple personalidad se fusionó en una energía y ésta se fusionó
con el alma). Los tres del yo no existen. (No existen las energías separadas
de la mente inferior, del astral y el físico). Los tres superiores descienden
(la tríada espiritual es la que toma el mando) y los nueve son uno. (Los nueve
pétalos del cuerpo egoico son uno solo, una sola energía). Aguarden el momento.
(Se debe esperar el momento en que pronunciando la palabra de poder se pueda
lograr tales resultados). Al leer lo que
decimos entre paréntesis con fines aclaratorios, vemos que no es necesaria
otra más extensa explicación, quedando suficientemente claro lo que El Antiguo
Comentario expresa. Una vez más se
observa que después de la cuarta iniciación comienza una etapa completamente
distinta de la vivida hasta ese momento para el discípulo. Al haber construido
el antakarana vive desencarnado en la otra orilla del río de la mente. Crecientemente
el estudiante ha de darse cuenta que la etapa de tener carne (karma) es el
simbólico infierno, estando la Vida más allá del sepulcro; no es el ciclo
sino la Vida. El infierno tampoco es como se lo describe, sino “el lugar de
las pruebas”, las cuales son karmáticas u originadas por la carne adherida
a nuestro verdadero cuerpo, el Etérico. Es un entrenamiento a la vez que un
entretenimiento hasta que el hombre despierta de un largo sueño; cuando esto
ocurre comienza a reflexionar dándose cuenta crecientemente que hasta ese
momento vivió bajo los velos de maya. Oscurados por ellos sirvió al hombre,
dándose cuenta que él no lo es, ni lo fue, sino que es un ser humano. Así, cambia sus
actitudes de modo fundamental, agradeciendo a la Vida y sirviendo con verdadera
consagración. E.C. 11/2003
Y SU PODER (18
– 422/s) La palabra de
poder que ha de ser pronunciada para lograr la proyección del antakarana por
el discípulo de cada rayo, fueron dadas hace mucho tiempo en idioma senzar. No obstante actualmente
no sería conveniente darlas como se dieron, resultando casi imposible trasmitirlas
de ese modo, aunque pueden darse las ideas que expresan. Hoy se enseña
al discípulo que el poder es el resultado del trabajo en los planos internos
y no en el pronunciamiento físico de la palabra, y se le hace recordar, que
dicho poder poco tiene que ver con el plano físico, sino que está radicado
en los sutiles niveles de la mente. Se debe comprender
que la cualidad de la idea del creador es lo que producirá el efecto correcto
y no el modo en que se produce el sonido con ayuda de las cuerdas vocales
y la boca. Lo importante
es el pensamiento detrás de la forma, la sensación registrada respecto a las
palabras (si podemos decirlo así), y la correcta comprensión de su significado
y aún de su significación. Crecientemente
el discípulo ha de centrarse en los planos superiores, recordando que “como
es arriba así es abajo” y que en consecuencia, como somos arriba así nos expresamos
abajo. Hemos dicho en
otras partes -y constantemente lo expresa el Sr. D.K. en su extensa obra-
que el poder le llega al hombre que puede evocar y evoca su Voluntad; antes
de ello no existe sino un poder espúreo, el de la personalidad, que es un
burdo reflejo del verdadero poder que otorga el enfoque del hombre en la Vida. Constantemente
podemos observar individuos ambiciosos y acaparadores que tienen el poder
que les da el dinero obtenido, a la obstructora forma lograda de la vida mundana,
y hemos de comprender lo perverso e indeseable que es. No obstante, como estamos
revestidos de carne, el karma constantemente nos indica lo contrario, con
lo que la tarea se dificulta, razón por la cual deben transcurrir edades para
poder verdaderamente liberarse de la tiranía de los mundos inferiores de la
forma y la existencia mundana. Cada día más el
discípulo debe considerar que lo que decimos es una incontrovertible verdad
y tratar de ver que solamente él tendrá poder si lo desarrolla dando, desapegándose,
sirviendo, brindándose en beneficio de la Vida y no de la forma. Entonces
tendrá poder toda palabra por él pronunciada. En la tercera
parte hemos agregado “Poder de renunciamiento”, que se refiere al mismo tema. E.C. 01/2004
(18 – 418) Consiste la técnica
de primer rayo en no moverse nunca del centro , trabajando impulsivamente
desde allí. La palabra que
expresa mejor su modo de trabajar es Inspiración. El Padre inspira respuesta
del aspecto madre y lo lleva a cabo permaneciendo inamovible en el centro. Actúa por medio
de la Ley de Síntesis y no por la de Atracción, como lo hace el segundo rayo,
y no se mueve de su centro de trabajo, tanto si es un constructor humano como
divino. La personalidad
de primer rayo debe cerciorarse que aspecto de sí mismo pertenece a determinado
rayo; no obstante hasta no haber recibido la tercera iniciación, el discípulo
no podrá descubrir su rayo monádico, aunque sí podrá darse cuenta del rayo
de su alma como también del de su personalidad y de los cuerpos inferiores. Cualquier discípulo
que se ha propuesto construir conscientemente el antakarana debe conocer el
rayo de su alma y el de su personalidad y recordar que la potencia de ambos,
fusionada y mezclada ha de llevar a cabo el acto de proyección. El Antiguo Comentario,
cuando se refiere a la palabra de poder dice lo que hemos expuesto anteriormente
con el título “La palabra de poder en la proyección del antakarana”. La
palabra es:
“Afirmo la realidad”
como hemos dicho en varios escritos -entre ellos en el trabajo “Poder de renunciamiento”
agregado en la tercera parte- si el estudiante no ha tratado de aprender a
dar –dando-, la o las palabras por él pronunciadas no tendrán poder; en consecuencia
el primer tenue hilo de Voluntad no estará disponible y no se producirá la
proyección del puente de luz. Las palabras “afirmo la realidad” no significarán
más ni menos que otras cualesquiera y en consecuencia no se producirá ningún
efecto perceptible.
El poder se adquiere paulatinamente a medida que se aprende a dar, trabajo
este que demanda un vasto tiempo, dependiendo de la inteligente intrepidez
del estudiante que a la vez que es cauto, prudente y responsable reconoce
el valor de la intrepidez. ¿Cómo explicarlo mejor?.
Aquí podríamos recordar que lo que ocurre con las palabras sucede del mismo
modo con los rituales y con todo tipo de actitudes, movimientos y pensamientos
del hombre que, si es generoso tendrá más poder que si no lo es, y será verdaderamente
poderoso cuando después de haber practicado la generosidad mucho tiempo, finalmente
aprendió a dar. E.C. 01/2004 (10-195) ¿Qué
es inspiración?
En la página mencionada en el acápite dice el Sr. D.K.,
aunque no exactamente con la misma redacción:
“Inspiración es recto pensar, verdadero idealismo, una
correcta comprensión del vehículo de expresión y del
mundo de fuerzas en donde la idea debe ser lanzada.”
Con lo que nos quiere decir que si pensamos correctamente, lo cual implica
rectas relaciones, inofensividad, servicio desinteresado y otras elevadas
virtudes totalmente o en parcial pero avanzado estado de desarrollo; si además
estamos focalizados en un ideal de servicio, colaboración y consagración al
Plan de Dios; si hemos comprendido que el vehículo de expresión es solamente
y nada más que eso, un vehículo de expresión que no debe dominarnos con sus
deseos inferiores; y si también hemos comprendido el mundo de fuerzas donde
la idea de servicio debe desempeñar su parte al exteriorizarse el verdadero
idealismo; si en fin estamos impulsados por todo ello, entonces estamos inspirados
y se exterioriza en la respiración como un verdadero trabajo de adaptación
de los niveles físicos a las superiores necesidades espirituales.
Más adelante sigue diciendo el Sr. D.K. en pág. 197 del mismo libro: “Inspiración
es el proceso de cualificar, vitalizar y estimular la reacción de la personalidad
(vía los centros) hacia ese punto de tensión donde el control del alma se
hace presente y evidente. Es el modo por el cual la energía del alma puede
inundar a la vida de la personalidad, irrumpir a través de los centros expulsando
todo lo que obstaculiza, liberando al aspirante de todos los espejismos y
maya que aún quedan, perfeccionando un instrumento mediante el cual pueda
escucharse la música del alma y más adelante la cualidad musical de la Jerarquía.”
Después de estos conceptos, poco nos queda para agregar, aunque podemos decir
que “ese proceso mediante el cual debemos cualificar, vitalizar y estimular
la reacción de la personalidad hacia un punto de tensión”, lo debemos llevar
a cabo día tras día acrecentadamente más concientemente consciente, esforzándonos
constantemente para lograrlo; así se avanza, así se evoluciona hacia niveles
superiores; así se trabaja para servir al Plan de Dios. Así podremos percibir
la música del alma y más adelante la cualidad musical de la Jerarquía. E.C. 9/1998 TÉCNICA DE SEGUNDO RAYO (18 – 424 ) Como ya se dijo
la técnica es siempre la misma, diferenciándose la de cada rayo en la palabra
de poder que ha de pronunciarse en la etapa de proyección del antakarana. Tales palabras,
al ser ocultamente analizadas nos trasmite de que modo hace su trabajo el
discípulo del rayo considerado. Vimos que cuando se trata de un alma de primer
rayo, lo efectúa permaneciendo siempre en el centro y trabajando impulsivamente,
lo cual está oculto en la palabra que pronuncia. Cuando se trata
de un discípulo de segundo rayo, que es el que más nos atañe debido a que
en la U.S.E. el trabajo es preeminentemente de dicha energía, la palabra “Veo
la máxima luz” no nos ubica en el centro sino centralizados en dicha luz mayor
la cual nos impulsa a servir, a trasmitir sabiduría, a relaciones cada vez
más penetrantes y amplias. Recordemos que
el segundo es el rayo del amor y por lo tanto del amoroso propósito de trasmitir
sabiduría y establecer rectas relaciones, que conducen con el tiempo a la
integración y fusión. E.C. 9/2003
(18 – 425/s) Cuando después
de haber cumplimentado las dos etapas anteriores, el discípulo de tercer rayo
debe cumplir con la proyección del puente de luz, no le resultará fácil obtener
el concentrado silencio que es necesario. Su gran fluidez le hará pronunciar
innumerables palabras y desempeñar gran actividad mental, debido frecuentemente
al efecto del espejismo en el que se encontrará sumergido. Esto, como es fácil
darse cuenta, disminuye la potencia de lo que trata de realizar. No obstante, cuando
ha obtenido el “silencio mental” y se ha convertido en un punto de concentración
inteligente, puede emplear la palabra de poder con gran eficacia. La dificultad
consistió y consiste en llegar a vencer la tendencia a emplear dicha palabra
de poder con el oculto objetivo de obtener resultados físicos en su conciencia,
a los cuales él considera beneficiosos para sí mismo. Actúa sin darse cuenta
desde el ángulo de esa cualidad divina que caracteriza a la materia, así como
al discípulo de segundo rayo le ocurre algo similar al trabajar desde el ángulo
de la cualidad y al de primer rayo desde la positividad del espíritu. Una vez que el
discípulo de tercer rayo capta intuitivamente y comprende realmente el concepto
de que espíritu y materia son una sola realidad y ha logrado dentro de sí
mismo sublimar la materia, recién puede desligarse de todo lo que el hombre
científico que vive la vida mundana considera que es la forma. Entonces y
no antes puede pronunciar la palabra de poder de su rayo la cual significa: “Yo
soy el propósito mismo”
Demás está agregar que el esforzado discípulo no logrará fácilmente el ansiado,
necesario y concentrado silencio que se requiere para obtener éxito en el
trabajo, lo cual no debe desalentar al discípulo. E.C. 10/2003
(18 – 426/s) El Sr. D.K. al
referirse a las palabras de poder que han de emplear los discípulos de los
rayos cuarto, quinto, sexto y séptimo, no nos da información, refiriéndose
únicamente a las palabras. Solamente nos instruye con respecto a las siete
palabras y no especialmente a las correspondientes a los rayos de atributo,
al respecto nos informa lo siguiente:
“Se observará que de todas las palabras de poder surgen dos pensamientos:
1- que la meta de toda actividad es la fusión total de los tres aspectos,
y 2- que se obtiene conciencia de estos mediante la construcción del puente
de luz entre la tríada y la personalidad”.
Y luego agrega: “Como ven, estas son definidas afirmaciones basadas en el
conocimiento, que conduce a la convicción”.
Las palabras de poder son:
Cuarto rayo------------“Dos se fusionan en uno”.
Quinto rayo------------“Tres mentes se unen”.
Sexto rayo--------------“Lo superior controla”.
Séptimo rayo---------“Lo superior y lo inferior se unen”.
No obstante lo poco que se nos dice, consideramos que es suficiente. E.C. 9/2003
(18 – 406) (18 – 427)
Durante el Trabajo de las tres primeras etapas, el discípulo (si ha trabajado
correctamente), ha sido invocador y la respuesta siempre se produce, evocándose
la construcción del puente desde el otro extremo. “La tensión en lo inferior produce la atención de lo superior”.
De un extremo (el inferior y hacia arriba), se ocupa el estudiante que vive
en los tres mundos, y desde el otro extremo (hacia abajo), llega la respuesta;
por lo tanto la construcción se dice que es dual.
El reflejo de esto se produce constantemente en la vida del hombre mundano
que cuando construye un puente lo hace desde los dos extremos; cosa que los
ingenieros conocen muy bien. La analogía es más exacta de lo que parece al
primer análisis, ya que, al comenzar el trabajo debe tenderse un tenue hilo
(generalmente un cable anclado en la otra orilla del río que se va a cruzar),
por el cual cruzan los técnicos. Sin ese tenue hilo, no podría construirse.
Lo mismo ocurre al construirse un túnel, que es atacado cavando desde ambas
bocas hasta encontrarse, siendo la similitud también exacta, porque para comenzar
del lado opuesto se debe llegar subiendo los cerros.
Como se dice en “Siete niveles de percepción” (18-381/s), el plano mental
“es similar a una gran corriente de sustancia consciente y debe ser construido
el puente para poder cruzarla”.
Por lo tanto vemos que si bien el hombre todavía encarnado y prisionero de
los tres mundos se esfuerza en construir el antakarana desde una orilla, desde
la otra se va produciendo la respuesta a su poder invocador, evocándose la
energía divina emanante de la tríada espiritual, representante de la mónada
humana, la divinidad interna en el hombre.
Desde otro ángulo de visión y con el fin de expresar algo más sobre la ciencia
de invocación y evocación podemos señalar lo siguiente: 1-
Toda tensión en lo inferior es invocadora y en consecuencia lo superior
se evoca, por lo que se cumple lo que decimos arriba. 2-
La burda similitud de lo expuesto (en la existencia en los tres mundos),
la podemos observar constantemente: cuando en los niveles inferiores hay protestas
de todo tipo, lo superior (desde el ángulo político y de gobierno), se ocupa
de sus problemas (de la gente), de lo contrario no lo hace. 3-
La invocación es de lo inferior a lo superior. Sin embargo hay que
considerar que lo superior puede necesitar que lo inferior se evoque por lo
que puede envíar energías a lo inferior para lograr su respuesta o evocación;
en tal caso no lo llamamos evocación, aunque es un trabajo similar. Un ejemplo
lo tenemos en las energías que llegan a la humanidad desde Shamballa, las
cuales son liberadas con el objeto de obtener la correspondiente respuesta
o evocación. 4-
Por lo tanto puede verse que todo en el Universo es energía viviente
en constante y cambiante movimiento, que cuando impacta sobre alguna conciencia
(que también es energía), ésta se evoca. Cuando hay contacto y no impacto,
también hay respuesta, aunque es distinta e inconsciente. Se
evidencia que lo que llamamos “ciencia de invocación y evocación” es la consideración
de que todo en el Universo no son sino energías cambiantes y en permanente
movimientos que actúan unas sobre otras produciendo constantemente nuevos
cambios, respuestas o evocaciones. E.C. 8/2003 ESTABILIZACIÓN (18 – 407) Esta etapa del proceso
de la construcción del antakarana no es sino el constante mejoramiento debido
a la atención que se le presta al puente ya construido y en uso. La analogía en la vida
mundana del hombre es la cuidadosa conservación de una obra que costó mucho
construirla; se la mantiene en buen estado de conservación, se reconstruyen
constantemente las calzadas de circulación y si es necesario se amplía su
número para una circulación más desahogada; en otras palabras se la perfecciona
constantemente. [Aquí el estudiante que busca
analogías puede recordar al puente o túnel subfluvial que une Inglaterra con
Europa, que fue construido recientemente y se lo conserva y mejora permanentemente
para que preste un servicio creciente]. Al circular de arriba abajo
y de abajo a arriba por el antakarana, el hombre espiritual mejora las condiciones
de trabajo y le es cada vez más conocido y necesario. Otras analogías podrían
establecerse y hasta podrían considerarse esos casos especiales en que por
enfermedad u otros factores, es difícil y a veces no es posible utilizarse
el antakarana, como sucede o puede suceder en la vida mundana que por desastres
climáticos se interrumpe el uso de un puente. Considerando una pequeña
variación en el ángulo de visión, la analogía de lo que aquí llamamos estabilización
es un mejoramiento más profundo (si podemos decirlo así), como ocurre cuando
al lado de un puente se construye otro que cumple la misma función (aunque
en escala mucho mayor de tránsito y exigencias de servicios), pero ha sido
mejor calculado (fundamento de su estabilidad), se han empleado otros materiales
y se han ampliado las medidas. Es otro puente, aunque es el mismo, ya que
cumple la misma función y en el mismo lugar siendo parte del mismo camino,
quedando el anterior en desuso. Puede observarse una vez
más que todo lo que el hombre hizo, hace y hará en los tres mundos inferiores,
es analogía de lo que ocurre en los niveles sutiles; se evidencia que estos
hilos invisibles de energías sustentan lo burdo. Siempre ha sido, es y será
así, aunque al hombre (todavía dormido), le cueste mucho darse cuenta, rechazándolo
constantemente. E.C. 01/2004
(18 – 407) El último trabajo
que el estudiante encarnado hace es la construcción del antakarana; lo efectúa
durante todo el proceso hasta lograr la cuarta iniciación. Desde que comenzó
la construcción consciente tendiendo los primeros hilos, ha transcurrido mucho
tiempo; seguramente que varias o muchas encarnaciones lo han visto en el trabajo.
