EL CAMINO

 

DE RETORNO

 

 

 

 

MENSAJES DEL MAESTRO SAINT GERMAIN   

 

COMUNICACION  COSMICA

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Inicio: 24 de julio de 1994

Fin: 26 de marzo 1995


 

 

 

 

 

 

ÍNDICE


1. INTRODUCCIÓN.


2. ¿QUÉ ES EL CAMINO DEL RETORNO?
Manifestación de la semilla humana.
La evolución y la selección natural.
El sueño de la inconsciencia.
La aparición de la mente.
¿Qué es entonces el camino del retorno?

 


3. EL INCONSCIENTE COLECTIVO Y LA FORMACIÓN DE LAS ÁREAS DE PERSONALIDAD.
Efectos de la energía en los primeros organismos humanos.
Diferencias entre la conciencia divina y la conciencia humana.
Formación de las áreas de personalidad.
Primeras cadenas asociativas.
El inconsciente colectivo y la formación de anclas.
El camino de retorno nos conduce al origen de la vida.


4. EL CAMINO DE RETORNO AL ORIGEN DEL UNIVERSO.
El impacto de las primeras experiencias del ser humano.
La memoria orgánica y la memoria mental.
Las primeras anclas y el destino del hombre.
¿Cómo llegar al punto de partida?

 


5. EL INCONSCIENTE COLECTIVO.
Formación del inconsciente colectivo
La energía del inconsciente colectivo y su efecto en el ser humano.
El chakra coronario y las altas frecuencias.
El origen de nuestra personalidad.

 


6. LAS SEMILLAS DE LA EVOLUCIÓN.
El proceso de evolución de la psiquis humana.
El castillo del conocimiento humano
Buscando las semillas escondidas.
La huella de cada civilización.

 


7. EL CAMINO DE LA HISTORIA Y LAS CAUSAS DEL HOMBRE.
Dos formas de estudiar a la humanidad.
Leer en el pasado diferentes procesos evolutivos del hombre.
La planeación del futuro de los pueblos.
El hombre lucha por su identidad.

 


8. ARQUEOLOGÍA RELIGIOSA.
Las líneas de investigación: un mismo fin.
La herencia psíquica y la herencia espiritual.
Las primeras creencias
Las tradiciones
Recomendaciones a los investigadores.

 


9. LAS CLAVES DEL RETORNO.
La investigación genética.
Las experiencias de la conciencia.
Las claves físicas
La herencia genética.
La Paleontología Psíquica.


10. LA INVESTIGACIÓN ASTRAL.
Los registros de la humanidad.
La búsqueda interior.
Las revelaciones
La voz del pasado.

 


11. EL PUNTO DE PARTIDA.
Regreso al punto de partida.
La relatividad del libre albedrío.
Los misterios.

 


12. EL SERVICIO: OTRO CAMINO DE RETORNO
La mejor forma de dar servicio.
Ser concientes de lo que somos.

 

 

 

 

 

 

 

 

   

 

 

 

 

 

1. INTRODUCCIÓN.

 

 

Más allá del tiempo y del espacio, más allá de las conciencias humanas y divinas, más allá de todo lo concebible, reside la fuente de donde ha emanado toda la vida, y nosotros, ecos de una creación que fue generada eones de tiempo atrás, sólo percibimos lo que se asemeja a nosotros y somos incapaces de percibir aquello que es esencialmente diferente.

 

En el sendero del retorno hemos de encontrarnos con rastros de nuestro pasado olvidados por el tiempo que borra las huellas de antiguas experiencias. Reconocer ese hilillo de flujos energéticos, que nosotros recorrimos hasta llegar al punto final de nuestra manifestación y regresar a la fuente de donde partimos, es una labor profundamente esotérica y la culminación de todos los esfuerzos que como iniciados, han sido emprendidos por todos los grandes hombres de esta humanidad.

 

Hoy los he querido visitar, porque en el camino del retorno muchas son las enseñanzas que deben ser descubiertas, muchos los secretos que habrán de ser revelados, muchos los recuerdos que habrán de ser estudiados. Los invito a que con la disciplina propia de los iniciados,  con la mente abierta a todas las sorpresas que este camino trae consigo, se embarquen en esa aventura que iniciara en un tiempo inmemorial, cuando fuimos todos emanados de la fuente prístina del río de la vida.

 

Esta será una serie a la que denominaremos "El camino del retorno", un reencuentro con nosotros mismos, un volver la vista atrás y redescubrir lo que hemos sido, un regreso a las causas primeras que originaron un universo múltiple y salpicado de misterios. En las futuras sesiones trabajaremos en este capítulo y haremos que juntos, se vayan revelando los arcanos que encierran las huellas del pasado.

Algunos de los conceptos que mencionamos aquí, han sido estudiados anteriormente en algunas de las series recibidas; les sugiero que a medida que avancen revisen  esas primeras series, con el objeto de entender perfectamente la idea que queremos transmitir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2.    ¿QUÉ ES  EL CAMINO DEL RETORNO?

 

Hemos de hablar de un camino del retorno, pero retorno ¿a dónde?, ¿a quién?, ¿cómo?. Las preguntas pueden ser intuidas, pero las respuestas se funden en una sola: es el retorno al origen, al punto de partida, a ese centro misterioso de donde alguna vez salieron en emanaciones, todas las criaturas del universo.

 

 

 

Manifestación de la semilla humana.

Y el ser humano en búsqueda de un plano de manifestación, hubo de descender de plano en plano hasta alcanzar la densidad necesaria que pudiera ser armónicamente complementada, para alcanzar una totalidad de manifestación, y ese fue el reino físico, el mundo de las formas.

Su esencia provocó cambios en la superficie del planeta, su energía modificó el entorno y moldeó un cuerpo de manifestación; el reino animal respondió a ese estímulo, produciendo un molde de donde partieron los padres de la raza,  con las características propias de la vida inteligente.

 

 

 

La evolución y la selección natural.

El molde original fue variando hasta adaptarse mejor a las condiciones en que se desenvolvía; a esto le llamaron evolución, y  posteriormente, le llamaron principio de selección natural, a la capacidad innata de adaptarse mejor a las condiciones ambientales. El hombre quedó entonces encerrado en el molde, y la memoria de su divino origen quedó perdida en el remoto pasado, en las entrañas mismas de la esencia que manifestaba, y la perfección del molde fue tal, que desarrolló su propia conciencia, acumuló sus propios recuerdos y se formó una raza de seres durmientes.

 

 

El sueño de la inconsciencia.

Mientras, las chispas divinas, las originadoras de todo este impulso evolutivo, permanecieron en latencia esperando el momento para su total despertar. Los moldes tomaron conciencia de sí mismos, y sus razonamientos humanos acallaron las voces que provenían de sus propios cielos espirituales. El dulce sueño de la inconsciencia se apoderó entonces de la raza humana, adormeciendo todos aquellos recuerdos que mantenían vivo el deseo del retorno.

 

 

La aparición de la mente.

Y los sentidos físicos se agudizaron y el cerebro creó a las mentes, y las mentes respondieron a los impulsos del mundo físico, fabricándose una realidad que respondía únicamente al mundo tridimensional, y lo que antes había sido necesario para proteger a los escasos miembros de la reciente formada colonia humana, se convirtió posteriormente en el obstáculo más importante a vencer por todos aquellos que anhelaban la libertad espiritual.

Los instintos de supervivencia tan importantes en las primeras etapas del hombre, fortalecieron a tal punto la conciencia humana, que los impulsos divinos debieron silenciarse, y el hombre olvidó su pasado, su origen y su misión, y se embarcó en una aventura que hoy por hoy aún no ha terminado.

 

 

¿Qué es entonces el camino del retorno?

Es un profundizar en las causas que originaron el olvido, es  escudriñar  las voces que hablan desde muy adentro, es redescubrir  la esencia que ha quedado olvidada, es desandar los pasos que han inclinado al hombre hacia el reino de las formas, para dirigirlo nuevamente hacia el reino de las esencias. Este es el camino que nos proponemos explicar.

Sobra decir que la comprensión de estos conceptos, no lleva necesariamente al redescubrimiento de uno mismo, que el comentar y participar de estas enseñanzas, jamás podrán  sustituir a la investigación personal que cada uno habrá de realizar en sí mismo. Nosotros mostraremos la puerta, cada quién habrá de abrirla, cada quién habrá de caminar, cada quién habrá de trabajar en su propio retorno.

Espero que estas instrucciones sean para ustedes el motivador que necesitan para seguir el impulso que hace tiempo empezaron: el camino del retorno.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3.    EL INCONSCIENTE COLECTIVO Y LA FORMACIÓN DE LAS ÁREAS DE PERSONALIDAD.

 

 

El ser humano, a su ingreso en el planeta, sufrió una serie de transformaciones que dieron lugar a la conciencia humana. Hemos de entender que la conciencia divina mantiene diferentes atributos y que la conciencia humana surge de la interacción entre la conciencia divina y las experiencias del mundo físico. En el principio del establecimiento de la raza humana, la conciencia divina estaba totalmente adormecida y permanecía en estado de latencia, sus estímulos trabajaban exclusivamente a través del rudimentario aparato físico en el que había encarnado.

 

 

 

 

Efectos de la energía en los primeros organismos humanos.