Ahora el puente está sólidamente instalado y lo utiliza constantemente. Cerca de la cuarta
iniciación se da cuenta que el puente necesita un nuevo impulso, debe ser
más ancho y apto para las necesidades, cosa que lo impulsó a mejorarlo; él
es ahora permanentemente grupal y las necesidades son mayores. Cuando recibe
la cuarta iniciación, el nuevo puente (si podemos llamarlo así), está terminado,
y el primer trabajo en que hace uso de el, es hacer descender el fuego eléctrico
espiritual para quemar y destruir el cuerpo egoico, que ya cumplió su cometido. El estudiante
no debe olvidar que ahora y desde tiempo atrás, el antakarana es grupal y
el fuego eléctrico desciende y destruye el cuerpo egoico grupal, que es la
suma de los cuerpos egoicos de todos los hermanos. La palabra resurrección
nos está diciendo que hay un retorno o resurgimiento a la Vida (si podemos
decirlo así), desde donde salió el hombre muchos eones atrás para cumplir
la parábola del hijo pródigo adquiriendo experiencia y con ella sabiduría;
ahora por el antakarana se produce la resurrección. Fue lograda esta condición,
porque deambulando por los tres mundos inferiores, amando y sufriendo aprendió
a dar. Ahora puede confiarse en que lo que se le dá, lo dará a quien corresponda
y no lo acaparará para sí. Puede verse que
lo logrado con el antakarana en tal estado de perfección es lo que se necesita
para vivir desencarnado conociendo el gran secreto del sepulcro. Para nosotros
que todavía y por mucho tiempo más estamos necesitados de caminar entre los
hombres encarnados por los valles del dolor y el sufrimiento, el antakarana
construido hasta el estado de resurrección es grande, amplio, perfecto; no
obstante aún necesita mejorar, lográndose su consumación en la sexta iniciación
cuando vemos lejanamente todavía el Sendero de Evolución Superior, que después
de todo es la prolongación del perfecto antakarana. Los distintos tramos del
Sendero hacia Dios tienen diversos nombres aunque es uno solo; un solo Camino,
un único objetivo, revelar la divinidad oculta en nosotros, ver y saber que
Dios inmanente y Dios trascendente son un solo Dios, Aquél que mora en nosotros. E.C. 01/2004
(18 – 444/5)
LA CRUZ SIMBOLIZA EL TRABAJO CREADOR DE CONSTRUIR EL PUENTE DE LUZ QUE UNE
LA TRÍADA ESPIRITUAL CON LOS NIVELES INFERIORES. Al leer con atención
relacionando el trabajo creador iniciático con el similar de la construcción
del antakarana (todos los trabajos de creación son similares), vemos que dicha
construcción del puente de luz es un proceso que el hombre lo lleva a cabo
de modo consciente durante un período de su vida en los tres mundos en que
estando crucificado en la Cruz Fija va anhelando crecientemente que la rueda
se detenga (Libra), para descender de ella y contemplar lo hasta entonces
realizado. Después de haber
comprendido lo que se nos dice sobre el antakarana, que el esfuerzo realizado
por el estudiante mediante su personalidad fusionada con el alma es invocador,
comprendemos también que al evocarse lo superior, el antakarana se va construyendo,
lo cual comienza siendo un trabajo inconsciente por parte del estudiante,
pero que luego pasa a ser crecientemente consciente; cuando esto ocurre es
porque el discípulo ha avanzado mucho más en el sendero y se ha consagrado
cada día más al Trabajo. Cuando hemos alcanzado
un nivel evolutivo suficiente y nos hemos propuesto construir conscientemente
el antakarana, comprendemos que sólo puede lograrse con éxito al darnos cuenta
que debe existir y que hemos logrado que exista un punto de tensión, como
en todo trabajo creador; y además que la tensión se obtiene por la fusión
de dos energías: una que llega desde lo superior bajando verticalmente, y
la otra que es originada por el discípulo mismo, siendo la permanente necesidad
que él manifiesta de distribuir la sabiduría y lo que le llega desde los niveles
avatáricos. Podemos decir lo mismo del modo siguiente: Para que aparezca
la tensión, indispensable para todo trabajo creador, antes debe producirse
la adecuada fusión de las dos energías simbolizadas por la cruz, la vertical
que llega desde arriba y la horizontal, energía que expresa la necesaria distribución
y servicio. Al construir el
antakarana, la voluntad del discípulo está activa y produce la necesaria fusión
que como consecuencia hace aparecer un punto de tensión. En la cruz ese punto
se ubica donde se encuentran los dos o cuatro palos, generándose allí la tensión,
razón por la cual Jesús puso el centro de la cabeza en dicho punto, centro
de la cruz, al desencarnar; un simbolismo claro y profundo. Durante tal creación
el discípulo se enfoca, hasta donde le es posible, en el plano mental, con
lo que se fusionan el alma y la personalidad, siendo resultado de una actividad
positiva. Al respecto dice el Sr. D.K.: “la cualidad y la naturaleza vibratoria
de ese punto focal positivo, se hacen entonces negativas a esa vibración o
contacto superior invocado por la potencia y radiación existentes. La respuesta
del polo opuesto determina de inmediato, y en la mayor medida posible, el
punto de realización del discípulo”. Es nuestro anhelo
que lo aquí expuesto sea de utilidad para el estudiante consagrado al desinteresado
trabajo de cumplir con el Plan de Dios. E.C. 11/2003
ANTAKARANA, FUSIÓN, TENSIÓN, ENERGÍAS CONDICIONANTES “La tensión de
lo inferior produce la atención de lo superior; así se construye el antakarana”,
nos dice el Sr.D.K. (en el libre 18), lo cual, como lo expresamos en el “Antakarana
y la Cruz (18-444) ocurre necesariamente en el centro de la cruz. Allí se
encuentran las energías y su mezcla o fusión produce tensión, sin la cual
no puede haber atención de lo superior ni creación y por lo tanto habrá estancamiento
parcial o más profundo. Esta fusión o mezcla no puede definirse claramente
por cuanto desde el estrecho ángulo de visión mundana, existen varios o muchos
niveles intermedios de mezclamientos (si podemos decirlo así), hasta llegar
a la fusión, la cual nunca lo es completamente. Varias sustancias
(materias), químicas pueden mezclarse, como también alearse, combinarse o
compenetrarse unas con otras en mayor o en menor medida; la variedad de estados
es el resultado de la universalidad de las condiciones espirituales, de unión
o separación entre los entes vivientes que se expresan mediante dichas sustancias. Por lo tanto la
tensión de lo inferior tendrá diferentes niveles dependiendo de la profundidad
de la mezcla, aleación, combinación, compenetración de unas sustancias con
otras (si podemos expresarlo con palabras tan materialistas), y al variar
la tensión sucederá lo mismo con el tipo y magnitud de lo creado, como de
las crisis producidas, las cuales pueden ser más o menos abarcantes al llegar
a la conciencia, como pueden ser importantes o no tanto para la personalidad
en un determinado ciclo de encarnaciones. La infinita variedad de estados
intermedios nos hacen ver que debemos estar siempre alertas para darnos cuenta
hasta que punto la tensión de lo inferior está invocando la atención de lo
superior, con el fin de actuar en consecuencia en el afán de favorecer el
trabajo evolutivo de nuestro grupo grande o pequeño, o de la humanidad como
un todo. La vastedad de
lo que aquí decimos es grande y vemos la importancia de estar compenetrados
de las condiciones astrológicas o energías condicionantes, las cuales constantemente
y mediante los aparatos de respuesta que se han creado o están en proceso
de creación dentro de nosotros, producen los resultados adecuados (o no tanto),
en nuestro accionar y sobre todo en nuestras intenciones concientes de crear
lo que fuera conveniente para el cumplimiento del plan o también el antakarana. Nadie en ningún
momento pudo ni puede escapar de las condicionantes energías que nos rodean,
las cuales están representadas por el ambiente que hemos creado, por quienes
nos acompañan en esta encarnación estando más o menos allegados a nosotros,
por el clima tanto físico como síquico, incluyendo las formas mentales que
actúan en los ambientes a donde concurrimos o a donde concurre el grupo o
los grupos a los cuales pertenecemos. Por lo dicho,
se comprende que el trabajo creador de construir el antakarana está lejos
de ser sencillo; por el contrario debemos reflexionar constantemente en ello,
tratando de comprender todos los pormenores además del trabajo y diseño grupal.
Hemos de vencer todos los obstáculos con la energía liberadora del servicio
desinteresado y altamente altruista, además de un estudio constante y cada
vez más comprensivo. No debemos olvidar que el trabajo emprendido es grupal
y al reflexionar o meditar, al construir el antakarana, debemos hacerlo en
el convencimiento de que estamos permanentemente rodeados espiritual y mentalmente
por nuestro grupo de hermanos. E.C. 11/2003 ANTAKARANA ENCUENTRO, MEZCLA, TENSIÓN, CREACIÓN, FUSIÓN, INICIACIÓN, CRISIS, ADAPTACIÓN (18 – 444/ss) TRABAJO CONSCIENTE, DISPENSACION Estas
palabras y muchas otras se encuentran estrechamente unidas cuando analizamos
el proceso creador, como lo hace todo discípulo que construye consagrada y
conscientemente el antakarana, máxime si un grupo de hermanos ha ingresado
en su conciencia y todos se han comprometido a trabajar en el puente de luz
para alcanzar la vida espiritual y desde allí servir.
En el escrito que hemos mencionado “El antakarana y la cruz” vimos que ésta,
la cruz es el símbolo del encuentro de dos energías: una que llega verticalmente
desde niveles avatáricos y la otra que la aporta el discípulo consagrado al
servicio hasta el sacrificio, y que teniendo su centro de enfoque en la cabeza
y en el centro de la cruz, allí la apoya, en constante crucifixión.
Esas energías se encuentran allí y comienzan a mezclarse, lo cual produce
tensión; ésta crece hasta el nivel justo y necesario para el punto alcanzado
en el avance evolutivo por el discípulo, con el fin de que pueda producirse
la necesaria creación de la cual a su vez surge la fusión, verdadera creación
en el intervalo superior.
Por lo tanto puede verse que lo que comenzó siendo un encuentro de dos energías
en una primera mezcla, se convierte en un punto importante de tensión y la
correspondiente creación o la fusión, la cual al ser distribuida simbólicamente
por los palos horizontales de la cruz, genera crisis en el ambiente externo
a la personalidad del discípulo, la cual también se instala en lo que rodea
a su Yo superior.
Esta crisis ambiental, que lo es también para el distribuidor, el discípulo
en la cruz, es más o menos impactante dependiendo ello de diversos factores.
Las energías actúan y durante un tiempo la crisis permanece; no obstante más
adelante y por haberse producido la necesaria adaptación con la consiguiente
ampliación de la conciencia, es posible un nuevo ciclo de trabajo similar,
aunque en una etapa algo más avanzada desde el ángulo evolutivo.
El trabajo descripto que implica mezcla, tensión, creación, fusión, ampliación
conciente, iniciación, crisis y final adaptación puede llevarse a cabo sin
que nos demos cuenta, en cuyo caso hubo o hay dispensación porque dis-pensar
significa no pensar, que al llevarlo a la acción es no pensar en la acción
o dispensación. Puede hacerse, dicho trabajo, conscientemente emprendido y
comprendido por el estudiante avanzado, el cual puede aprovechar al máximo
posible todas las oportunidades que constantemente le brinda el benéfico accionar
de las energías a favor de la ampliación de la conciencia del hombre, las
sucesivas iniciaciones. Estas se producen siempre cuando el estudiante ha
accedido al cuarto nivel del plano involucrado y allí ha alcanzado a trasmutar
la experiencia en cualidades de la conciencia, las que hasta ese punto corresponden.
Colaborar conscientemente, cuando lo hacemos, consiste en ocuparnos del divino
trabajo de crear fusión dando universalidad a la conciencia divina y no, como
puede pensarse, de nosotros mismos. El divino Propósito detrás del Plan y
que se expresa con él, hace lo necesario para la creación universal, y no
se ocupa de las individualidades nada más que en la medida en que ellas participan
o pueden participar de la universalización de la conciencia divina.
Mediante este breve trabajo puede verse que el hombre que está en la cruz
y actuando en ella del modo indicado, construirá el antakarana canalizando
las energías que le llegan desde elevados niveles y distribuyéndolas correctamente;
lógicamente puede comprenderse que se mezclarán con las que él representa,
generándose la tensión que creará la necesaria fusión antes de la distribución.
El tema que nos ocupa es tan vasto que podríamos referirnos a varias otras
ramificaciones del tópico central que surgen apenas se reflexiona en él: no
obstante dejamos para otra u otras oportunidades nuevas ampliaciones de lo
que ahora decimos.
Es nuestro anhelo que lo que ahora exponemos estimule el accionar desinteresado
del discípulo consagrado al servicio. E.C. 11/2003 ANTAKARANA Y ENERGÍA Todo es energía aunque
no es suficientemente conocida por el hombre actual; es causa del conocimiento,
y su aplicación y captación, conduce a expandir la conciencia y a creciente
comprensión con mayor sabiduría. Por la energía fueron creados
los mundos y por ella giran las esferas en perfecta armonía, porque los mundos
son energías; por medio de ésta progresaron y por ella son y serán conocidos;
por la energía brillan los soles en el espacio y por ella existen las formas
que se desarrollan y mueren; por medio de la energía los reino se manifiestan
y desaparecen, aunque permanecen. Los mundos siempre existen, existieron y
existirán; eternamente las esferas girarán y eternamente los soles brillarán
en el espacio infinito; siempre la energía producirá manifestación. Por la energía el hombre
asciende a la Cruz y desde el punto en que las fuerzas se mezclan y fusionan
comprendemos la impulsiva Voluntad, pasamos por la puerta y somos impelidos
hacia la luz, luz que aumenta ciclo tras ciclo, y que es también energía;
en cada luz vemos una luz mayor. Por la luz se construye
el puente que separa el abismo entre los extremos de la tétrada inferior,
ambos también energías, pudiendo el iniciado transitar entre energías por
un camino de luz que conduce de unas energías a otras. Todo es energía aunque
no es suficientemente conocida por el hombre. Has de tratar, discípulo en
la luz, de conocerla cada día mejor. E.C. 11/2003
El tema de Triángulos
está diseminado en prácticamente toda la extensa obra del Sr. D.K.; no obstante
citamos algunas de las páginas (no todas) donde puede encontrarse información:
6-44; 6-79/85; 6-154/5; 6-496/98/s; 13-271; 13-261; 13-452; 18-213; 18-22/30;
18-223/231; 18-402 y otras. Además en Astrología Esotérica desde página 305
hasta 357 trata la “Ciencia de los Triángulos” que aunque es otra cosa desde
cierto ángulo de visión, sin embargo desde otro punto de vista es el mismo
tema porque surge de los mismos “Cánones Divinos Universales”. De lo que dice nos hemos
informado y consideramos que todo verdadero discípulo debiera hacer lo mismo,
estudiando con atención lo que nos trata de trasmitir el Sr. D.K.; sin embargo
las páginas que profundizan el tema y lo llevan a sus verdaderos orígenes,
significado y significación explicando su enorme importancia, son las ya citadas
en el acápite. No obstante estas enseñanzas sólo pueden ser bien interpretadas
y adecuadamente comprendidas por quienes han estudiado en el mismo libro y
con mucho detenimiento la técnica científica para la construcción consciente
del antakarana y sobre todo han prestado suficiente atención a las páginas
que se refieren a la etapa dada por la palabra “Proyección”. Las seis (palabras)
que constituyen el método consciente y único para lograrlo son importantes
y todas tienen que ver con lo que estamos tratando ahora, sin embargo lo relacionado
con esa tercera etapa está definida y claramente vinculado al trabajo de Triángulos,
vínculos detectable aún por principiantes algo informados sobre estos temas. Este trabajo que ahora
escribimos tiene por objeto colaborar con los estudiantes dedicados y consagrados
ayudándolos a interpretar las mencionadas páginas del libro “Los Rayos y las
Iniciaciones”, así como también dilucidar una aparente contradicción. Lógicamente
como es fácil darse cuenta, no podremos hacerlo si el estudiante no ha comprendido
ni emprendido el trabajo de Proyección del antakarana, en el que por un acto
de voluntad impulsa imaginativamente que un hilo de sustancia mental (Luz)
alcance a llegar al otro lado del precipicio, quedando allí firmemente aferrado,
por decirlo así. Ese acto volitivo evocará (y evoca) -y ahí está la clave
de lo similar con el ttrabajo de Triángulos- respuesta de la Mónada y la construcción
se hará desde ambos extremos del puente. El trabajo en uno y otro
caso no puede ser considerado y realizado sino en forma similar por cuanto
hacer Triángulos es nada más y nada menos que crear la sustancia necesaria
para que al evocarse la respuesta, se construya el antakarana planetario,
por decirlo así; lo podemos leer en los últimos siete renglones de 18-228
y en los siguientes tres de 18-229: “Dentro del cuerpo del
Logos Planetario, la humanidad está construyendo lentamente lo que se denomina
antakarana, siendo en realidad, el hilo vinculador entre el centro coronario
de Sanat Kumara y Su centro cardíaco. Reflexionen sobre estas
palabras. Involucran un misterio, y poco puedo hacer para esclarecerlo. A
medida que la humanidad construyen o crea triángulos de Luz y de Buena Voluntad,
invoca realmente un actividad de respuesta de los Budas de Actividad -del
que actúa por medio del aspecto volunttad y del que lo hace por medio del
aspecto amor existente en la humanidad, aplicado inteligentemente.” Cuando se le pide al estudiante
que haga Triángulos de Luz se le está solicitando que mediante un acto de
voluntad proyecte un Triángulo en los niveles de luz que él es capaz, lo cual
es similar al trabajo de proyección del antakarana, que también es un hilo
de Luz. Se evidencia que ese trabajo (por ser un esfuerzo) evocará respuesta
de otro Buda de Actividad (son tres) y los Triángulos del segundo grupo aparecerán
(por la pequeña Buena Voluntad de los hombres y mujeres). Aquí es conveniente intercalar
lo que se nos dice en 18-228, que debe ser leído, estudiado y debidamente
considerado; podemos sintetizarlo como sigue: “..... y el alma correspondiente
queda a su vez bajo la influencia del Buda respectivo, poseyendo los tres
distintas cualidades. Representan, en su aspecto inferior los tres aspectos
de la mente: 1- Mente Instintiva 2- Mente Concreta Inferior 3- Mente de la Personalidad El estudiante debe reflexionar
detenidamente en estas palabras, juntamente con lo que el Sr. D.K. nos dice
al respecto y se dará cuenta porqué los Triángulos de Buena Voluntad son más
sutiles que los de Luz. Aquí podemos establecer
una analogía: Tercer aspecto
Mente instintiva Triángulos de Luz Segundo aspecto
Mente concreta Triángulos de Buena Voluntad Primer Aspecto
Mente de la personalidad Triángulos del futuro. Estas analogías, (son
solamente eso, analogías) nos pueden hacer ver porqué existe una aparente
contradicción entre las páginas 6-155 en donde se expresa: “........los
triángulos de Luz son básicamente más materiales que los de Buena
Voluntad.......” y lo que se dice en 18-213 al referirse
a la red de Triángulos: “........red
de Buena Voluntad, expresión objetiva de la influencia subjetiva de la Luz......” Al leer con atención ambas
citas y compararlas nos damos cuenta de una aparente contradicción; decimos
aparente porque en verdad no lo es, como pasamos a explicar. Quienes hacen Triángulos
de Luz también tienen, evidentemente, la Buena Voluntad de hacerlos y aparecen
dos tipos de Triángulos; quienes tienen muy poca luz pero hacen Triángulos,
estos son de Buena Voluntad. Ambos tipos no son verdaderamente de Luz ni de
Buena Voluntad, sino de dos tipos de energía existentes en el hombre. Dichas
energías evocarán y evocan respuesta del primero y segundo Budas de Actividad,
por nombrarlos de ese modo, aunque no hay en verdad orden alguno, sino que
eso concierne al hombre y su desarrollo. Tales respuestas se producen en niveles
mucho más sutiles que aquellos en los que actúa el hombre que hace Triángulos;
se evidencia que los cualificados por la Voluntad serán más sutiles que los
de Luz. Por lo tanto, por poca
luz interna que una persona tenga, si hace con Buena Voluntad un Triángulo,
esa energía evocará respuesta, y es eso lo que se busca: evocar respuesta
del Buda de Actividad correspondiente, el segundo, aunque no hay orden alguno.
Se evidencia que no obstante que los Triángulos de Buena Voluntad son más
sutiles que los de Luz, quienes han desarrollado la Luz un poco más, ésta
es subjetiva frente a la expresión de Buena Voluntad en los niveles físicos.
Ambos Triángulos son distintos pero se expresan por la misma red, cada uno
tiene que ver con uno de los Señores Budas de Actividad; es por esta razón
que un tercer tipo de Triángulos aparecerá n el futuro de la humanidad, cuando
los dos de los cuales ahora nos ocupamos se encuentren debidamente ubicados
en la conciencia de los hombres y mujeres que constituyen la actual humanidad. Aquí podemos hacer un
paréntesis para llamar la atención del estudiante sobre esas palabras que
se le dice continuamente: “Lo que vale es el esfuerzo”. En este caso pueden
observarse su perfecta aplicación. Ocurre lo mismo al esforzarse para construir
conscientemente el antakarana, siendo lo importante el esfuerzo, ya que al
lanzar un hilo de Luz hacia el otro lado del precipicio, evocamos respuesta
de la Mónada, que debido al esfuerzo de la personalidad, y al constatar un
seguro ritmo en el trabajo, tiende el hilo de verdadera Luz que queríamos
hacer llegar. Repetimos: es necesario
leer con cuidado y estudiar con el debido detenimiento, de lo contrario no
se comprenderá. En páginas 18-229 al final y 18-230 el Sr. D.K. dice: “ No es trabajo práctico
que se les pide realizar y realizarán los hombres y mujeres de Buena Voluntad;
tampoco es lo que algunas personas ansiosas consideran como trabajo de Buena
Voluntad o una fase del mismo. La formación de un triángulo de Luz concierne
al depósito de energía en el aspecto interno y etérico de la vida, el cual
automáticamente y con pleno resultado circulatorio permitirá que progrese
el trabajo exotérico de los hombres y mujeres de Buena Voluntad. No es la
Buena Voluntad en sí, sino la creación de triángulos de energía dentro del
cuerpo etérico del planeta deliberadamente cualificados por la Buena Voluntad.
Las dos fases del trabajo son lógicamente complementarias entre sí, pero no
deben ser consideradas una sola. Los triángulos de Luz deben estar cualificados
por la Buena Voluntad o convertirse en agentes de ella, así los dos grupos
se interrelacionarán estrechamente.” Al leer estas palabras
el estudiante se dará cuenta de lo importante que es reflexionar sobre ellas
y de que seguramente hasta que no preste adecuada atención no podrá dilucidar
lo que se le quiere impartir. En octubre del corriente
año hemos escrito y distribuido “Un Trabajo, tres Etapas, muchos Ciclos”;
posteriormente surgieron algunas dudas respecto al Trabajo, lo cual es lógico
que así sea puesto que tiene que ver con el constante y rítmico aprendizaje
a que está sometida la membresía de la U.S.E.; para aclarar esas dudas luego
hemos distribuido otro trabajo titulado “Aclaraciones sobre un tema de Meditación”.
Ambos, con este que ahora presentamos, constituyen en verdad uno solo, ya
que lo que se desea es alcanzar un nivel de comprensión y actitud de servicio
que mejoren mucho el actual logro alcanzado en ese Trabajo “tan cercano al
corazón de la Jerarquía y del Sr. D.K.”. Si bien quienes sólo aportan
la Buena Voluntad en el Trabajo no necesitan conocer algo sobre Triángulos,
como tampoco sobre lo importante que es hacerlos, sin embargo los discípulos,
que actúan en niveles más elevados, deben conocer y saber hasta donde es profundo
lo que se les solicita realizar y promocionar. Por lo dicho podemos afirmar
que hacer Triángulos y esforzarse para el mantenimiento y crecimiento de la
red es un trabajo de orden jerárquico y nos lleva a difundir la Gran Invocación
y a descubrir a los hombres y mujeres de Buena Voluntad; al respecto el Sr.
D.K. dice que “se trata de una empresa que tiene sus raíces en Shamballa y
fue captado respecto a su intención y propósito por los Maestros de primer
y segundo rayos”. Que lo que hemos escrito
cumpla el objetivo de ayudar al estudiante a captar estas profundas y benéficas
enseñanzas, es nuestro deseo. E.C. 12/1998 SEGUNDA PARTE DECISIÓN Y PASOS SIGUIENTES Por
lo expuesto, mediante cuya lectura nos damos cuenta de la magnitud de lo propuesto
y como debe ser efectuado, la U.S.E. comienza el gran trabajo de construir
grupalmente el antakarana. Para
iniciarlo, como primer impulso escribimos y distribuimos el siguiente trabajo
que leyéndolo con atención se deduce lo que han de hacer quienes estén a la
altura de la oportunidad Este primer impulso
será seguido en el futuro por otra u otras impulsiones, que estarán permanentemente
respaldadas –mientras nos sea posible- por el estudio rítmico grupal, sin
el cual no podría hacerse el trabajo encomendado. Una vez más es
conveniente recordar que la construcción del antakarana es un proceso que
podrá realizarse con éxito únicamente si el estudiante es conscientemente
grupal y constantemente se siente apoyado por sus hermanos en el trabajo.
Esta es la razón por la que hacemos este trabajo de acercamiento e impulsión,
que consideramos indispensable para el discípulo dedicado que cada día se
consagra más, y va comprendiendo acrecentadamente que sin el grupo en su conciencia
y en su trabajo, como entidad sola y aislada no podría tener éxito. E.C. 01/2004
UN GRAN TRABAJO GRUPAL LA CONSTRUCCIÓN DEL ANTAKARANA La U.S.E. fue
creada el 8/5/1990; han pasado 13 años y por la constante dedicación y el
consagrado esfuerzo se ha logrado: a- Establecer un
sostenido ritmo de estudio. b- Una conducta en
el trabajo de servicio. c- Determinada
metodología en la enseñanza que ha conducido (desde hace varios años) a salir
a difundir verdades en el medio ambiente. d- Promocionar constantemente
la actividad de hacer triángulos. e- Tratar de captar
a quienes tienen buena voluntad. f- Difundir
constantemente la Gran Invocación. g- Efectuar las meditaciones
de plenilunios considerando especialmente los festivales de Pascua, Wesak,
Pentecostés y el del N.G.S.M. En
consecuencia consideramos que estamos en el camino de preparación para el
gran Trabajo Grupal de la Construcción del Antakarana. No lo estamos plenamente,
pero el esfuerzo por lograrlo hará lo que falta. Por
lo tanto: Se
invita a todos los integrantes de la U.S.E. y a todos los discípulos que deseen
colaborar a este magno esfuerzo que es un grande y señalado servicio planetario. La
construcción del mencionado puente tiene por objeto unir la personalidad con
la tríada espiritual y la mónada, salvando el abismo que los separa; con esta
obra proyectada podremos abstraernos de la vida mundana y vivir en la Vida
comprendiendo a plenitud el trabajo de servir, dando y renunciando, avanzando
en las iniciaciones superiores. El
tema está tratado en los libros 18 y 12 del Sr. D.K.:
desde (18-364) hasta (18-436)
desde (12-131) hasta (12-136) y
no conocemos ningún otro texto donde puede estudiarse. E.C. 9/2003 ANTAKARANA,
UN PUENTE DE LUZ PARA UNIR LA TRIADA ESPIRITUAL CON LA PERSONALIDAD PASOS NECESARIOS Y ORDENADOS PARA CONSTRUIR GRUPALMENTE EL PUENTE DE LUZ NECESARIO PARA CRUZAR SIETE NIVELES DE PERCEPCIÓN, EL RIO DE ENERGIAS MENTALES Este trabajo
está destinado a quienes deseen colaborar en la magna obra de construir el
antakarana grupal, un puente de luz que debe unir la tríada espiritual con
la personalidad. Hemos ordenado los pasos
necesarios que deben darse. Aquellos estudiantes que no hayan seguido durante los
últimos meses de lectura y estudio grupal en lo referente al tema, seguramente
no tendrán suficientes conocimientos; no obstante pueden lograrlos estudiando
las páginas del libro “Los Rayos y las Iniciaciones” del Sr. D.K., desde 364
a 436. quienes las han estudiado y han seguido atentamente las lecturas relacionadas,
no obstante es aconsejable repasarlas continuamente si se desea tener éxito
en el trabajo emprendido. La dedicación al gran Trabajo de construir el antakarana
individual y grupal ha de ser constante; todos los días o (en cada momento
en que nos lo propongamos), es necesario recordar que: La
tensión producida en lo inferior produce la atención de lo superior; y que
no habiendo tensión en lo inferior lo superior no se evoca. Toda tensión es
invocadora y por lo tanto se debe mantener la tensión en los niveles más elevados
posibles. El conocimiento ha sido trasmutado en sabiduría; sin
embargo esta trasmutación debe continuar produciéndose.
Constantemente debe incrementarse el amor al Todo.
Ha obtenido suficiente poder de renunciamiento; no obstante
debe incrementarlo día a día.
La palabra de poder mantiene el trayecto del puente
libre de obstrucciones
El poder se enfoca temporariamente en el átomo manásico
permanente y evoca respuesta en la forma de un hilo de luz triadal descendente.
Estos catorce puntos de necesaria recordación, que pueden ser más si repasamos
con atención y detenimiento lo que nos dice el Sr. D.K. en las páginas mencionadas,
las consideramos suficientes para la preparación de alineamiento y el gran
trabajo de proyección del puente que a continuación lo expresamos en los siguientes
trece puntos:
Considerarse preparado para recibir y responder a las
impresiones búdicas y para utilizar la imaginación creadora en el trabajo.
Recibe la cuarta iniciación, la resurrección o renunciación,
en que se resurge a la Vida, después que en cumplimiento de la parábola del
hijo pródigo deambuló largas edades por el mundo de los hombres triples.
El avanzado trabajo de meditación que aquí presentamos (y que el Sr. D.K.
lo explica en no menos de 70 páginas más muchas otras en que se refiere al
tema en otras partes de su extensa obra), no podemos decir que sea exactamente
eso, una meditación, ya que no se trata de llegar al alma, sino de avanzar
mucho más allá de ella; no obstante tiene partes similares.
Este no es un trabajo para hacerlo en horarios y días determinados, sino que
quienes intentan construir conscientemente el antakarana (máxime si lo hace
considerándose participe de un grupo que trabajo constantemente en la construcción
de dicho puente de luz, como debe ser, ya que solo cuando el grupo ingresa
en nuestra conciencia puede intentarse con éxito el trabajo), han de reflexionar
constantemente en el proceso a la vez que se considera participe de un trabajo
fundamental, básico, que lo debe tener concentrado todo el día y todos los
días, a cualquier hora. No son solamente unas cuantas horas a la semana; se
es libre de impulsarlo más o menos en determinadas horas, días o semanas;
no obstante debe ser un trabajo siempre presente, siendo importante fijar
horarios de trabajo grupal, lo cual no quiere decir que fuera de ellos el
trabajo no debe ser realizado. Por el contrario, durante los impulsos grupales
debemos fortalecernos de las posibles debilitaciones del trabajo libre.
Dos veces a la semana debemos tomar cualquier parte de este escrito que ahora
presentamos (desde página 3 a 7, las cuales son 27) y reflexionar detenidamente
sobre ella no menos de media hora (preferiblemente 1 hora). El tiempo de reflexión
incluye la búsqueda en el libro 18 del Sr. D.K. el o los puntos relacionados
con lo elegido en esa oportunidad. Si se comprende que es necesario repetir
el párrafo en la vez siguiente, puede hacerse, aunque no más de cinco veces
seguidas.
Así debemos seguir hasta recorrer los 27 párrafos o partes de este manuscrito,
siendo libres de llevar o no un cuaderno de anotaciones, en donde poner la
fecha, el párrafo elegido, la búsqueda en el libro 18 y todo concepto o significado,
etc. o cosa nueva registrada; no obstante la libertad de llevar o no las mencionadas
anotaciones, sin embrago debemos darnos cuenta de que es mucho mejor sí hacerlo.
Al agotarse los 27 párrafos, debemos comenzar de nuevo, poniendo énfasis en
los que consideramos más importantes, siguiendo así hasta recorrer todos los
párrafos no menos de cinco veces pudiendo ser diez.
Todo lo dicho llevará tiempo y oportunamente entraremos en otra etapa del
trabajo, que hay tiempo de presentarlas. E.C. 9/2003 El
día martes 30 de septiembre 2.003 se fijó, como un primer modo de hacer experiencia
en el trabajo de la construcción del antakarana, los días martes y jueves
desde las 7:30 horas en adelante, pudiendo el estudiante extender su trabajo
en una o más horas, siendo importante que al menos más de 15 minutos estén
varios del grupo trabajando. No necesariamente estaremos todos en los mismos
horarios, pero lo importante es que haya momentos en que estemos varios y
que, los tiempo de unos y otros extiendan el período al menos dos horas. El
horario grupal quedará así hasta que finalice el año espiritual 2.003 (Pascua);
luego podremos dejarlo como está o cambiarlo, ampliarlo o en general adaptarlo. E.C. EL PUENTE DE LUZ EN EJECUCIÓN Al estudiar detenidamente
esta segunda presentación -destinada a ser distribuida entre quienes trabajan
en el proceso- para la construcción del antakarana, puede verse que los temas
que desde página 50 a 56 se han propuesto a tener en cuenta -un total de 27-
no son una cifra exacta, sino que es una cantidad de ellos que nos han parecido
suficiente y adecuadamente apropiada para expresar lo que se desea. Todo el
tema lo hemos subdividido de ese modo, pudiéndose hacer de muchos otros, no
obstante lo cual el estudio y reflexión sobre lo que debe saberse es lo importante
y de eso nos ocupamos. En página 56 quedó
la constancia de un horario para que el trabajo grupal comience; fue fijado
en septiembre del año pasado (2003), y después de varios meses ha dado -sin
dudas- resultados, los cuales no son fácilmente detectables no obstante algunas
evidencias observables por quienes tienen ojos para ver. Aunque lo obtenido
es poco, una vez más se comprueba que siempre existe, siendo ineludibles e
inevitables dichos resultados. Al avanzar en
el trabajo impulsándolo mediante esta segunda presentación, hemos conservado
-para facilitar la búsqueda de los temas entre ambas- la numeración de las
páginas de las primera y segunda partes, ampliándolas y agregando hojas después
de la última, adicionando además la tercera parte compuesta de escritos guardados
por orden alfabético. Esto ya lo hemos dicho y si lo repetimos es para manifestar
que lo que estamos haciendo es tratar de impulsar el trabajo -cuyo verdadero
foco impulsor es el Sr. D.K. y su obra- mediante presentaciones cada vez más
completas. Estos escritos y citas tienen el objeto de colaborar con quienes
están en el trabajo de construir conscientemente el antakarana individual
y grupal para lograr más consagrada dedicación o ayudar a permanecer constantemente
enfocado en la vida grupal. En este momento
-fin de enero del año 2004- vemos que los trabajos incorporados en la tercera
parte con fechas anteriores a la citada, más lo que se expone en las primeras
y segunda partes, responden a casi la totalidad de lo que se menciona en los
primeros 22 puntos incluidos en las páginas 51, 52 y 53. Los últimos cinco
tienen que ver con un estado muy avanzado del discípulo abarcando las tercera
y cuarta iniciaciones, por lo que consideramos que en este momento no es necesario
ofrecer más información. Por lo dicho se
evidencia que esta segunda presentación está suficientemente completa, lo
cual no significa que en el futuro no incorporemos aún más mediante una tercera
presentación. Lo haremos o no a medida que vayamos detectando la necesidad. No debemos olvidar
que lo que estamos haciendo es un trabajo de acercamiento del estudiante a
la verdadera tarea propuesta por el Sr. D.K. la cual está mucho mejor explicada
en el libro “Los rayos y las iniciaciones” que lo que nosotros podamos presentar.
Dicho texto debe ser la base del trabajo, razón por la cual ha de ser estudiado
detenidamente, constante y completamente; en verdad todo lo que allí se dice
está relacionado más o menos directamente con la construcción del antakarana. Trabajo nº 41 CINCO MANDATOS
AVATÁRICOS (18 – 237/ss) La figura que
presentamos en este trabajo es el resultado de un esfuerzo de la mente concreta
destinado a explicar simbólicamente lo que el Sr. D.K. nos dice en las páginas
mencionadas en el título, respetando al mismo tiempo el secreto que se evidencia
quiere ser mantenido, para lo cual se nota el cuidado con que se ha redactado
lo que se nos trata de trasmitir, cuya tendencia es revelar lo necesario y
suficiente, no más ni menos. De ese modo se trasmite la sabiduría.
Lo que puede difundirse al respecto es que los mandatos que implican las cinco
palabras de la Regla 14 para iniciados y discípulos avanzados tienen que ver
con el trabajo que debe hacerse en cinco iniciaciones. Las otras cinco palabras,
difundidas también en la Regla 14 pero del libro “Iniciación Humana y Solar”,
están destinadas al trabajo en niveles no tan elevados como en el caso anterior;
estas palabras Oigan, Toquen, Vean, Apliquen y Conozcan son analogías inferiores,
si podemos decirlo así, de las que se nos da en “Los Rayos y las Iniciaciones”:
Sepan, Expresen, Revelen, Destruyan y Resuciten.
Demás está decir que este trabajo de concretización que ahora presentamos
no debe interpretarse como totalmente adecuado, ni es conveniente tenerlo
constantemente en la imaginación del modo que aparece en la figura; sin embargo
estos conceptos, como tantos otros, se afirman más y mejor si los intelectualizamos
suficientemente con la actitud al hacerlo, de que nos sirvan de pensamientos
simientes para que oportunamente germinen y fructifiquen.
Al estudiar la figura puede observarse que lo que tratamos de trasmitir con
ella es que los mandatos se generan en niveles elevados o lejanos (razón por
la cual decimos que son avatáricos); allí son pronunciadas las cinco palabras
que los ordenan las cuales oportunamente serán (y son) captadas por quienes
estando a la altura de la oportunidad harán el trabajo que implica la interpretación
correcta de los mandatos. Estas palabras, o más bien la esencia que ellas
mandan, son constantemente reforzadas (por decirlo así) para que vibren continuamente
en él o los ámbitos adecuados, con el fin de que sean reconocidas por quienes
se encuentran preparados para el Trabajo en cada nivel evolutivo. Sobreviven
a las edades resonando eternamente y por todas partes, por cuanto son la expresión
de cinco Trabajos los cuales constituyen lo que debe ser hecho entre las iniciaciones;
implican, para expresarlo de otro modo, la esfera de actividad de cada iniciado
que capta y comprende el mandato, constituyendo la colaboración consciente
del iniciado con la voluntad de Shamballa.
Mucho antes de que el hombre moderno hubiese aparecido las palabras fueron
pronunciadas habiéndolas captado ese gran ser que llamamos Naturaleza, quien
al expresarlas en los niveles físicos hizo aparecer el Trabajo ordenado, materializados
en los cinco aparatos de respuesta que hoy llamamos sentidos, habiéndose producido
las siguientes correspondencias: Sonido
oído Escuchen Sepan Contacto,
relaciones Tacto Toquen
Expresen Luz
Vista Vean
Revelen Sabor
Gusto Apliquen Destruyan Olor,
perfume Olfato Conozcan
Resuciten
Por
poco que reflexionemos en el tema que estamos tratando, que implica reconocer
que la evolución es quíntuple (con todo lo que ello significa), nos daremos
cuenta que la relación de estos mandatos con los sentidos nos lleva a aceptar
sin duda que el vínculo, (como es lógico que así sea) subsiste aún en los
niveles más elevados que deben ser alcanzados al desarrollar las analogías
superiores de estos sentidos, los llamados poderes síquicos superiores, los
cuales solamente se logran gradualmente hasta obtener la quinta iniciación,
la epifanía alcanzable por la quinta jerarquía creadora que acompaña a las
mónadas humanas hasta obtener su propia liberación cuando la estrella de cinco
puntas expresa al iniciado. Tales cinco epifanías síquicas están relacionadas,
o más bien que relacionadas, aparecen y se desarrollan en el hombre quinto,
(antes de llegar al cuarto y después del sexto), del modo siguiente: Sepan
Beatitud – Amor total Sublimación del Oído Expresen
Servicio activo “ del
Tacto Revelen
Realización – Divina visión “ de la Vista Destruyan
Armonización total “ del
Gusto Resuciten
Sabiduría total o perfecta “ del Olfato
Se evidencia que durante edades el hombre no capta conscientemente (desde
el ángulo de la personalidad), los mandatos que debido a la quíntuple evolución
han sido dados por las cinco palabras; transcurrieron largos eones (y aún
continúa), en que el hombre nada sabe ni reconoce respecto a lo que conscientemente
debe constituir su Trabajo; no obstante, como todo es guiado, los cinco trabajos
encomendados o palabras hacen su gran Trabajo y el hombre, sin percatarse
en su conciencia cerebral, va ingresando a lo que es su tarea, llevándola
a cabo egoístamente en el mundo del espejismo, de las tinieblas, de las vanas
y tontas ilusiones. Más adelante, cuando va saliendo de la obscuridad y aprovecha
la luz que se filtra a través de los velos rasgados por quienes anteriormente
han recorrido el camino iluminado comienza a trabajar conscientemente consciente,
hasta que finalmente capta la necesidad de colaborar con el cumplimiento de
la voluntad de Shamballa.
Cuando Cristo estuvo con nosotros expresó mediante cuatro frases y Su Trabajo,
los cinco mandatos. Quien quiera más información al respecto puede estudiar
el tema en las páginas mencionadas del libro “Los Rayos y las Iniciaciones”;
no obstante a continuación nos referimos a las frases correspondientes a las
cuatro primeras palabras y al Trabajo relacionado a la última, los cuales
se encuentran dados en dichas páginas, en que se mencionan como sigue: 1--
Sepan - ¿”No sabías (se refería a sus padres) que en los asuntos de
mi Padre me es necesario estar”? 2--
Expresen – “Debo ir a Jerusalén”, dijo y con decisión afirmó Su rostro
para ir allí. 3--
Revelen – “Padre, no mi voluntad sino la Tuya sea hecha”. Con lo cual
indicó Su comprendido destino monádico. 4--
Destruyan – “He aquí que estaré con vosotros hasta el fin de la era”.
Fueron las últimas palabras dirigidas a Sus apóstoles. 5--
Resuciten – Cristo representó el Trabajo dado por esta palabra cuando
actuando como Salvador impulsó el concepto de Resurrección que contiene la
nueva y más importante revelación que llegará oportunamente a la humanidad. Desde un
ángulo de visión más elevado y abarcante nos podemos dar cuenta que los cinco
mandatos dados no son sino expresiones de la “Música de las Esferas” que en
niveles más excelsos se produce debido al armónico Trabajo que se lleva a
cabo, cumplimentando el Propósito Divino del Logos expresándose en el Sistema
Solar; se evidencia que esta Música Divina no es sino el Sonido creador que
mantiene unido y en correcto funcionamiento a dicha expresión solar dentro
de la armonía aún perfectible, aunque perfecta para nosotros. Lógicamente
Su Trabajo, que se expresa como quíntuple en nuestro minúsculo proceso viviente
humano, aparece ante nuestra percepción, o más bien ante la del elevado iniciado,
como un mandato quíntuple, como debe ser. Estos cinco mandatos, como lo hemos dicho, resuenan,
vibran, están presentes constantemente en los ámbitos adecuados, tanto donde
moran elevados iniciados como en niveles inferiores; las palabras que los
expresan son vivificadas o nuevamente vitalizadas, llegando al iniciado como
Sepan, Expresen, Revelen, Destruyan, Resuciten, o a quienes están en niveles
evolutivos no tan elevados expresándose allí como Oigan, Toquen, Vean, Apliquen,
Conozcan; aún en ámbitos muy inferiores hacen su Trabajo creando los cinco
sentidos, aparatos físicos de respuesta. No obstante es conveniente darse cuenta que las cinco
resonantes vibraciones (como muestra simbólicamente la figura), atraviesan,
por decirlo de modo materialista y por lo tanto inadecuado, los distintos
niveles iniciáticos, con lo que se evidencia que en cada uno de ellos el Trabajo
es quíntuple y no, como podría pensarse, uno en cada caso.
El Sr. D.K. se refiere a este maravilloso tema que estamos tratando en las
ya citadas páginas, pero si el lector no las estudia con gran atención no
descubrirá lo que nos quiere trasmitir; recomendamos hacerlo con detenimiento
y cuidado, ya que de lo contrario lo que aquí decimos tampoco le resultará
significativo y no podrá captar la importancia del tema. Decimos esto con
el profundo convencimiento, cada día más afirmado, de que quienes dicen leer
dichos libros generalmente pasan por alto las más profundas verdades, las
cuales siguen ocultas para quienes así proceden, conservándose el secreto
para quienes aún no están a la altura de la oportunidad.
No obstante para quienes se encuentran frente a las verdades que allí se dicen
y las comprenden aunque más no sea parcialmente, se darán cuenta de que esos
cinco mandatos “constituyen Todo lo que debe hacerse, no más ni menos”, por
lo que podemos captar que estamos liberados de crear lo que personalmente
nos pudiera parecer necesario o conveniente, encomendándosenos, eso sí, la
gran tarea de trabajar en los adecuados y necesarios niveles de creación para
hacer correctamente y de modo inteligente el enorme trabajo que ello implica.
Con lo que, una vez más se cumple lo que ya sabemos: todo Trabajo creador
producido por discípulos avanzados e iniciados, debe ser complementario de
lo ya creado en niveles superiores, que no son sino cánones necesarios, o
actúan como tales, a los que debemos ajustarnos con la sabiduría y el amor
que emana de la obediencia oculta que sabemos es trabajar en cumplimiento
del Plan de la Jerarquía y del Propósito de Shamballa. Así
lo hemos comprendido y lo comprendemos desde nuestro minúsculo campo de actividad
y desde hace más de una década, y al asumir la responsabilidad de hacer lo
necesario para producir la manifestación de un conjunto de colaboradores hermandados
por la tarea grupal encomendada y destinada, estamos permanentemente haciendo
ajustes que oportunamente vamos captando como necesarios. Constantemente la
U.S.E. va trabajando dentro de sus lógicas y numerosas limitaciones y va desarrollando
el trabajo cada día y cada año más conscientemente. Para
terminar deseamos hacer notar que si al leer este trabajo el estudiante ha
pensado que nada es casual y que por algo el hombre escribe su música mundana
en pentagramas de cinco líneas, con lo que emula desde niveles muy inferiores
la Música de las Esferas escrita o expresada mediante la quíntuple evolución
trasmitida por los cinco mandatos, no está lejos de la verdad. Es el resultado
de un acercamiento que indica lo que ya sabemos, que no es sino que lo que
se produce “allá lejos”, y se refleja aquí anunciándose mediante indicios
que pueden ser “leídos” (si vale este modo de decirlo) por quienes tratan
constantemente de hacer lecturas espirituales. La llamada “clave de sol” utilizada
en la música mundana al encabezar el pentagrama, tiene que ver con el actual
ciclo, contrariamente a lo que ocurre con las “claves de fa”, que van quedando
atrás (aunque lentamente) por corresponder al Sistema Solar anterior, no obstante
que las cualidades de antes son la sustentación de las que ahora se desarrollan.
Y para más abundar debemos darnos cuenta que el papel plano del dibujo debiera
tener (para una mejor representación simbólica), forma cilíndrica o más bien
cónica, con lo que el pentagrama y su “clave de sol” en el mundo real (que
no es sino armonía con el Alma, el Sol de la mente), tendría una mayor analogía. Nuestro
anhelo es que lo que decimos en este trabajo y graficamos mediante la figura
ayude al estudiante interesado y dedicado a interpretar lo que el Sr. D.K.
escribió en las mencionadas páginas, con el fin de trasmitirnos una parte
del trabajo de guiar y conducir el proceso evolucionante. E.C. 9/2000 EL CICLO ANUAL DE
ACTIVIDADES de la U.S.E. ES UN PROCESO CREADOR (2-236/ss) La semana anterior hemos
distribuido el trabajo “Períodos de actividades y recesos anuales de las futuras
Escuelas de Meditación” (2-236/ss), que no es sino el reflejo graficado de
lo que el Sr. D.K. nos dice en las mencionadas páginas; hoy presentamos lo
que consideramos puede ser obtenido al estudiar el tema con alguna profundidad,
comparándolo con lo que ha sido y es hasta ahora la Unidad de Servicio Evolución
y sus actividades anuales.
Sabemos que nuestra vida grupal de estudios y trabajos de servicio no constituyen
una “Escuela de Meditación”, como se designa en el libro a las que más adelante
en el tiempo serán creadas y conocidas; sabemos también que el voluntario
esfuerzo que hacemos actualmente para mantener el estudio rítmico, las salidas
al ambiente con el fin de trasmitir conocimientos, la difusión de La Gran
Invocación, la red de triángulos y su mantención iluminada, el descubrir (o
al menos intentarlo) a personas de buena voluntad y otros trabajos tales como
publicaciones para difusión, calendarios, etc, no quedará en nada sino que
dará oportunamente sus frutos, los cuales serán evidentes más adelante. (aunque
hasta cierto punto ya lo son). Todo esto seguramente servirá como base fundacional
de una escuela en esta zona, que sin duda aparecerá oportunamente con todo
lo que debe ser, bastante más adelante en el tiempo.
No obstante que no nos cabe dudas que lo que hacemos es lo adecuado y correcto
en la actualidad, sin embargo con este escrito que ahora difundimos nos proponemos
mostrar con claridad que es un proceso creador. En efecto es así y vemos que
contiene las cuatro etapas, Consideración, Inhalación, Creación, Exhalación
y Crisis, siendo ésta (la crisis) la etapa en que nuevamente aparece la Consideración
de lo hecho para seguir o no repitiéndolo en otros y renovados ciclos similares.
Esto sucede así porque en verdad cada etapa o parte es dual, y podríamos mencionarlas
como: Crisis y la consideración de ella; inhalación hasta obtener adecuada
tensión; consideración de la tensión lograda y trabajo de creación; exhalación
en tiempo y espacio, y nuevamente llegamos a la crisis y su consideración
para repetir o no el ciclo.
Vemos que el trabajo que hacemos anualmente en nuestra unidad de servicios
es un ciclo destinado a crear, como debe ser y es todo proceso anual; el año
es un ciclo divino que emana de la armonía del Todo viviente y evolucionante
y nos es trasmitido por un gran Ser cuya intención es servir y desempeñar
su parte en el trabajo creador.
Puede verse en la figura de la página siguiente que el desplazamiento entre
la cruz planetaria formada por los equinoccios y solsticios y la cruz de creación
es aproximadamente de veintitrés grados y medio, lo cual no es casualidad
sino que se expresan los veintitrés grados y veintisiete minutos de la actual
inclinación del eje del mundo con respecto a la vertical trazada al plano
de la eclíptica. El estudiante comprensivo se dará cuenta que esta cifra no
es exacta al ubicarla en el ciclo creador, aunque sí lo es al considerar largos
tiempos, como ocurre con todo. Los ciclos creados y creadores se cumplen siempre,
y los números 4, 3 y 2 entran en esta armonía con tal precisión que sólo nos
queda ser expectadores cada día más comprensivos de la grandeza de Dios.
Al observar la figura que acompañamos, nos podemos dar cuenta de lo siguiente:
1--
El receso de actividades, aunque es excesivo (de nueve semanas y no
seis), sin embargo está correctamente ubicado dentro del trabajo. 2--
El proceso de creación está al revés; creamos en Libra y no en Aries,
lo cual es inevitable por encontrarnos en el hemisferio sur. Esto merece una
detenida consideración, lo cual nos lleva al tema de “la reversión polar”
citado varias veces en la D.S. de H.P.B; de esto no nos ocupamos en este trabajo
porque implicaría salirnos de los márgenes que nos hemos impuesto. 3--
El trabajo que hacemos anualmente no está claramente dividido (en su
presentación práctica), como indica la figura, lo cual se debe precisamente
a lo que decimos en el punto anterior. Nos
hemos ocupado únicamente del hemisferio sur porque es donde nos encontramos
nosotros y la U.S.E.; no obstante nos damos cuenta que resultaría interesante
hacer otra figura y un estudio similar para el otro hemisferio. E.C. 7/2001 EL
HOMBRE ES UNA CREACION PLANIFICADA
Hemos estudiado y hasta cierto punto comprendido que toda creación ha de ser
planificada (como puede verse en págs 9, 10, 11 de esta presentación sobre
la construcción del antakarana y en 18-417/8), como lo hace la Deidad, la
cual nada construye que no responda a una inteligente planificación, la que
a su vez es la respuesta a la Necesidad captada por el ente creador. El hombre -no el ser humano- es en sí mismo un
puente de luz (aunque actualmente no muy brillante), tendido desde la existencia
en los tres mundos y la Vida, o bien entre las vidas materialistas y la espiritual.
(pág 8 “El hombre debe convertirse en el antakarana”). De estos dos importantes conceptos se obtiene,
sin lugar a dudas, que “el hombre es una creación planificada por la Deidad”,
con el fin de facilitar el paso consciente de la parte más baja a la más alta
(y viceversa), de la tétrada solar inferior, tal como la conocemos. [En verdad cada parte del Todo -y por lo tanto cada Ser-
es creado planificadamente].
El discípulo que capta esta verdad, es porque ha llegado a ser suficientemente
avanzado como para darse cuenta porqué el proceso que vemos que constantemente
actúa mediante la Voluntad de la Deidad (el Logos Solar), avanza hacia darle
a lo que vive a nuestro alrededor, las oportunidades para que alcancen el
punto siguiente en la constante prosecución evolutiva hasta que la creación
llamada hombre llegue a la epifanía de lo que ha de ser, la quinta iniciación.
Mientras tanto, está en construcción. Esta oculta verdad en que revelamos que la planificación
de la creación del hombre implica reconocer que en todo momento es ocultamente
guiado para que además de lo mucho que ello significa, no se aleje demasiado
de lo que ha de hacer ni cometa excesivos excesos, como tampoco actúe demasiado
lentamente dentro de los ciclos que ni siquiera son reconocidos por su incipiente
mentalidad centrada en materialismo y enfoque astral, nos indica una vez más
el permanente engaño en que el hombre vive en su mundano accionar, aferrándose
a conceptos que nada tienen de verdaderos y viviendo encarnaciones, unas tras
otras, en constantes repeticiones de tonterías físicas, espejismo y mentiras. La existencia del hombre es efímera y podríamos
decir tonta, destruyendo constantemente equipo tras equipo de los cuales es
nuevamente provisto por su creador la Deidad, que al planificar la dura y
engañosa existencia de “los tres unidos”, los mantiene sumergidos en el maya
mundano en donde lo vibracional o vivencial está oculto. Lo hace, porque necesita
hacerlo, mediante la vibración de la triplicidad de la materia, el triple
A.U.M. pronunciado y mantenido como sonido alucinante, engañoso y ocultador
de la verdad. Son tres palabras mántricas, una para cada nivel sustancial. En estos momentos en que se avasallan los ocultos
valores del hombre a la vez que un grupo humano -no importa lo que ello signifique
desde otro ángulo de visión- se fija la increíble y torpe meta de llegar
a planeta Marte con una nave espacial para determinar “si alguna vez allí
hubo agua”, se comprende porqué todo ha de permanecer oculto mucho tiempo
todavía, hasta que el dolor y el sufrimiento hagan su benéfica obra de despertar
a los hombres dormidos. Aquí podríamos recordar las cuatro nobles verdades
que nos fueron dadas por el Buda, que también pueden enunciarse exclamando:
El dolor existe porque es necesario. ¿Cuál es el trabajo del dolor? ¿Puede
desaparecer? ¿Cómo se supera?. No el ser humano sino el hombre -repetimos ya
que de él nos ocupamos- es una creación planificada y no puede salirse de
dichos planes; la guía es también necesaria para evitar desbordes y para que
siempre esté disponible el Sendero que puede llevarnos a una luz mayor. Por
lo dicho se evidencia que lo que podamos ver de aquí en adelante en la evolución
mundana es poco importante y no nos debe impactar; desde ciertos ángulos de
visión es lo mismo el mayor logro científico que cualquier participación en
grupos astrales o físicos. En todos los casos lo que ha de ampliarse es la
incipiente conciencia grupal. E.C. 01/2004 EL PROCESO
CREADOR Y SU DIAGRAMACION En
trabajos anteriores y en el estudio rítmico semanal nos hemos referido -en
diversas oportunidades- al proceso creador y hemos visto y comentado que
puede ser considerado como una integración de dos, tres, cuatro, cinco y seis
partes o etapas, las cuales en verdad son una sola regida por el número seis;
se la subdivide en varias a los efectos de facilitar el entendimiento intelectual
del cual el discípulo es considerado como que está suficientemente provisto. No obstante lo dicho hasta el momento sobre el
tema, queremos referirnos nuevamente a la creación con el fin de ubicar con
más claridad “cada actividad y el intervalo dual” dentro del proceso, lo cual
puede llegar a ser confuso para el estudiante al analizar el trabajo “La ciencia
del antakarana” (pág. 7) de la primera parte de esta presentación. Allí, por
ejemplo, la “intención” se encuentra correctamente ubicada en la etapa “inhalación”,
estando íntimamente relacionada (por decirlo así), con la “intensificación
de la aspiración espiritual” y el “aumento de la intensidad del propósito”,
como figura en el diagrama. Estos dos, no es que hayan cambiado al intensificarse,
sino que dentro de la conciencia del estudiante hay un cambio en la necesidad,
generadora de la intención, y ahora percibe más intensamente (debido a la
acción de los ciclos), a ambos, lo cual se debe a que lo representado en el
papel como un ciclo no es el trabajo de uno solo de ellos, sino de los muchos
necesarios para producir dicho efecto. Con el fin de explicar mejor lo que deseamos, debemos
llamar la atención del estudiante sobre lo que es un solo ciclo -que seguramente
no es ni será el primero ni el último de un extenso conjunto de ellos- y
lo que es una vasta cantidad actuando secuencialmente y la inherente dificultad
para describir en uno solo lo que se logra en muchos, en miles o cientos de
miles de ellos. La figura y el ciclo descripto en la página mencionada tratan
de hacer comprender al discípulo mediante la representación simbólica de solamente
uno, lo que ocurre con todos los necesarios y aún con todos los estados intermedios.
El tema es, por lo tanto, complejo y solamente puede comprenderse reflexionando
detenidamente sobre ello, no pudiendo ser mejor explicado. Seguramente el discípulo se preguntará: ¿en cual
de las etapas se encuentra -por ejemplo- la intención? ¿Está antes de la
actividad de reunir los elementos necesarios y por lo tanto de la inhalación
en la respiración?. Y si está antes ¿porqué se la ubica en el diagrama, precisamente
en esa parte del proceso?. Respondemos que “si no estuviera antes no tendríamos
la intención” y por lo tanto no reuniríamos lo necesario ni haríamos el trabajo
para que aparezca la necesaria tensión por acumulación de la sustancia adecuada
para el trabajo de creación. Nos damos cuenta que verdaderamente después de
este pensamiento el estudiante puede quedar confundido. Por lo tanto consideramos
necesaria una aclaración que la exponemos diciendo que “el trabajo de creación
es en sí mismo una creación creada por dicho proceso”, y por lo tanto en él
se han de producir y se producen diferentes etapas evolutivas que han de surgir
y surgen como en la creación de un ser viviente, porque eso es. “La creación es un proceso cíclico y todo proceso
tiene por objeto crear y hacer existir lo creado; por el Trabajo de extensos
ciclos, la creación es lo que es”. Por lo tanto el proceso creador nace, vive para
evolucionar y repite los mismos ciclos en el trabajo, ya conocidos por el
estudiante o al menos mencionados de diversos modos en la enseñanza rítmica
grupal. Recordando esto que decimos podemos llegar a entender
donde está ubicada -por ejemplo- la “intención” en el trabajo de creación,
dándonos cuenta que “está desde antes” ya que el proceso no es un solo ciclo
sino muchos miles, eternamente repetidos, aunque no es ni son repeticiones,
sino nuevos ciclos muy similares, aunque distintos. Cuando cae una hoja de
un árbol, otra la reemplaza siendo muy similar, aunque distinta. Abarcan todo
el tiempo que transcurre estando siempre presentes, aunque constituyen algo
muy distinto para el discípulo cuando lo comprende y los promueve constantemente. Una vez más vemos que una representación simbólica
más adecuada sería la de ciclos no cerrados y unidos, lo cual tampoco cumpliría
con toda la verdaderamente necesaria expresión simbólica. E.C. 01/2004 ERRORES,
DOLORES, SUFRIMIENTOS Nos
hemos propuesto escribir unas pocas palabras o conceptos sobre los errores
y los sufrimientos que originan, lo cual no agotará el tema -ni mucho menos-
que es tan vasto que cuando se lo estudia produce sorpresa en los estudiantes,
que aunque viven permanentemente equivocados, no han analizado en general,
la magnitud del tema. Al actuar sucesiva y simultáneamente durante edades
de modo triple en los niveles vibracionales y ámbitos adecuados para su desarrollo,
el hombre -ese ser intermediario que ha de desarrollar la autoconciencia que
no es la instintiva del animal ni tampoco la verdadera conciencia del ser
espiritual- interpreta engañosamente lo que va percibiendo constantemente.
De tal modo comete tres tipos de errores que se designan con los nombres de
mayas, espejismos e ilusiones; los tres se sintetizan en lo que se denomina
“morador en el umbral”. El hombre es una creación planificada por la Deidad,
-todos los seres lo son- que tienen por objeto desarrollar esa conciencia
intermedia -la autoconciencia- , uniendo lo inferior con lo espiritual, convirtiéndose
o llegando a ser verdaderamente el puente de luz unificador, el antakarana,
permitiendo que el nivel puramente material esté conectado con el espiritual. Para que este proceso se cumpla el hombre es creado
y desarrollado en un ambiente expresamente destinado a ese fin, -el del actual
planeta Tierra, con electricidad, agua y aire produciéndose constantemente
tormentas o estados tormentosos- el cual y aunque no nos demos cuenta, durante
edades es el medio en el cual vivimos, un medio físico, acuoso y mental que
el hombre interpreta de diversos modos; solo comienza a ver una verdad cuando
habiendo avanzado mucho en el Sendero, descubre que la mente concreta y razonadora
también lo engaña, así como antes lo engaño el cuerpo astral y mucho antes
el físico. Así llega un momento en la vida de todo hombre, en que empieza
a descubrir poco a poco que siempre estuvo engañado y que ahora también lo
está. Vivió en un permanente error, reconociendo que ya no hay para él razonamientos
valederos, siendo todos engañosos y mentirosos. Cuando descubre semejante cosa -que lo es para
él- se explica el origen del dolor y del sufrimiento, que no es sino “aquello”
que aparece “ante la necesidad de experimentar mediante la prueba y el error”.
Recuerda las palabras de Buda y se da cuenta porqué este gran Ser vino antes
de Cristo, comprendiendo que el trabajo de Sanat Kumara en cuanto a la enseñanza
dada a los hombres es “experimento tras experimento”, trasmutando luego la
experiencia en cualidades de la conciencia, para lo cual se recurre a los
átomos permanentes. Luego el estudiante se da cuenta que si maya conduce
a resultados físicos erróneos, estos vuelven a aparecer en el desarrollo astral;
si los espejismo existen como también la ilusión y se mezclan, se obtienen
formas alucinantes y engañosas de características kamamanasicas, y del mismo
modo pueden obtenerse cualquier cantidad de intermediarias formas engañosas,
malignas, perversas o benéficas, pero nunca espirituales. Así se llega a comprender
el enorme mal que puede ser introducido volviendo nuevamente a engañar a quienes
tratan de salir de la oscura caverna de la materia, como lo hace empeñosamente
el discípulo consagrado. Llega el hombre a darse cuenta que todo es erróneo
a la vez que verdadero. Es erróneo porque el desarrollo mundano no es sino
formas engañosas para el hombre, y es verdadero porque si no fuera así el
hombre no sufriría ni tendría dolores, no alcanzando la meta la cual se logra
por el benéfico trabajo de ambos. El dolor y el sufrimiento tienen su origen
en la necesidad inherente a las almas encarnadas de experimentar y sufrir
por ello. Por lo dicho, vemos que los errores nos acompañan
siempre, nos acompañan ahora y nos seguirán acompañando todavía un tiempo;
por lo tanto esperamos que para los estudiantes que leen estas páginas no
signifiquen sino lo dicho, al descubrir faltas o errores que podríamos cometer
en estos escritos sin darnos cuenta; seguramente no podríamos actuar sin ellos.
Además -y esto es importante tenerlo permanentemente presente- debemos proceder
“como caso olvidado” al conocer los defectos u errores de las personalidades
de los integrantes del grupo; debe ser considerado cada uno como un alma encarnada
que sí cometió errores que ahora ya los superó; pasó por ellos y cualificó
su conciencia. Que lo dicho sea bien comprendido y constituya
la base de la verdadera hermandad grupal en que todos estamos empeñados y
trabajando para construir el antakarana, el sendero de luz y amor que nos
sacará del mundo de los errores, es nuestro anhelo. E.C. 01/2004 LA INTENCIÓN
SURGE COMO UNA NECESIDAD La necesidad es
la presencia vibracional en la conciencia, de lo que debe ser desarrollado
a continuación de lo actualmente en desarrollo, en la secuencia del creciente
avance evolutivo de un ser. Este modo de decirlo, aunque no implica la totalidad
de lo que es, sin embargo es válido para mucho tiempo, en cuanto al discípulado
se refiere.
Por lo tanto la intención de construir conscientemente el antakarana surge
como una necesidad cuando el hombre comienza a estar preparado para ello;
esta preparación no es una firme determinación, ni un indesviable espejismo,
como tampoco una intención fija, sino la consecuencia de un trabajo de esfuerzos
y superaciones que se lleva a cabo prestando un creciente servicio a los Grandes
Seres, siendo cada día más humildes e inofensivos y sobre todo -y esto es
lo más difícil para la mayoría de los discípulos- aprendiendo a dar. Es lo
más difícil de lograr porque los hombres creen que a dar no es necesario aprender,
ignorando la verdad esencial. Debemos reflexionar en que no puede llegar a
la iniciación de la renunciación, la cuarta, quien no aprendió a renunciar,
lo cual demanda largo tiempo de arduos esfuerzos.
En pág. 16 vemos que la intención está descripta en 6 puntos que podemos resumirlos
del modo siguiente: 1--
Correcta orientación. 2--
Comprensión mental de la tarea a realizar. 3--
Acopió de la sustancia necesaria dentro de un círculo no se pasa. 4--
Pensar con claridad sobre el proceso de la intención. 5--
Mantener la tensión sin ejercer presión sobre las células cerebrales. 6--
Pensar con claridad sobre lo que es la intención en el caso de la construcción
del antakarana. A continuación nos referimos a cada uno de los 6 puntos
con breves palabras. &nnbsp; 1--
Correcta orientación es la comprensión del proceso de creación de la
Deidad y la consecuente evolución. Por lo tanto implica darse cuenta que hay
un propósito divino que se manifiesta mediante un plan, al cual hemos de servir
con verdadera comprensión y no por motivos emocionales. Las cualidades ya
mencionadas -humildad, inofensividad, servicio y constante renunciamiento-
deben adornar crecientemente nuestras conciencias. 2--
La comprensión mental de la tarea a realizar no es verdadera comprensión
sino entendimiento inteligente o intelectualización de que si no construimos
un puente no podremos pasar el poderoso río de la mente. “Con la mente debemos
entender que debemos pasar el río de la mente mediante un puente”. Esta es
una analogía superior de que “para cruzar un río de agua sin mojarnos debemos
estar hechos predominantemente de agua y construir el puente” como ocurre
con el hombre, pues en el cuerpo denso del hombre predomina el agua. La intelectualización
del proceso es precisamente darse cuenta de la analogía citada y entender
que no podría ser de otro modo. 3--
La sustancia necesaria para construir el arco iris es la triple naturaleza: a..
Sustancia mental inferior. b..
Sustancia mental del cuerpo egoico (De los 12 pétalos) c..
Sustancia mental de la joya en el loto. Por lo que puede verse, ocupamos sustancia mental, lo
cual nos conduce nuevamente a darnos cuenta que la sustancia mental no es
en si inteligencia (mente), sino la sustancia de la cual ésta emana cuando
es ordenada de un cierto modo. Aquí podemos hacer una analogía con la construcción
de un puente para cruzar un río de agua, que deberá tener sustancias con agua,
como efectivamente es, ya que los cálculos los hace un hombre denso hecho
predominantemente de agua, en papeles y otros materiales todos conteniendo
agua. Recordemos que este Sistema Solar es de agua, el amor de Dios desde
el punto de vista más denso, la densificación de amor. & 44 y
6- Tratamos juntos estos dos puntos porque ambos se refieren a pensar con
claridad sobre la intención; el primero se ocupa de la intención en general
y el segundo a la intención de construir conscientemente el antakarana. En
este último la intención surge ante la necesidad de lograr la liberación del
triple mundo, el de la carne o karma; sobre esto hemos escrito el trabajo
“Pensar con claridad sobre la intención de construir el antakarana (18-401)”,
agregado en página 14. En cuanto al punto 4 que se refiere a la intención en
general, nos hemos ocupado de ello en este mismo trabajo, “La intención surge
como una necesidad”. 5-
Mantener la tensión sin ejercer presión sobre las células cerebrales,
significa “no desear éxito en el trabajo”. La presión sobre el cerebro es
consecuencia del deseo de lograr algo. Como
ejemplo y analogía recordemos lo que ocurre cuando estudiamos ciencia e información
mundana con el fin de obtener un certificado de capacitación en cierta rama
curricular. En tal caso hay una constante presión sobre las células cerebrales
que pueden conducir y conducen a enfermedades, como por ejemplo el surmenage,
como también la miopía y otras enfermedades de los ojos. El estudiante no debe desear resultados, sino que todo
discípulo sabe que los resultados se producen siempre siendo ineludibles e
inevitables. La tensión a que aquí se hace referencia no tiene relación con
las emociones; cuando esto no se cumple el antakarana no puede ser construido.
Al comienzo de este trabajo nos hemos referido a lo que es la necesidad; no
obstante el tema es vasto y con solamente haber expresado lo expuesto se evidencia
que no ha sido suficientemente dilucidado.
Las nuevas necesidades de toda conciencia, sea grande, no tanto o pequeña
(por decirlo así), van surgiendo constantemente y si se trata de un elevado
Ser, la necesidad es muy abarcante siendo amplia la intención que surge; en
cambio si se trata de la conciencia de un discípulo, su necesidad genera su
particular intención.
Las cambiantes necesidades astrológicas hacen surgir nuevas intenciones en
los estudiantes y en todos los hombres; en algunos son de un tipo y en otros
de otras.
Cuando un discípulo ha cumplido con casi todo el trabajo en los tres mundos,
aparece la necesidad -para él- de liberarse de la tiranía de la carne, la
séptima jerarquía creadora; así comienza su intención de construir conscientemente
el antakarana.
Lo mismo ocurre con una conciencia grupal, en que el grupo como tal reconoce
la necesidad y comienza intencionalmente a construir el arco iris.
Nuestro anhelo es que lo dicho sea de utilidad para el lector estudioso. E.C. 01/2004 NOS ENCONTRAMOS
EN CONDICINES DE CONSTRUIR CONSCIENTEMENTE EL ANTAKARANA LIBERTAD Y SUGERENCIAS El trabajo destinado
al hombre mediante el cual aprende y evoluciona en el planeta Tierra es el
del experimento, con lo que constantemente se profundizan y mejoran las experiencias,
las que luego -con auxilio del poder que otorga la Voluntad, impuesta sobre
los átomos permanentes- se trasmutan en cualidades de la conciencia, que es
el objetivo. Es un mecanismo verdaderamente maravilloso, no teniendo palabras
para expresarlo en plenitud, como ocurre en todos los casos, ya que los mecanismos
divinos son inexpresables con las palabras mundanas del hombre.
Lo cual quiere decir que en la Tierra nos debemos ocupar -nosotros, los hombres
encarnados- de aprovechar todas las oportunidades que a diario tenemos para
adquirir nuevos y mejores motivaciones experimentales, que sabemos que luego
se trasmutarán, con lo que nuestras conciencias se cualificarán acrecentadamente
y adecuadamente. La infinita vastedad de experiencias distintas producirá
la también universalmente infinita conciencia de los hombres; desde otro ángulo
de visión ésta infinitud no es tal, sino que así se observa con la mente concreta,
la divinidad de Brama.
Recordemos que la mente concreta es una limitación impuesta a la mente para
obtener un desarrollo programado y paulatino del hombre. Por lo tanto se comprende
que la Vida nos enseña de ese modo, propio del Esquema Terrestre, el cual
-cuando llegamos a la etapa de ser cada día más intelectuales- es porque escribimos
las experiencias en libros y otros medios con el fin de tomarlas en cuenta
tal como hemos detectado que son, o al menos para no escapar demasiado de
lo ya conocido.
Al comenzar a trascender las limitaciones “impuestas por el cuatro frente
al siete” -las cuatro espirillas encerradas en el círculo no se pasa o aro
que nos limita y nos separa de la comprensión de lo que es Brama- el infinito
desaparece y la mente concreta se comunica con la mente abstracta mediante
el antakarana -cuando esto ocurre es porque hemos avanzado en el sendero
evolutivo lo suficiente como para comenzar a escuchar con atención comprensiva
leyendo lo que es el puente de luz que une las dos orillas del río de la mente;
por lo tanto estamos preparados para seguir hacia delante como ocurrió siempre
en el camino evolutivo.
De modo general podemos decir que cuando intentamos hacer algo, es porque
ya se vislumbra en nosotros tal posibilidad y nuestra preparación para hacerlo
está llegando a su expresión ejecutora de la Necesidad; se evidencia entonces
que estamos preparados para construir el antakarana precisamente cuando lo
comenzamos a intentar y nos esforzamos para lograrlo. En el planeta Tierra
el comienzo y la preparación para ello están siempre unidas; cuando debemos
empezar a meditar es porque estamos preparados para hacerlo, ocurriendo lo
mismo con cualquier otra actividad, ya sea física, astral o mental. La preparación
crece y mejora con el intento de hacerlo.
Aquí podría argumentarse que, no obstante lo dicho, no son aconsejables ciertas
prácticas, las cuales pueden llegar a perjudicar mucho al estudiante desprevenido,
lo cual es cierto. Sin embargo, si está desprevenido es porque no lee o estudia
con suficiente atención y por lo tanto no está preparado, siendo esto de gran
importancia, evidenciándose su relación con las condiciones karmáticas, tanto
personales como grupales.
Como puede verse esto nos conduce a la libertad y a la necesidad de no aconsejar
a las personalidades en ninguna circunstancia lo que han de hacer; la libertad
debe ser total. Ha de trabajarse como lo hace la jerarquía, solamente mediante
sugerencias dirigidas a las conciencias y nunca a las personas, recordando
que el libre albedrío consiste en cercenar la libertad hasta cierto punto,
lo cual lo hizo y lo hace la vida evolutiva (por decirlos así), creando el
infinito y el cero para la mente concreta; nadie está autorizado a agregar
a ese cercenamiento algo adicional. Lo que queda después de dicha limitación,
es lo que se denomina libre albedrío y nadie ni nada puede ni debe cambiarlo
sin que se produzca la necesaria reacción karmática. Es la libertad de la
cual gozan las personalidades.
Podría decirse que entonces no es posible lograr organizaciones civilizadas
imponiendo el necesario orden; contestamos que es verdad, es así. Las organizaciones
humanas crean karma y no son duraderas ni pueden ser consideradas de validez
nada más que como entrenamiento del hombre para la vida grupal; podríamos
decir que el hombre se entrena entreteniéndose en organizaciones que luego
desaparecen quedando solamente la enseñanza lograda.
Por lo dicho puede verse que es verdad que se aprende:
a actuar, actuando; a estudiar estudiando; a meditar
meditando; a construir el antakarana, construyéndolo. Esperando que lo expuesto sea útil al discípulo que
avanza mediante la constantemente creciente consagración, es nuestro anhelo. E.C. 01/2004 PASCUA Y LA VIDA
ASCENDENTE El conocido dicho esotérico
de que “en toda forma mora una Vida la cual mediante ella adquiere experiencias
en los mundos en donde la forma actúa con el fin de cualificar su conciencia”,
nos conduce a Pascua ya que desde un amplio campo o punto de vista, este acontecimiento,
por llamarlo así, simboliza precisamente la finalización de un trabajo mutuamente
aceptado entre la Vida y una adecuada forma, que al momento de unirse y hasta
ese instante que lo mencionamos con la palabra Pascua eran cada una para la
otra suficientemente apta. No obstante la mutua relación establecida y el
servicio prestado por la forma a la Vida y por esta a aquella, llega un momento
en que ambas deben liberarse, con lo que la Vida regresa a su propio plano
y la materia que formaba la forma se desintegra; sus átomos son llevados por
los “Cuatro Vientos del Cielo” a los “Cuatro Puntos Cardinales”, sus propios
lugares, a la espera praláyica de prestar un nuevo servicio.
La destrucción del vínculo hasta ese momento establecido entre la Vida y la
forma origina dolor, porque dolor es el resultado de la incomprensión del
proceso viviente y la no aceptación de sus métodos; y aunque la Vida lo hace
suyo porque ha desarrollado Divina Comprensión, no ocurre lo mismo con respecto
a la forma. El vínculo entre la Vida y la forma se ha producido y se produce
constantemente desde la creación de los mundos y continúa efectuándose porque
el segundo aspecto, el “establecedor de relaciones por medio del Amor”, hace
su Gran Trabajo. Al romperse el vínculo matrimonial, (podemos llamarlo así),
quien lo comprende, la Vida, no es alcanzada por el dolor, pero quien no lo
comprende, la forma, logra un necesario y adecuado resultado porque el dolor
es su defensa y su protección. La Vida, en su comprensión, no es afectada
del mismo modo que la forma, pero en su viviente experiencia obtiene la captación
de nuevos sonidos en su trabajo, su cualificación alcanza niveles mayores
y en su interior, por decirlo así, se origina y desarrolla el definido propósito
de redimir a la forma para su avance en el trabajo evolutivo y llegar algún
día lejano a comprender, como comprende quien se identifica con la Vida.
El punto de rotura del vínculo es llamado “de surgimiento” porque en él “la
Vida se libera” y comienza un nuevo ciclo de trabajo y servicio. No pasará
mucho tiempo en ese estado de libertad porque nuevamente otra forma más apropiada
a sus necesidades le será conveniente y la adoptará para evolucionar mediante
ella. Y nuevamente habrá unión y trabajo y luego rotura y surgimiento y en
cada etapa la Vida avanzará en experiencias, la conciencia estará más cualificada
y las formas serán más sutiles y apropiadas.
Sin embargo debemos recapacitar más profundamente y distinguir entre la sustancia
que da forma o llena a la forma y la forma misma. El dolor es consecuencia
de la vivencia de la forma y no de la sustancia que la rellena, por decirlo
de algún modo. Porque la forma es el resultado del trabajo divino de constante
creación y perfeccionamiento y cada una de ellas es única en su momento y
por la necesidad que cubre.
Lo mismo que para la Vida, la rotura del vínculo es para la forma un punto
de surgimiento, aunque esto no es comprendido y sobreviene dolor, que se expande
por todo el ambiente circundante e inunda de experiencias la creciente sensibilidad
de los átomos evolucionantes.
Los devas no sufren el dolor lo mismo que los hombres, ni que la forma, porque
no son la forma sino que la rellenan con su propia sustancia. El deva crece
por el regocijo de las formas construidas y del trabajo efectuado. “Ellos
construyen y la humanidad, por decirlo así, destruye y mediante el descontento
el hombre aprende a destruir” y a apartarse de las formas obsoletas.
El Sr. D.K. nos dice en 4-385 al hablar del dolor:
“El dolor es ese esfuerzo ascendente a través de la materia, que coloca al
hombre a los Pies del Logos; dolor es seguir la línea de mayor resistencia
y por ese medio llegar a la cima de la montaña; dolor es la destrucción de
la forma y la obtención del fuego interno; dolor es arder en la hoguera a
fin de conocer la frescura del agua de la vida; dolor es viajar al país lejano,
que trae como resultado la bienvenida a la casa del Padre; dolor es la ilusión
del desconocimiento del Padre; dolor es la cruz de la pérdida completa, que
trae de retorno las riquezas de la eterna generosidad; dolor es el látigo
que hostiga al esforzado constructor para llevar la construcción del Templo
a la completa perfección”.
Si analizamos las bellas palabras citadas frase por
frase, nos daremos cuenta que en todos los casos el dolor se origina por las
formas desgarradas y abandonadas por quien asciende constantemente a niveles
siempre superiores; el dolor aparece en la forma y lo sufre quien se identifica
con ella. Quien asciende constantemente utilizando las formas es la Vida misma,
representada por el Hijo Pródigo en su ambulante propósito de llegar a la
casa del Padre.
Reflexionando en lo que hemos dicho o en lo que expresa Pascua, nos damos
cuenta que esta energía no puede estar ubicada sino en Aries, que representa
los comienzos; en ese signo el Rayo destructor hace su divino trabajo y comienza
un nuevo ciclo viviente, como lo representó el Gran Señor cuando vino a mostrarnos
que el alma se encuentra ubicada en la mente y que no es posible llegar a
ella evolutivamente sin pasar por los niveles concretos de dicho plano.
Con Su venida también simbolizó Pascua desde un ángulo de visión planetaria
ya que se inauguró un nuevo gran ciclo zodiacal de 25.920 años producido por
la precesión equinoccial. Para quien está interesado en astrología le será
evidente que Piscis rige el ciclo actual en el que ahora estamos entrando
a Acuario y podrá observar que la Gran Vida que evoluciona en niveles planetarios
está influenciada por la energía de Pascua comprendiendo que tal gran ciclo
precesional no es sino una expresión de renovación de la forma ante el requerimiento
evolutivo de la Vida evolucionante. Se evidencia que la estrella de Belén,
que guío a las almas de todas las razas, los Reyes Magos, no podía aparecer
en otra parte que no fuera en los primeros grados de Aries, en donde comienza
Piscis desde el ángulo de la energía que genera la retrogradación equinoccial.
Al tener en cuenta la maravilla que es todo el trabajo evolutivo viviente
y cómo en la conciencia se va instalando poco a poco la imprescindible necesidad
de expresar la redención, comprendemos que Pascua se manifiesta en todos los
niveles, como ocurre por ejemplo en el matrimonio entre hombres y mujeres,
y que la redención debe llegar y llegará a todas las formas, aunque consideremos
las creadas por el hombre para su diario vivir profano en los tres mundos
inferiores. Al respecto debemos recordar que las jerarquías creadoras son
permanentemente trasladadas por todo el Sistema Solar al cual constantemente
atraviesan y allí donde se instala una Vida es porque le es propicio el lugar
para proseguir su evolución; allí desarrolla la forma adecuada, lo cual es
posible debido a la fortaleza, núcleo de la forma que toma, fue también trasladado
con la Vida y la Conciencia. Sin embargo no se traslada de ese modo la sustancia
que debe llenar la forma, aunque también lo hace, observando las cosas desde
otro ángulo de visión. El estudiante de estos temas puede deducir de lo expuesto,
que aquello que acompaña a la Vida en su búsqueda del lugar apropiado es la
que debe ser redimida, y no la sustancia, la cual desde otro punto de vista
tampoco puede evolucionar sin forma y recibe los beneficios inherentes a la
redención.
Pascua es la energía que expresa el fin de todo ciclo con la consecuente liberación
y la futura necesidad de otra prisión para la Vida que fue liberada; tiene
que ver con la armónica y secuencial presencia de los ciclos, sucediéndose
uno tras otro hasta alcanzarse cierto nivel, en que una renovación mucho más
importante nos hace ver que estamos en presencia de nuevos y más amplios ciclos.
Tal ocurre por ejemplo con la cuarta iniciación, en que por haberse logrado
la redención de la forma en que se manifiestan las jerarquías creadoras utilizadas
por el hombre, somos ascendidos y ya no necesitamos la forma densa para seguir
acumulando cualidades.
En otras oportunidades hemos presentado trabajos referentes a Pascua, Wesak
y Pentecostés, las tres puertas que debemos abrir para dar comienzo al año
espiritual; lo que nace en niveles sutiles en Pascua es impulsado con energía
pura de Shamballa en Wesak y se abre camino hacia los niveles mundanos en
Géminis. Una vez más vemos en esto un proceso creador el cual se enfoca en
la necesaria liberación en Pascua, trabajo de inhalación; se hace creador
en el punto de tensión, intervalo superior, Wesak, y se expresa mediante la
exhalación en Géminis, produciendo la crisis necesaria anual que hará que
el ciclo haga su trabajo en los tres mundos. Es por eso que la amorosa exhalación
producida en Géminis nos hace ver que es el signo “del Cristo viviente en
compañía de la humanidad”; es también por eso que en Wesak se libera energía
altamente creadora e iluminadora (Tauro), que llega desde Shamballa y no es
menos evidente que al dar comienzo a un nuevo ciclo en Aries no puede hacerse
estando prisionera la Vida en inadecuada forma.
El año es, por lo que puede verse, el resultado de un proceso de respiración;
los tres signos zodiacales que posibilitan el trabajo permiten que los otros
nueve iluminen el templo, como sucede con los nueve puntos de contacto, que
cuando se expresan etérica y circularmente el hombre resplandece de luz.
Durante varios años nos hemos referido a Pascua, en que la Vida asciende constantemente
en su eterno afán de adquirir, mediante intermediarios, cada vez más universalidad
consciente. En cada ciclo debe ser expresada mejor y más inteligentemente
por el estudiante dedicado y consagrado, y una vez más sería bueno reflexionar
sobre la necesidad del mundo y el trabajo de servicio a prestar para cubrir
la necesidad por la cual hay Quienes esperan en la Cámara del Concilio de
Shamballa. E.C. 4/2000 PASCUA, TRIPLE SÍMBOLO
Y CUADRUPLE REPRESENTACIÓN Al
aproximarse el plenilunio de Aries, signo este que nos "sensibiliza y
nos hace dirigir la atención hacia algo que está comenzando" nos hemos
visto impulsados en fechas similares a la de hoy y durante algunos años a
escribir y comentar sobre este significativo acontecimiento que designamos
con el nombre de Pascua, oportunidad en que se da verdaderamente comienzo
al año de actividad, ciclo éste que adquiere sensibilidad en Tauro, en el
que se produce el gran festival de Wesak; un mes después se vitaliza en Géminis,
y en este signo se celebra Pentecostés. Aries inicia todo ciclo
de manifestación y podemos decir que así como las almas en su primera encarnación
como entidades individualizadas, si podemos decirlo así, vienen a la expresión
física en Cáncer, del mismo modo ocurre con el ciclo anual del planeta Tierra
alrededor del Sol. En el signo zodiacal de Cáncer llega a la encarnación porque
emerge como ciclo mental en Aries, como ciclo emotivo en Tauro y como vitalidad
cíclica en Géminis, tomando forma física en Cáncer, en el cual el solsticio
y en forma más precisa en su primera lunación, inicia la concreción de su
primitiva idea que emerge como consecuencia de la Voluntad expresada en Aries. El primer impulso se inicia
en este último signo, en el cual se produce y festeja Pascua, porque en él
es donde adquiere forma la idea original del ciclo de energía impulsiva hacia
la actividad, lo cual ocurre todos los años con cada nueva traslación de nuestro
planeta alrededor de esa llamarada divina de amorosa luz, el Sol físico;
así ciclo tras ciclo nosotros somos impulsados al trabajo, estudio, servicio,
sacrificio y mayor comprensión, como lo es también toda la humanidad. Pascua, que para nosotros
y también esotéricamente para todos los hombres es un acontecimiento que,
como dijimos en un trabajo anterior difundido en 1992, "implica pensar
nuevamente en la Resurrección del espíritu que estuvo aprisionado en la materia
y que en esa oportunidad simbólicamente surge libre de ella", es o tiene
connotaciones aún mucho más profundas de las que corrientemente se le atribuye.
En nuestros más elevados momentos de comprensión espiritual consideramos que
simboliza al espíritu del hombre aprisionado en la forma externa densa que
ahora se libera de ella; sin embargo ese es un concepto reflejo de otro mucho
más amplio y abarcante, significando que la Vida que mora internamente en
cualquier forma de cualquier reino mediante la cual se expresa, se libera
de ella oportunamente hasta poder adquirir experiencias mediante otra más
adecuada a las necesidades del momento evolutivo en que se encuentra. No es
sólo el trabajo de liberación en el reino humano, sino en todas las formas
mediante las cuales la Vida se expresa en cualquier parte del Universo. Podemos
ampliar aun más el concepto diciendo que toda forma es el resultado de formas
anteriores que le precedieron en expresar esa misma Vida, y que muchas o miles
de veces el espíritu se liberó, volviendo a sumergirse nuevamente en la materia
cada vez más sutil; de ese modo se cualifica la conciencia y la vivencia universal
se expresa cada vez mejor. En el hombre la verdadera
Resurrección del espíritu que estuvo aprisionado durante eones, se produce
al obtener la séptima iniciación, mediante la cual el iniciado se libera de
los niveles físicos cósmicos, pasando al astral cósmico; al producirse tal
cosa, ya nada, ninguna forma lo atraerá nuevamente a los niveles físicos y
será libre; no obstante la eterna necesidad de creciente liberación aparecerá
luego, cuando el nivel astral cósmico también resulte ser una prisión para
el Gran Ser en que se ha convertido el iniciado. Oportunamente buscará una
nueva liberación y en esa eterna Necesidad Libertadora reside la clave del
incesante avance hacia la suprema Vida de Dios. La palabra Pascua es
la forma castellana de decir "Pesaj", que en idioma hebreo y desde
muy antiguo significa "tránsito" (pasaje) y quiere expresar que
el Sol transita, o aparenta transitar por el punto vernal, equinoccio de marzo,
de primavera para al hemisferio norte y de otoño para al sur. Sin embargo,
desde el ángulo esotérico la mencionada palabra expresa que "hay una
condición del Ser que está más allá de aquello que lo impulsa a la eterna
igualdad con también simultánea diferenciación". Cuando captamos la idea
de que las diferenciaciones son precisamente emergentes de la igualdad y que
la igualdad está siempre sujeta a diferenciaciones, habremos comprendido el
significado de la palabra Pascua. Así como dos árboles de la misma especie
y variedad son distintos en detalles de la forma pero fundamentalmente son
iguales, del mismo modo la fraternidad es el resultado de la hermandad, expresándose
mediante alguna diferenciación pero con cierta igualdad general. Iguales en
esencia, distintos en manifestación, con lo que se logra obtener la Universalidad
en el Uno y el Uno en la Universalidad. Tal es el profundo significado de
la palabra Pascua, que por otra parte Cristo expresó cuando proclamó constantemente
la hermandad de las almas y la fraternidad entre las personalidades; cuando
más fusionados están las unas con las otras, más se acerca la fraternidad
a la hermandad. El tránsito del Sol
por el punto vernal significa que la luz física se traslada al hemisferio
norte desde donde a partir de ese momento, iluminará al mundo de los hombres
como también a todos los reinos. El
punto vernal es exactamente donde la línea recta que resulta por la intersección
del plano de la eclíptica al cortar al plano ecuatorial terrestre y su prolongación
celeste, impacta sobre la esfera celeste. Es un punto imaginario pero bien
conocido por los astrónomos y cuando el Sol está o "transita" por
él es porque está cambiando de hemisferio en su eterno recorrido anual. Un
acontecimiento similar y opuesto ocurre cuando en el aparente movimiento de
recorrido por la eclíptica, el Sol transita por el punto hiemal, el momento
y día en que nuevamente vuelve al hemisferio sur. El punto vernal nos indica
el comienzo de Aries y el hiemal es el opuesto y por lo tanto expresa el comienzo
de Libra. Pascua expresa, por
lo tanto, para el hemisferio norte, la liberación del espíritu (luz) que ya
no está ni estará prisionero en algún lejano país emitiendo desde lugares
distantes su luz; ahora es libre, por haber vuelto a su casa, emitiendo fuertemente
su irradiación y calentando y vivificando a todas las formas de vida. Aries está estrechamente
ligado a Capricornio, el signo en que al pasar el Sol por el trópico de ese
nombre, comienza a volver; sin embargo, empezar a regresar es nuevamente renacer
y hasta no haber alcanzado la mayoría de edad no podrá llegar a su casa. Nuevamente
vemos reflejado en todo esto el eterno drama del Hijo Pródigo, que solamente
ilumina su hogar cuando ha regresado a él. Es el hijo que se va de la casa
paterna y renace a los tres meses, creciendo y volviendo hasta alcanzar nuevamente
el límite del hogar del padre, simbolizado por el punto vernal. El lector de este trabajo
puede darse cuenta que los hombres, que han vivido siempre y también hoy
viven sumergidos en densos espejismos que les hacen ver las cosas distorsionadas,
no han podido ni pueden detectar el verdadero drama universal porque no valoran
internamente que cuando un hemisferio se beneficia en el otro ocurre lo contrario;
esto fue siempre así y se consideró lógico y muy natural festejar con felicidad
el regreso del Sol. Es el egoísmo del hombre que se expresa de ese modo como
también se manifiesta cuando individualmente un hombre o un equipo interviene
y gana en una competencia, importándole solamente su beneficio personal y
olvidando el drama de a quien le sucede todo lo contrario por haber perdido. Por lo tanto, puede
verse que la felicidad demostrada tradicionalmente desde tiempos antiguos
en Capricornio y en menor medida en Aries, así como en otros acontecimientos,
también nos muestra el egoísmo del hombre, sus espejismos, sus errores; sin
embargo el verdadero discípulo y en mayor medida el iniciado no demuestran
felicidad sino esa alegría del alma al reconocer la maravilla que produce
la inclinación del eje del mundo con respecto a la vertical al plano de la
eclíptica y tanto observa unos como otros acontecimientos con igual alegría
impersonal, que expresa la aceptación y comprensión de la armonía divina que
existe en Todo y en particular en el Sistema Solar. El hombre al observar
año tras año el mismo acontecimiento astronómico con las diferenciaciones
propias de la época, ha trasladado una verdad del movimiento macrocósmico
a sus sentimientos, y el Cristo, para expresar claramente el drama del hombre
en sus ignorantes vivencias cotidianas, también nació con la perfecta personalidad
de Jesús en Capricornio, cuando renace la luz en el hemisferio norte, al llegar
a la edad adulta de treinta y tres años, simbolizó la liberación en el drama
de la crucifixión en Pascua. El pesebre de Belén que simboliza su lugar de
nacimiento está rodeado de cabras que indican el signo de Capricornio, en
el cual el macho cabrío sube y sube a la montaña hasta alcanzar la cumbre
desde donde llama a sus hermanos para que vean las maravillas que él observa. Se ve cómo los Avatares
mayores, esos Grandes Seres que "vienen de lejos", responden a la
Necesidad del momento; vienen a expresar aquello que para el hombre es fundamental
en la época evolutiva en que se encuentran y el simbolismo de sus vidas expresa
lo que el hombre es. Así debe ser y así es siempre porque los avatares son
convocados por la Necesidad de la época y responden a la ley del Servicio
Universal; son guiados por la ley de los Siete Complementarios, por la cual
el hombre debe dejar entrar "aquello que producirá un cambio", la
cual también exige que "tal cambio lleve la correcta dirección de las
fuerzas o energías entrantes". Esta misma ley exige que "los cambios
se produzcan con la remoción de las formas", y vemos nuevamente cómo
la forma es removida, por decirlo así, en Pascua. Con el simbólico nacimiento
en Belén el Cristo comenzó (desde el punto de vista mundano, pues verdaderamente
comenzó mucho antes), Su gran Trabajo; luego Jesús recibe tres iniciaciones,
de las cuales la segunda es el bautismo en el Jordán, y en la tercera puede
verse en el Evangelio que están representados los tres aspectos de la personalidad
por los tres apóstoles, que azorados y con profunda humildad, tomaron parte
en la Trasfiguración. Posteriormente comienza
el gran Trabajo de la Resurrección, en que el Maestro Jesús, la personalidad
perfecta a disposición del Cristo muere en la Cruz con lo que simbólicamente
el espíritu se libera de la forma que, aunque perfecta desde cierto ángulo,
aprisionaba al espíritu. El drama del Universo
entero está representado mediante ese simbolismo en que Jesús recibe la cuarta
iniciación; Cristo obtiene una vislumbre de la séptima iniciación, que es
a su vez la elevada analogía de la cuarta, y que la completará después de
Su próximo Trabajo entre los hombres. Tan grande acontecimiento de otorgar
la séptima iniciación requiere etapas intermedias de trabajo, y para Cristo
ese fue su paso por la Tierra cuando vino en Piscis, en que obtuvo la iniciación
de la Decisión, con la que eligió Su camino de servicio por ahora en el planeta,
hasta donde podemos conocer. Aquí es conveniente
reflexionar sobre el verdadero simbolismo de la crucifixión de Jesús, que
es la iniciación de la Renunciación; en verdad se trata de un triple símbolo
y una cuádruple representación como nos lo explica el Sr. D.K. en página 18-294.
En ella nuestro querido Maestro se esfuerza para que entendamos, aunque sea
intelectualmente, ese triple simbolismo y esa cuádruple representación que
significó y significa hoy el acto de la muerte de Jesús en la Cruz. El
Sr. D.K. nos dice en la página mencionada que: "Las
implicaciones emergentes de este simbolismo no se ven fácilmente, aunque el
significado superficial es evidente debido a que vela y oculta una realidad
universal". "El
Maestro Jesús pasó por el portal de la cuarta iniciación venciendo los obstáculos
de Su personalidad perfecta; murió físicamente en la Cruz, habiendo participado
en el evento los cuatro aspectos de Su personalidad y obstruyeron eléctricamente
Su paso por ese portal hasta llegar al punto de su total destrucción, trayendo
la liberación final". Hubo también un triple
simbolismo que fue y es magníficamente representado por Cristo. El simbolismo cúadruple
representado por Jesús y su significado, también tiene que ver con las tres
cruces del Gólgota, colocadas una al lado de la otra, analogías de las tres
cruces de la evolución del hombre y expresan los tres grupos de seres humanos
que desde el ángulo evolutivo representan a la humanidad: 1. La Cruz Mutable, el hombre no
regenerado que no se ha arrepentido. 2. La Cruz Fija, el aspirante que
lucha en el sendero, avanzando conscientemente hacia la liberación, es el
hombre aún profano aunque ahora arrepentido. 3. La Cruz Cardinal, compuesta de
quienes se han liberado mediante la experiencia humana; son la garantía de
la realización; la Jerarquía. Este triple simbolismo
y cuádruple representación puede y debe ser mantenido con definida claridad
en nuestras mentes; para ello las podemos mencionar del siguiente modo: Dramáticamente Jesús
hizo la representación cuádruple. 1. Murió físicamente y bajó al sepulcro. 2. Pasó por el sepulcro a la Jerarquía. 3. Le fue confiada la iglesia cristiana. 4. Se le apareció a María. Y Cristo, desde Su elevado
lugar simbolizó una vez más la triplicidad mediante los siguientes episodios: 1. Caminando con dos de Sus discípulos
hacia Emaús, con lo que expresa la eterna dualidad espíritu y materia. 2. El Cristo se aparece en la Cámara
Superior a los doce apóstoles que simbolizan los doce signos zodiacales; Judas
Iscariote representó al signo que en ese momento estaba presente. 3. Cristo nuevamente se aparece en
la diseminación de la energía de Amor en toda la Humanidad y en todo el mundo. Estos tres episodios
pueden ser análogamente equiparados a Pascua, Wesak y Pentecostés: 1. Cuando Cristo caminaba hacia Emaús
con sus dos discípulos, Él representó el espíritu y sus discípulos la materia;
Él descendió desde los niveles espirituales y se dirigía hacia Emaús, una
aldea materialista. El episodio es una réplica de Pascua, en donde estando
el espíritu en la materia, esta última aprisiona a aquél hasta que se libera. 2. La Cámara Superior es un modo
de mencionar a Shamballa, desde donde emergerán energías que actuarán sobre
los seres humanos de los doce signos zodiacales, representados por los doce
apóstoles ubicados simbólicamente en esa Cámara Superior, aún más que la Jerarquía.
Esto tiene que ver con Wesak. Puede
establecerse una analogía considerando que la Cámara Alta es Acuario, en donde
habrá hombres de todos los signos zodiacales representados por los doce apóstoles,
siendo Judas Iscariote el representante de Piscis, el signo regente de la
era. Acuario
es y puede ser considerado la Cámara Alta porque es la constelación zodiacal
siguiente, a donde llega el punto vernal debido al movimiento de precesión
equinoccial; y verdaderamente es así, como ahora lo vemos al conocer el enorme
avance del proceso evolutivo que se está produciendo en Acuario. 3. La diseminación de la energía
de Amor a toda la humanidad, cosa que avanza constantemente; el impulso se
produce en el signo de Géminis, por donde ingresa el Amor de Dios y el festival
de Pentecostés, es precisamente el ritual mediante el cual se invocan poderosamente
esas energías para que se derramen sobre la humanidad. Hoy vemos cómo la energía
crísitica está inundando cada día más a la humanidad; cada día nace el Cristo
en el corazón de muchos y en muchos otros y en la humanidad como un todo,
cada día se producen ampliaciones de conciencia. Sin duda que Pentecostés,
el festival de la humanidad, simboliza esa diseminación, si podemos llamarla
así, del Amor de Dios. Para darnos cuenta que
todo lo que acontece responde a un divino Plan que emerge como concreción
del Propósito que surge o fluye de la Cámara del Concilio de Shamballa y que
nada escapa ni puede escapar a él, es necesario admitir que detrás de todo
lo que sucede subyace el Amor de Dios que Cristo divulgó, por decirlo así,
mediante su mensaje de tres años y Jesús representó con Su sacrificada existencia
en los tres mundos. El trabajo de Cristo
está unido al del Sr. Buda que nos trajo iluminación quinientos años antes
de Él; hoy sabemos que el Cristo y el Buda están unidos en el gran Trabajo
de preparar a la humanidad para la intención acrecentadamente masiva y para
el "propósito dirigido". Sabemos que no puede
haber liberación si no hay cierto nivel de iluminación, razón por la cual
Buda vino antes que Cristo, que en Pascua simbolizó la liberación espiritual
porque se alcanzó el nivel adecuado de luz; sabemos también que no puede brindarse
Amor si antes no hubo liberación, por eso Pentecostés está después de Pascua,
siendo Wesak el festival que con la emergente energía de Shamballa prepara
al hombre para recibir el Amor de Dios en Géminis. Nos preguntamos ¿Cuál
fue el signo que representó simbólicamente Judas Iscariote? Sin duda fue Piscis,
porque así como Judas delató en su momento a Jesús, del mismo modo Piscis
delató o señaló a Cristo, ya que a Él lo conocemos por haber actuado en Piscis. Para terminar recordamos
a los lectores, una vez más, que no olviden los trabajos de plenilunio tal
como pide el Sr. D.K. que sean efectuados. Durante años lo hemos difundido
y en los citados libros puede encontrarse todo lo necesario, que ahora no
repetiremos. E.C. 4/1998. PODER DE RENUNCIAMIENTO En varias partes de su extensa obra el Sr. D.K.
se refiere a las cualidades que fundamentalmente han de adornar al estudiante
que por su elevación y consagración está próximo a alcanzar niveles espirituales
de conciencia e identificación mediante la construcción del antakarana, para
lo cual trabajo y sirve con un grupo de hermanos y día a día aumenta su inofensividad,
humildad y no separatividad, acentuando su servicio conscientemente realizado
en cumplimiento del plan de Dios.
Mediante este escrito deseamos decir algo más en relación al servicio -no
obstante lo mucho ya difundido por el señor D.K.- puesto que dicha palabra
-servicio- implica darse, brindarse, para que, renunciando al beneficio propio,
otras almas encarnadas -y el divino plan de Dios- reciban oportunamente
lo que es necesario para la satisfacción de una parte de la necesidad del
momento. Tal acto de solidaridad, desapego y total dedicación es tanto más
evasivo cuanto más queremos captarlo, debido a que estamos revestidos de carne
y el karma aflora y nos limita hasta el punto que en su mayor parte ni siquiera
es comprendido por el estudiante que el “apegado desapego” y la renunciación
son lo mismo.
La cuarta iniciación es un proceso de enorme trascendencia en la vida de todo
hombre y como sabemos, cuanto más grande es el trabajo a hacer, más tarda
en completarse. Estos nos lleva a reflexionar en que no obstante lo lejana
en el tiempo que está o puede estar aún la mencionada culminación, sin embargo
el proceso hace mucho que comenzó y el acto de renunciación debe cumplirse
constantemente, porque sabemos que se aprende a renunciar renunciando, siendo
el único y duro camino para renunciar a todo. En la crucificción -como la
designan los cristianos- el hombre trasciende la vida densa y ha de vivir
desde ese momento sin deambular por el triple mundo de los hombres encarnados.
En cada oportunidad en que desencarnamos, practicamos -en contra del deseo-voluntad
de la personalidad- el desapego de todo, ya que nada -excepto las cualidades
adquiridas por la conciencia- podemos llevar a los niveles sutiles a donde
llegamos nuevamente después de un tiempo de ausencia. Así, aunque lo practicamos
miles de veces, seguimos -desde el punto de vista personal- sin aprender
lo que desde los niveles avatáricos se nos dice constantemente.
Al mencionar lo expuesto y reflexionar en ello nos podemos dar cuenta lo difícil
que es para todos los hombres encarnados -nosotros- lograr la total renunciación,
con lo que podemos también darnos cuenta de la distancia evolutiva que aún
falta recorrer. No obstante llega un momento en que debemos dar los primeros
pasos conscientemente conscientes en el duro camino tan largamente buscado
y por fin encontrado, el de la constante renunciación.
A este punto deseábamos llegar en lo que estamos exponiendo para hacer ver
al discípulo verdaderamente interesado en el tema, que la renunciación es
algo mucho más grande que todo lo que anteriormente nos condujo a la creciente
dedicación y aún a la consagración; es podríamos decir, una síntesis y final
unificación de lo logrado hasta el momento, por lo que implica adquirir poder.
Varias veces -en diversos escritos- hemos dicho que el poder es -por expresarlo
de algún modo- algo así como la analogía de lo que en el mundo científico
podría designarse como voluntad específica, con lo que queremos significar
que la voluntad puede ser más o menos impulsiva (más otras cualidades), dependiendo
tal capacidad de impulsión de su poder.
En otros escritos hemos dicho -y el Sr. D.K. lo afirma- que “la firme determinación
de la personalidad” o “el inamovible propósito personal” no implican voluntad,
sino que son reflejos inferiores de ésta, espejismo, lo cual ahora podemos
comprenderlo mejor, al darnos cuenta que la Voluntad está estrechamente vinculada
a la renunciación. Es más aún que un simple vínculo, ya que el poder de quien
a nada renuncia o lo hace un ínfima parte, es espúreo y sólo sirve para generar
nuevo y más karma vinculante entre las formas, que mucho más adelante o en
otros ciclos de trabajo y evolución, recién será comprendido por el estudiante.
Recordemos que la cuarta iniciación se encuentra vinculada a la Voluntad habiéndose
evidenciado mediante dos frases mántricas emanadas de Jesús en la Cruz:
Padre ¿por qué me has abandonado?
y luego de “la oscura noche del alma” que sólo fueron unos pocos minutos:
Padre, Tu Voluntad y no la mía sea hecha, que fue un grito de comprensión
y adaptación a la Voluntad divina.
Vemos que la libertad que otorga la cuarta iniciación se produce al poder
salir del mundo de las formas mediante el antakarana que hemos construido,
que nos conduce a la Vida; allí mora la Voluntad, la única impulsión que nos
es dado conocer ya que antes de ella no existió para nosotros, siendo totalmente
desconocida para la humanidad actual. Quienes la necesitan y pueden usarla
no están encarnados y por lo tanto no pertenecen a la humanidad que actúa
densamente en el plano físico.
El estudiante interesado y verdaderamente consagrado al servicio y cumplimiento
del plan divino se dará cuenta -después de lo que hemos dicho- que las palabras
“poder de renunciamiento” tienen un doble o hasta un triple significado:
1--
El renunciamiento otorga poder. 2--
El poder sólo aparece en quien es capaz de renunciar. 3--
Debemos aprender a poder renunciar sin sufrir por ello. La comprensión de esto que parece tan sencillo nos ha
impulsado a escribir este trabajo; el estudiante que lee y ha logrado desarrollar
hasta cierto punto -aunque sea levemente- “el poder de renunciamiento”,
lo puede llegar a considerar de nivel similar a otras cualidades, cuando es
mucho más que eso, por ser -como dijimos- una síntesis de todo lo que antes
cualificó la conciencia hasta llegar a la tercera iniciación y aún más. El discípulo que construye conscientemente
el antakarana y que cuando lo está intentando -en todo momento desde que
se lo propuso- se considera parte de un grupo de hermanos que actúan del
mismo modo, se acerca rápidamente a la Voluntad. Es tan distinta a lo actualmente conocido como lo es
la renunciación, que cuando se logra se obtiene el necesario poder para servir,
el cual solo debe y puede ser empleado por quienes han destruido el cuerpo
egoico con la primer energía descendente desde la mónada por el antakarana. Que lo que decimos en este trabajo sirva para reflexionar
sobre el gran propósito grupal de construir el puente que nos conducirá de
la existencia mundana a la Vida, es nuestro anhelo. E.C. 01/2004
En
diversas partes de su extensa obra, el Sr. D.K. nos habla del tema del acápite.
Específicamente podemos citar 4-370/5; 4-157/8; 4-117/s; 6-390/s; 5-570; 10-117;
10-193/9; 13-134; 13-21; 15-449; 15-471/2, además de otras. De
la detenida y reflexiva lectura hemos podido extractar que:
1. Todas las formas de vida respiran y como sólo conocemos formas que expresan
la Vida que en ellas moran, todas respiran; no hay vida que no respire, ni
puede haberla, por decirlo así.
2. La respiración es un proceso triple que se nos presenta, cuando nos expresamos
mediante el cuaternario inferior, como cuádruple.
3. Tal proceso triple consiste en: a)
Un intervalo dual. b)
La actividad de inhalar. c)
La actividad de exhalar. 4.
El intervalo dual se presenta como: a)
La parte superior del intervalo, antes de la exhalación. b)
La parte inferior del intervalo, antes de la inhalación. 5.
Podemos decir que: a)
En el intervalo superior se obtiene o se debe obtener Tensión. b)
En el intervalo inferior se debe lograr Reconocimiento mediante la
reflexión, antes de comenzar un nuevo ciclo. c)
En la inhalación se debe lograr el Enfoque en el Trabajo a realizar. d)
En la exhalación se debe manifestar una Crisis. 6.
Esas cuatro palabras a)
Tensión. b)
Reconocimiento. c)
Enfoque. d)
Crisis. encierran el misterio de todo el proceso viviente evolutivo, porque
todo es cíclico y todo ciclo es respiración. 7.
Varios o muchos ciclos o respiraciones constituyen una parte del constante
proceso de avance; por lo tanto podemos decir que todo progresa mediante ciclos,
los cuales son ordenados y encadenados unos con otros, formando geométricamente
la figura llamada cicloide. Dios geometriza. 8.
Un punto cualquiera del planeta, como de cualquier otro planeta describe
cicloides en el espacio, porque evoluciona constantemente. Esas cicloides
son más o menos abiertas o cerradas y de diferenciadas formas generales. 9.
Las cuatro etapas del proceso de respiración también pueden ser designadas: a)
Contemplación. b)
Reflexión. c)
Concentración enfocada. d)
Crisis en el Trabajo. 10. Estos
nombres u otros, tratan de expresar inadecuadamente la parte del Trabajo que
les corresponde. a)
En el intervalo superior, Contemplación, Tensión, se acumula poder
y se lo lleva a la mente. Se crea todo lo que luego se expresará al producirse
la Crisis en el Trabajo. b)
En el intervalo inferior (o parte inferior del intervalo), Reflexión,
Reconocimiento, se reflexiona sobre lo hecho y lo que falta hacer mediante
la cicloide de procesos respiratorios que implica esa etapa; con lo que se
decide si se sigue con el nuevo ciclo o no, lo cual lo determina la necesidad
captada mediante dicha reflexión. c)
En la actividad que llamamos inhalación, enfoque o concentración enfocada,
acumulamos o acopiamos lo necesario para una creación o mejoramiento de lo
creado en la parte anterior de la cicloide; es semejante al proceso involutivo,
por decirlo así. d)
En la actividad que llamamos exhalación, crisis, crisis en el Trabajo,
se expresa lo nuevo, aquello que cambia lo anterior y que fue creado durante
la contemplación. Ese cambio produce crisis en la forma de Vida que respira. 11. El
alma del hombre cuando se expresa mediante un conjunto de ciclos de manifestación
(que llamamos encarnaciones), se expresa mediante una cicloide. Lo mismo hace
el Planeta, como similarmente ocurre con cualquier forma de Vida. 12. No
podemos sustraernos, ni debemos pensar en hacerlo así, a la respiración de
todo lo que vive. Ponernos en armonía cíclica con todo lo que nos rodea, es
un proceso de resonancia que multiplica el Trabajo. Eso es ritmo resonante
con la Vida Superior, y es el Trabajo al que debemos esforzarnos en acceder
acrecentada y conscientemente. No podrá ser logrado a plenitud si no construimos
el antakarana, el cual nos pondrá en comunicación interna con el espíritu
y su ritmo. Podríamos
decir mucho más; sin embargo esos doce puntos expresan los conceptos más destacados.
En las páginas siguientes graficamos lo dicho para mejor interpretación, mediante
la mente concreta. E.C. 9/1998 RESPIRACION FISICA (4- 374)
Dos
figuras similares pueden hacerse para la pulsación de las sangres venosa y
arterial y el corazón sístole y diástole. RESPIRACION Primer
aspecto 4- 371 (caso 1)
4- 372/3 (caso 3)
4- 371 (caso 2)
RESPIRACION (6- 393) SONIDO Y PALABRAS
SON PROCESOS CREADORES En un esfuerzo por presentar
a los estudiantes de 2-49/ss y 18-“Regla dos” lo que el Sr. D.K. nos dice
y que se comprende que no es sino el gran proceso creador mediante el Triple
Aliento, hemos interpretado este trabajo con tres ciclos o vueltas creadoras,
cada una de las cuales es en sí misma un proceso completo. Tres vueltas abren
las puertas del Templo en donde el Logos presta servicio y con Él todos aquellos
que en Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Él ha creado Su propio
campo de Servicio, el Sistema Solar, y nos ha dado la oportunidad a las doce
Jerarquías creadoras y a muchos grandes Seres a servir en Él.
Primero el SONIDO luego el OM, palabra del Hijo, el aspecto relacionador
y luego el AUM, la palabra de las formas. Luego las muchas palabras, los sonidos
y las voces menores harán el ruido necesario y la Hueste de la Voz hará el
trabajo en ese nivel.
La O, el SONIDO CREADOR, la letra o, la circunferencia con la aparición de
todos los números, incluso los trascendentes; éstos son los nombres de lo
que trasciende al segundo aspecto, el alma. El hombre mundano, centrado en
la egoísta vida de la tiránica civilización materialista no puede comprender
por qué en una cortadura de números hay infinitos de ellos trascendentes.
El
La palabra del alma, en que el aspecto relacionador, el hijo, el creador de
las formas comienza su carrera y prosigue su trabajo con la sutil adaptación
de la forma que contiene a la vida egoica. Este segundo aspecto al hacer su
trabajo mantiene la relación entre lo ya creado por el sonido y lo que debe
tomar forma en niveles más concretos. El AUM la palabra de la forma, el tercer ciclo creador
que hace aparecer las formas mediante las cuales se expresan las vidas, hoy
representadas por doce jerarquías.
“El fugitivo AUM” del cual nos hemos ocupado en otro trabajo que lleva precisamente
ese nombre, expresa que debido al fuego por fricción desarrollado en niveles
inferiores de expresión, su disminución es evidente y debe ser constantemente
revitalizado o animado con renovadas fuerzas, para producir su adaptación.
El hombre mundano, trabajando sumergido en los velos de maya, produce, anima
y reproduce constantemente la multiplicidad de voces y la Hueste de la Voz
en sus graduadas filas, construyen con su sustancia las efímeras formas que
son creadas.
Como lo hemos expresado, el proceso es triplemente creador; sin embargo tomado
como uno solo también es del mismo tipo y lo podemos representar similarmente
a como lo hemos hecho al considerarlo triple.
En tal caso el Sonido, que es el originador del trabajo a realizar debemos
ubicarlo en la etapa de inhalación y en cuanto al trabajo de creación en el
intervalo superior será representado en el diagrama por la palabra del alma,
el OM. Se evidencia que siendo creadora cada una de las tres partes, todo
el proceso también lo será y lo mismo si consideramos las cosas al revés.
No es menos evidente que tanto de un modo como de otro que consideremos las
cosas, ésas no serán las únicas presentaciones que podamos hacer puesto que
todo trabajo creador puede ser tomado en cuenta como formado por un número
cualquiera, aún infinito, de procesos menores, todos creadores.
Por lo dicho, es posible representar a todo el proceso en que los tres aspectos
divinos se unen para llevar a cabo el trabajo creador, del siguiente modo. E.C. 4/2000 SUTRATMA Y ANTAKARANA Dios creó y constantemente crea los necesarios
Caminos para servir; cuando ese servicio es visto y considerado por el hombre,
sobre todo cuando El se ocupa de nosotros, llamamos Sutratma al camino por
el cual llega la energía, Su Divina energía. Sin embargo para Él es Su Antakarana,
el cual es recorrido por ésta para mantener, sustentar y hacer evolucionar
las formas creadas, como también para crear formas nuevas sustentando otras
Vidas. Es Dios sirviendo, es Todo.
El hombre debe hacer lo mismo creando el necesario camino para servir; así
lo va comprendiendo lentamente. Al principio será el Sendero para alcanzar
niveles elevados de conciencia y percepción, pero luego debe ser recorrido
para crear conscientemente formas y darles Vida y sustento. Lo llamamos Antakarana,
pero es sólo para diferenciarlo del Sutratma construido por Dios, del cual
con el tiempo y una mayor comprensión se convierte en una cualidad que se
agrega a las que ya tiene, dando aún más Universalidad al Sutratma, el Antakarana
de Aquél en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro Ser.
Dios y el hombre, Sutratma y Antakarana, dos Senderos y un Servicio, dos Servidores
que son Uno y que deben estar y están fusionados en el Uno, el Todo, nuevamente
Dios.
Estos pensamientos simientes pueden servir al estudiante para reemplazar algunos
de los mundanos que ahora alienta. E.C. 4/2001 TODO CICLO ES CREADOR El planeta Tierra, expresión del Trabajo que
lleva a cabo un Gran Ser con el fin de prestar servicio, produce solamente
ciclos creadores, los que dan nacimiento y mantienen el ámbito adecuado al
constante progreso de todas las Vidas que viven, se mueven y tienen su ser
en El. Debemos reflexionar en lo absurdo que resultaría admitir que pudieran
haber ciclos no creadores, lo cual conduciría a la inoperancia y al trabajo
inútil para el servicio, la evolución y la creciente universalidad cualificadora
de la conciencia.
Al estudiar el Trabajo que se produce evolutivamente tanto desde el ángulo
físico como astral, mental y aún espiritual, debemos buscar siempre cómo se
desarrolla en el ciclo en consideración la creación para la cual ha venido
a la existencia. De ese modo descubriremos mucho contenido en cada etapa del
proceso viviente evolucionante.
Como ejemplo mencionaremos en las páginas siguientes los dos ciclos más claramente
expresados en la Regla 13 para iniciados y discípulos avanzados, dada en el
libro “Los Rayos y las Iniciaciones”. El estudiante interesado podrá ver que
en todo ciclo hay dos grandes etapas, una interna de creación y otra de exteriorización
de lo creado. De modo que el 2 el 3 y el 4 que se resuelven en el Uno, rigen
todo, dentro del gran ciclo en que se encuentra hoy el hombre.
A continuación esquematizamos los dos ejemplos mencionados.
CONSTITUYEN UN PROCESO CREADOR E.C. 6/2000 TODOS LOS ÁTOMOS DEL UNIVERSO OPORTUNAMENTE
HAN DE CONSTRUIR SU PROPIO ANTAKARANA Y PASAR POR ÉL DESDE LOS NIVELES INFERIORES DE vida, A LA VIDA
Posiblemente el estudiante se sorprenda al leer en el acápite que afirmamos
algo tan universal, lo cual implica reconocer lo que ocurre o ha de ocurrir
en otras y lejanas galaxias, que nos son tan desconocidas que de ellas solo
podemos afirmar que no conocemos nada. Sin embargo hemos de tener en cuenta
que “el puente de luz” es simbólicamente un modo de decir que cada átomo ha
de ascender a la Vida desde los niveles inferiores, que denominamos de existencia
o vida de experiencias.
Esto sí puede afirmarse, porque todo el proceso viviente y evolucionante universal
va produciendo constantemente, mediante cada átomo, seres capaces de colaborar
con la Suprema Vida de Dios (por decirlo de este modo), en el inescrutable
trabajo de armonización del viviente y consciente Universo. N podría ser de
otro modo, ya que se evidencia que en la infinita vastedad de modos de existencias
y desarrollo de conciencia, todo confluye en que el proceso de cambio está
siempre presente, siendo constantemente un ascenso o movimiento hacia arriba
para llegar a la Vida, la que permanentemente se eleva a sí misma en abarcante
y creciente conciencia o identificación, como queramos llamarlo.
Al escribir faltan palabras y al releer lo dicho siempre vemos que quedan
conceptos sin dilucidarse suficientemente; lo que queremos decir no se aclarará
agregando aún otras frases que tal vez no resulten ser mejoradoras del modo
de exponer. Conocemos solamente tres aspectos divinos de los siete que sabemos
actúan constantemente y por lo tanto nuestra ceguera no nos permite expresar
lo que deseamos. No obstante consideramos que el Supremo Trabajo que el Universo
viviente trata de llevar a cabo es el de la identificada conciencia, la conciencia
de todo el Universo y de cada parte y partícula que ha de ser una sola conciencia
y muchas a la vez para mediante ella armonizarse y manifestarse en constante
expansión.
Quienes acepten lo que decimos, seguramente captarán también (pues es el mismo
concepto), que la Vida de Dios mora internamente en cada átomo del Universo;
esa vida interna, como lo decimos en otras partes, es individual después de
haber adquirido en adecuadas condiciones determinadas cualidades. Este concepto
puede tener infinita diversidad en el modo de producirse, pero finalmente
se debe llegar y se llega a lo mismo y se puede lograr porque al crear, el
creador mantiene lo creado por él, lo cual ocurre hilozoísticamente abarcándose
de ese modo todos los niveles vibracionales o vivénciales imaginables o posibles.
Desconocemos como se llega a lo mismo en otras partes distantes, pero reconocemos
que todo el desarrollo universal no es sino conciencia creciente o iluminación
de diferentes tipos, todo en evolución y acrecentamiento.
Al aceptar que la Vida mora internamente en cada átomo del Universo, se evidencia
que el “tenue hilo” a que nos hemos referido en un escrito anterior (“Un tenue
hilo”. 18-416/7), está y estará siempre que se necesite, ya que el desarrollo
evolutivo de un ente implica a todos los entes creadores que hilozoísticamente
se encadenan en el trabajo. No es que un ente viviente progresa y amplía su
conciencia, sino que todo el sistema lo lleva hacia arriba y él, el ente en
desarrollo, sólo aporta una parte del esfuerzo y trabajo. Dicho de otro modo,
no podemos elegir no avanzar, sino que lo máximo que se nos permite es avanzar
más o menos rápidamente; no nos es posible paralizar el avance evolutivo en
nosotros ni en ningún otro átomo, en ninguna parte ni época.
Lo profunda Fé que se desarrolla en nosotros cuando aceptamos estos pensamientos,
es la sustancia de las cosas esperadas, la cual se convierte en el “tenue
hilo” mencionado, que está presente cuando necesitamos hacer uso de la Voluntad,
la única energía impulsiva, para proyectar el antakarana con ayuda de la correspondiente
palabra de poder.
En nuestro planeta (y no sabemos si en todo el Sistema Solar ocurre lo mismo),
para pasar de la existencia experimental a la Vida hemos de construir “un
puente de luz de siete pilares y seis tramos”, que en un determinado momento
del trabajo evolutivo es de tres pilares y dos tramos, como lo hemos dicho
en un escrito anterior titulado “Por el antakarana podemos pasar de la vida
a la Vida”.
La presentación de este conjunto de trabajos para que el discípulo consagrado
tenga una guía al intentar construir el antakarana, tiene la particularidad
de que tales escritos son cortos y profundos. Al respetar esta línea de recordación
de verdades, no nos extenderemos más y sugerimos al discípulo que lee esto,
que considere que los dos escritos mencionados y este trabajo constituyen
uno solo, como ya lo hemos dicho anteriormente. E.C. 01/2004 TRABAJAR VISUALIZANDO La captación conciente
de la ahora presente necesidad, hace surgir -en el discípulo- la intención
de construir conscientemente el antakarana. Esta palabra “intención” es, como
hemos visto, la primera de seis en total para completar el trabajo, lográndose
finalmente la resurrección, la cuarta iniciación.
Al reflexionar sobre lo dicho se nos presenta como indudable que la segunda
palabra es “visualización”, ya que con ello se reviste con sustancia etérica
la intención inicial del proceso, comenzando el trabajo de “sustanciación
de las cosas esperadas”, que no es sino crear “con Fé y en Su nombre” el puente
de luz.
Por lo tanto la visualización es en sí la creación en el intervalo superior,
que luego con la tercera palabra se proyectará oportunamente en su lugar adecuado;
puede verse en “La ciencia del antakarana” (pág. 7) que la visualización figura
en dicho intervalo, la etapa de creación, como debe ser.
Aquí es conveniente detenernos un momento para recordar que no todo lo que
es imaginable puede ser visualizado; por el contrario sólo con una quinta
o séptima parte puede lograrse. En efecto es así, ya que lo que oimos, tocamos,
gustamos u olfatamos no es posible visualizarlo -aunque sí imaginarlo,-
sino que solamente podemos visualizar lo que esencialmente es luz. Esto nos
indica que si estamos trabajando para construir el antakarana mediante la
visualización, se debe a que se trata de “un puente de luz”, de lo contrario
no deberíamos revestirlo de sustancia etérica, ni sería necesaria la visualización.
Nos preguntamos: ¿cómo es el trabajo en el proceso creador para esos casos,
es decir donde no puede emplearse la visualización?. Esta pregunta nos lleva
a darnos cuenta que hay aspectos del trabajo en que aun no hemos incursionado.
Por lo dicho vemos que el título que hemos adoptado para este escrito: “Trabajar
visualizando” está expresando que lo que ha de continuar después de haber
aparecido la intención de construir el antakarana debe estar relacionado con
la luz, sustancia de la cual estará construido. No se trata de un puente para
cruzar un río de perfumes ni de otra naturaleza, sino de las siete luces de
la mente.
En página 17 (18-402) podemos leer que en esta etapa del trabajo de construcción
del arco iris, la visualización, deben tenerse en cuenta siete factores (si
podemos llamarlos así), los cuales al analizarlos pueden ser sintetizados
en tres:
1.a- Imaginar todo el proceso
1 1.b- Porqué debe hacerse
1.c- Cuales son las etapas del trabajo
1.d- Cuales son los efectos de la planeada actividad
2 1.e- Con cuales materiales debe trabajar
3 2.a- Relación entre los niveles búdicos, astral y la visualización
SNN
2.b- Mantener la sustancia necesaria dentro del “circulo no se pasa”, conservando
la debida tensión.
A continuación nos referimos a estos tres puntos, aunque primeramente lo hacemos
con el 2.b al cual no le asignamos número porque consideramos que en la etapa
de visualización no debe ser tenido en cuenta, lo cual obedece a que cuando
el estudiante trata de mantener la tensión conservando dentro “del círculo
no se pasa” la sustancia mental requerida, lo hace -sin darse cuenta o por
no poderlo evitar- enfocado en que el ciclo en que está haciendo el trabajo
en ese momento no será suficiente y debe guardar sustancia para los próximos.
Esto es cierto y cuando el enfocado discípulo lo hace, le quita poder al actual
ciclo, por lo que resulta inconveniente. El estudiante ha de tener la actitud
enfocada en que el ciclo en el cual está actuando es el último o que es definitorio
en el trabajo completándose con el. Ha de poner Fe en este convencimiento.
Posteriormente y al considerar los resultados hasta el momento logrados en
el análisis del intervalo inferior, valorará nuevamente si ha de crear tensión
encerrando en “un círculo no se pasa” la sustancia mental necesaria. Esto
será durante muchos o innumerables ciclos, pero no es conveniente aceptarlo
nada más que cuando nos encontramos nuevamente en el intervalo inferior.
En la práctica no siempre hemos de considerar a cada ciclo por separado, aunque
es conveniente hacerlo, visualizando todo el trabajo de cada uno y de lo hasta
ese momento logrado. 1--
Al considerar los puntos 1.a, 1.b, 1.c y 1.d vemos que es uno solo,
indicándosenos la conveniencia de visualizar todo el proceso, como lo decimos
más arriba; al hacerlo se lo reviste con sustancia etérica. Durante ese proceso
de imaginación y visualización realizado en conjunto y con cada parte, es
oportuno relacionar el trabajo con los resultados logrados. 2--
El punto 1.e (pág. 17) consiste en visualizar la triple sustancia mental
contenida en “el círculo no se pasa” que estamos utilizando en ese momento
para construir el puente. Debemos recordar la sustancia triadal de la: a--
Mente concreta b--
Mente abstracta, los 12 pétalos egoicos. c--
Joya en el loto. Esta triple sustancia mental visualizada no es en sí
inteligencia (por decirlo de algún modo), sino la sustancia de la cual dicha
inteligencia emana cuando ha sido ordenada de un cierto modo. De ella puede
emanar o no cierto nivel de inteligencia; no obstante no es sino con la sustancia
con lo que se construye el puente. 3--
Considerando el punto 2.b (pág. 17) debemos recordar lo ya expuesto
en otros escritos y lo que el Sr. D.K. nos enseña en varias partes del libro
“Los Rayos y las Iniciaciones”. La imaginación creadora es el final desarrollo
que se logra del enfoque durante edades en el plano astral; es el logro del
esfuerzo y el sufrimiento que nos produjo -y aún contínua- dicho nivel. Puede decirse que puesto que el hombre debe llegar a
ser creador, necesita desarrollar la imaginación para que interactuando con
el plano búdico se activen los diversos niveles de la mente los cuales se
encuentran en el camino desde uno al otro plano mencionado. El estudiante puede confundirse haciéndose
la siguiente pregunta: ¿por qué es necesario activar la mente si estamos tratando
de cruzarla mediante el antakarana? Contestamos: La sustancia mental no es
la inteligencia, como ya lo hemos dicho, sino que ésta, la inteligencia, emana
de la sustancia mental cuando ha sido ordenada de un cierto modo; se debe
visualizar esta sustancia para ubicarla en “el círculo no se pasa” que es
Etérico, creando la adecuada tensión. Consideramos que los temas tratados aquí no
están agotados, sino que aún queda mucho por decir. No obstante anhelamos
que lo dicho sea de utilidad para quienes construyen conscientemente el antakarana. E.C. 01/2004 TRASMUTACIÓN
DEL CONOCIMIENTO EN SABIDURÍA Si los estudiantes
reflexionaran detenidamente en lo que es la Unidad Mental frente al Átomo
Mental Permanente y la relación entre ambos, se darían cuenta de muchas verdades,
hoy tenuemente percibidas por algunos y totalmente desconocidas para la mayoría.
Entre lo más inmediato puede mencionarse la relación entre el concepto de
infinito -aceptado por el científico ortodoxo y muy necesario para el desarrollo
de la matemática del hombre- y Brahama (por decirlo así), tema desconocido
y ni siquiera tomado en cuenta por el estudiante y científico ortodoxo, siendo
sin embargo de gran importancia y aceptación por el esotérico avanzado. Estos
aceptan y estudian en profundidad que lo que está más allá del infinito o
constituyendo este concepto velador es Brahama. Llega a comprenderse plenamente
porqué es así, y aún más; porqué, durante edades debe ser así. Brahama es
todo, no solamente lo que está más allá del infinito, sino también lo cercano
y el infinito mismo. Las tres figuras
que reproducimos intentan dar una idea de lo que ocurre dentro del átomo mental
permanente “al tenderse un círculo no se pasa que encierra cuatro espirillas”
(indicados aquí con puntos, puesto que se trata de la conciencia). Los siete
puntos expresan las espirillas de todo el átomo mental y la circunferencia
es el velo tendido rodeando y encerrando los cuatro inferiores, siendo “la
circunferencia en el infinito” de la cual tanto se habla desde el punto de
vista matemático. Puede verse que el orden de las figuras es evolutivo: 1-
La figura 2 muestra, al relacionarla con la anterior,
que ha habido un avance del cuaternario del hombre acercándose a la recta
impropia, las limitaciones del infinito impuestas a la intelectualidad del
hombre. Al llegar a este punto, la raza (como raza) “descubrió el cero”, por
haberse acercado suficientemente al círculo en el infinito; se produjo entre
los árabes, palabra esta que debe ser analizada cuidadosamente por quienes
buscan en los acercamientos de los vocablos esas profundidades ocultas y tan
reveladoras de verdades. En el hombre individual que ha llegado a esta etapa,
comienza a actuar fuertemente la necesidad de intelectualizar sus encarnaciones,
aunque lo hará para beneficio propio. La figura 3 aparece expresando el acercamiento
del discípulo, el que lo ha conducido a tal punto que capta con claridad que
él está limitado y que aunque comprende las limitaciones impuestas, sin embargo,
“como los otros dos todavía no han alcanzado las energías de interacción”,
no está seguro, dudando pero consagrándose acrecentadamente. Podríamos aún referirnos a una cuarta figura (que no
lo queremos reproducir por estar el hombre muy lejos de lo que representa)
en que desaparecen las limitaciones impuestas por el circulo, el cual a la
vez que es un cero “es un aro que circunda y limita”. El cero y el infinito
son acompañados siempre por la misma actitud egoísta del hombre intelectual. Del análisis de lo dicho surge lo que el acápite
de este trabajo nos sugiere explicar, puesto que a medida que el cuadrilátero
dentro del círculo “se agranda” o comprensivamente se expande, es porque la
intelectualidad y los conocimientos que ello implica se aproximan a la sabiduría.
Hay una verdadera fuente de trasmutación cuando, como puede verse en la tercera
figura, “comienza el contacto con una de las rectas de interacción”, espiritual. La trasmutación continúa durante mucho tiempo
y todo aquello que fue conocimiento toma otras características, por decirlo
así, convirtiéndose en sabiduría. No obstante que el tema es grandemente vasto, no nos
referimos más a la mencionada trasmutación, lo cual puede ser suficientemente
captada por el estudiante reflexivo que lee con atención lo dicho; que consideramos
es suficiente para despertar o mejorar la intuición. Esperando que lo expuesto
sea comprendido, solo anhelamos que redunde en un benéfico avance consciente
del estudiante. E.C. 01/2004
EL
CAMINO DEL MAGO (Salvador Navarro-Quintín) Ensayo En
formato de guión Contacto
con el diseñador:
orbisalbum@gmail.com
TRABAJO
NÚMERO 8
PENSAR CON CLARIDAD SOBRE LA INTENCIÓN
VISUALIZACIÓN
TRES CUALIDADES NECESARIAS PARA PROYECTAR
UN TENUE HILO

Trabajo
16
SIETE NIVELES DE PERCEPCION
Trabajo nº 17
EL PLANO MENTAL ES UN RIO DE SIETE
Es percibida la incluyente percepción de la monada,
con lo que se capta al abarcante Todo, primer efecto de percepción
del rayo monádico sobre el estudiante. El trabajo monádico comienza
a reconocerse inteligentemente.
Percibimos inteligentemente lo que es el nivel búdico,
sin que ello signifique haber trasladado el faro de la vida a ese
nivel, el del amor puro y la razón pura.
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PROYECCIÓN
Trabajo nº 19
EFECTOS PRODUCIDOS POR LA PALABRA DE
Trabajo nº 20
PALABRAS DE PODER (18 – 422/ss)
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Rayo 2 Veo la máxima luz.
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Trabajo nº 21
Trabajo nº 22
LA MODERNIZACION DE LAS PALABRAS
TÉCNICA DE PRIMER RAYO
INSPIRACIÓN
TÉCNICA DE TERCER RAYO
TÉCNICAS DE LOS RAYOS DE ATRIBUTOS
INVOCACIÓN Y EVOCACIÓN
Trabajo nº 30
RESURRECCIÓN
EL ANTAKARANA Y LA CRUZ
EL TRABAJO DE TRIANGULOS Y EL ANTAKARANA PLANETARIO (18-223/231)
Trabajo nº 37
LA U.S.E. Y
PARA RECORDAR CONSTANTEMENTE
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Se debe mantener la mente firme en la luz, consecuencia
del constante contacto entre el alma y la personalidad, que ha de ser una verdadera
fusión para el trabajo de construcción del puente.![]()
La
construcción consciente del arco iris es un trabajo científico y por lo tanto
se han de conocer los pasos a dar, definidos por seis palabras: Intención, Visualización;
Proyección, Invocación y evocación, Estabilización, Resurrección.
El objetivo buscado al
construir el antakarana es unir la tríada espiritual con la personalidad fusionada
con el alma, con el fin de cruzar la corriente mental con siete niveles de percepción.
No hay otro método ni posibilidad de cruzar hasta la otra orilla sin que dichas
energías nos ilusionen.
Debemos considerar con
Fe que un tenue hilo del antakarana ya está tendido y que no habrá dificultad
en darle adecuada fuerza a la palabra de poder pronunciada y a pronunciar en
cada ciclo de meditación concentrada de trabajo consciente.
El poder produce también
una vibración en el antakarana que a su vez evoca respuesta del arco iris construido
por otros discípulos. Así se construye el puente grupal y racial.
La construcción aunque
puede describirse para erigirla mediante seis palabras, es un proceso continuado,
y con las primeras tres ya se logra cruzar el río de la mente. Esto se alcanza
en la tercera iniciación y aún antes.
Las tres palabras siguientes
(invocación y evocación, estabilización y resurrección), son necesarias para
estabilizar, fortalecer y mejorar el puente hasta lograr la cuarta iniciación,
mediante la resurrección.
Todo el trabajo está fundado
en la gran ciencia de la invocación y evocación. En verdad todo el proceso evolucionante
planetario es así. ![]()
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Orientarse hacia el alma;
vincular alma y personalidad y fusionarlas para el trabajo de construcción del
puente.
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Efectuar un repaso de
la tarea a realizar y poner atención en la comprensión mental del proceso.
Durante un lapso de tiempo
(un período corto o no tanto), pensar con claridad sobre la intención de construir
el antakarana, dándose cuenta que significa, las etapas del trabajo y porque
hacerlo.
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Recordar que para la construcción del puente se necesitan
tres tipos de energías mentales: de la mente concreta, de los 12 pétalos egoicos
y de la joya del loto. Reunir imaginativamente y visualmente esas energías y
confinarlas “en un círculo no se pasa” trazando con la imaginación; ver como
eso se cumple. Reconocer que tal confinamiento produce tensión; mantener dicha
tensión.
Establecer imaginativamente
una definida relación e interacción entre los niveles superiores del plano astral
y el plano búdico. Ver imaginativamente como debido a esta relación e interacción,
la energía mental puede activarse por encontrarse en el camino entre ambos niveles
energéticos. No obstante mantener el confinamiento y la tensión resultante.
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Evocar la voluntad hasta donde sea posible y pronunciar
la palabra de poder que corresponde al rayo; al mismo tiempo y durante los momentos
siguientes ver con la imaginación como desde la unidad mental surge un rayo
de luz triadal formado por los tres tipos de sustancia mental acopiada para
ese trabajo; dicho rayo de luz avanza hasta llegar al átomo mental permanente.
Visualizar ese rayo de energía luminosa permaneciendo como un puente entre la
unidad mental y el átomo mental permanente y a mismo tiempo darse cuenta que
desde el plano búdico se está evocando la respuesta al trabajo efectuado en
la mente. Esa respuesta es también un rayo de luz triádica, descendente que
se unirá a la ascendente en el átomo manásico permanente. Ver como esa unión
se produce y que el puente continúa sin interrupción alguna, perdiéndose en
la lejanía de aquello que es más sutil que la mente.
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Ha de ingresar a nuestra conciencia (por el continuo esfuerzo en perfeccionar
los episodios anteriores y porque el conocimiento se trasmutó en sabiduría),
que el trabajo de confinamiento, de visualización y luego de proyección son
altamente invocadores y que a toda correcta invocación le sigue la también correcta
evocación.
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Cuando el tiempo y el esfuerzo han realizado su trabajo
y el proceso de invocar para que lo superior se evoque está instalado definitivamente
en la conciencia del constructor del puente, cuando hemos aprendido a confinar
las energías y luego a utilizarlas liberándolas para el trabajo, y cuando este
proceso lo repetimos constantemente, el puente va mejorando, se estabiliza,
se hace estable y más adecuado para usarlo.![]()
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Cuanto más invocamos (construyendo
en el mental), y cuanto más vemos y mejor conocemos como se evoca la respuesta
desde el cuarto plano, más se asienta y estabiliza dicho puente. Transcurre
tiempo, el estudiante y constructor recibe la tercera iniciación y se da cuenta
del efecto vibratorio que produce la palabra de poder sobre los puentes construidos
por sus hermanos de grupo, captando sin lugar a dudas que se está unificado
o va apareciendo el antakarana grupal. El estudiante utiliza el puente, al principio
sin darse cuenta y luego lo hace conscientemente, recibiendo oleadas de ideas
(intuiciones), que al explicarlas o desarrollarlas en el mundo de los hombres
sentimentales y razonadores, producen un trabajo benéfico.
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Trascurre mucho tiempo y ahora el iniciado usa constantemente
el puente, el cual se estabiliza y mejora. El gran poder evocador que tiene
la correcta palabra, el trabajo desinteresado con el fin de cumplir el plan
de Dios, el constante servicio, la creciente inofensividad y la desarrollada
humildad lo han convertido en un punto focal de distribución de energías, de
poder trasmutador y de luz, siendo ahora un representante divino en el trabajo
de dar; aprendió el arte de dar, darse y brindarse, sabe a quienes, cómo y en
que oportunidades debe dar.
El puente ha alcanzado
un grado avanzado de estabilidad y perfección, que es lo que ahora necesita
el iniciado para su trabajo; algunos hermanos de grupo lo han seguido de cerca,
otros no tanto, pero el puente grupal ha avanzado mucho.
HORARIO FIJADO PARA
9/2003
Trabajo nº 40


Hay
mucho tema para reflexionar en lo que decimos.
El vasto tema que estamos tratando lo es tanto que podríamos extendernos mucho
más; no obstante consideramos suficiente lo dicho, -que por otra parte- no
debe conducir la conciencia del lector o estudiante por el sendero de la indiferencia
o desesperanza; por el contrario, la verdad de que el hombre es una creación
planificada por la Deidad es una parte de la sabiduría de las edades que debe
adornar y adornará al discípulo que se encuentre a la altura de la oportunidad,
dándole más impulso para despertar a los dormidos hombres, así como también
para incrementar su humildad, inofensividad, capacidad de dar y servicio.
Que lo que hemos expuesto sea útil al estudiante consagrado que lee y estudia
este trabajo, es nuestro anhelo.
RESPIRACION,
PULSACION, RITMO

El flujo y reflujo de la vida

RESPIRACION
El trabajo mágico en el proceso de meditación
Segundo aspecto

RESPIRACIÓN
Actividad
Inteligente
Tercer
aspecto

Instrucción a un discípulo

la M y m indican
la intención del sonido creador, lo cual posiblemente no aclara suficientemente
lo que se requiere expresar.

LOS CUATRO MANDATOS DADOS AL GRUPO
EN LA REGLA 13 (18 – 206) CONSTITUYEN
UN PROCESO CREADOR

LAS ANALOGÍAS GRUPALES SUPERIORES DE LAS CUATRO LECCIONES
APRENDIDAS (REGLA 13, 18-206)

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La primera representa lo que ocurre
con el hombre de la cuarta ronda (nosotros) en que las 4 espirillas encerradas
por la “circunferencia o recta impropia” (como la llaman algunos matemáticos),
está aun muy lejana de la conciencia del hombre, el cual no se ha desarrollado
mucho intelectualmente y no ha alcanzado tampoco mucho nivel en cuanto a la
imaginación creadora. Nada sabe del infinito matemático, ni de cero.












FRASES
EXTRAÍDAS DE LA OBRA DEL MAESTRO TIBETANO
(Djwhal Khul)