 

Recordemos que estos cuerpos físicos provenían de la especie más adelantada que existía por ese entonces. Al contacto con la energía espiritual, las transformaciones anatómicas no se hicieron esperar; todo esto fue debido a que las energías provenientes de la semilla humana, interaccionaron con los flujos energéticos que circulaban dentro de este organismo rudimentario. Al activarse los chakras que igualmente permanecían principalmente en estado de latencia, se provocó una respuesta a nivel glandular, incluso tuvieron que aparecer modificaciones en las glándulas de esos primeros organismos físicos. Todo esto, como parte del esfuerzo que para construir un cuerpo adecuado  para la nueva manifestación que tenía que darse. Una vez activado el sistema glandular, los cambios en la anatomía de los organismos se hicieron presentes.

 

 

 

 

 

Diferencias entre la conciencia divina y la conciencia humana.

 

La conciencia divina no trabaja de una manera similar a la humana, la conciencia divina no puede equivocarse, no trabaja en base a razonamientos, no hace deducciones, no acumula experiencias en base a asociaciones como lo hace la conciencia humana. La conciencia divina es luz pura, diáfana, trabaja exclusivamente cumpliendo los principios de las leyes divinas, no mantiene una conciencia del yo separada, no tiene un libre albedrío en el sentido en que se entiende en la tierra. La conciencia divina no está separada de Dios y, por lo mismo, es correcto afirmar que la conciencia divina es Dios mismo trabajando en la materia. Una parte de esa  conciencia, fue puesta en cada uno de los organismos primarios, las experiencias físicas que cada uno de esos primeros individuos empezaron a acumular dieron lugar a las conciencias humanas desintegradas, separadas y con el germen del libre albedrío que  posteriormente caracterizaría a las conciencias humanas.

Así pues, en el origen, los seres humanos, aunque primitivos, mantenían una unidad de conciencia; su cuerpo de manifestación no les permitía tal vez mucha libertad, pero en principio se comportaban tal como lo hacen ahora muchos de los organismos del reino animal, siguiendo únicamente lo que se ha dado en llamar instinto, pero que no es otra cosa que la respuesta conductual a los estímulos divinos que han heredado de su propia raza.

 

 

 

Formación de las áreas de personalidad.

 

Las experiencias que el hombre fue acumulando carecían de un orden, no había ningún patrón bajo el cual pudieran asociarse, y por lo mismo, se tardó mucho tiempo en que la mente humana pudiera formarse. Sin embargo, aquí es donde radica la importancia de la conciencia divina tal como fue explicado anteriormente; las áreas de la personalidad se forman en base a cadenas de experiencia unidas unas a otras, en base a la similitud de emociones que experimenta el ser humano, de esta manera, cada individuo mantiene diferentes áreas de personalidad, las cuales en su totalidad constituyen su personalidad tal como lo percibe el hombre.

 

 

 

 

 

Primeras cadenas asociativas.

 

Pero ¿dónde fueron iniciadas esas cadenas?: en la experiencia. Si tomáramos a una persona de este tiempo, entenderíamos que esas áreas de personalidad tienen puntos iniciales comunes, esas experiencias que son iniciales y que sirven de ancla para que posteriormente la misma mente humana empiece a asociar experiencias a cada una de ellas, esas experiencias que llegan, están siendo fijadas en base a ciertos factores que el ser humano ha heredado de sus antepasados.

Tal vez la primera gran clasificación que el ser humano hace, es el dolor y el placer. La primer ancla es el dolor, y busca huir de todo aquello que le cause dolor, estamos hablando en las primeras etapas de la infancia; la otra ancla es el placer, todas aquellas experiencias que le transmiten placer al niño, serán asociadas a esta primera experiencia. De ahí en adelante la mente infantil irá haciendo subdivisiones, hasta ir formando las diferentes áreas de personalidad que hacen distintos a cada individuo.

 

 

 

 

El inconsciente colectivo y la formación de anclas.

 

Pero ¿de dónde fue que surgieron esas primeras anclas?, ¿cómo fue que llegaron a la mente del niño?, el misterio se encierra en el inconsciente colectivo, esa entidad energética que la raza humana ha venido construyendo desde el principio de su existencia, el inconsciente colectivo provee las anclas en las mentes de los individuos, que servirán como base para la creación de las diferentes áreas de personalidad de cada uno de los seres humanos.

Ahora bien, si buscáramos las causas de las causas, las anclas de las anclas, llegaríamos hasta aquellos primeros días en que la conciencia humana se estaba formando en los primeros hombres, y esas causas primeras residen en las conciencias divinas que fueron sembradas en los primeros hombres.

Las conciencias divinas proveyeron las primeras anclas que sirvieron de fundamento para que las mentes de los hombres empezaran a formarse y asociaran las experiencias a esos primeros preceptos enteramente divinos, y ¿cuáles eran esos preceptos?, ¿cuáles eran las causas de las causas?, no es fácil imaginar, que la mente divina siendo tan distinta a su hija, la conciencia humana, pudiera encerrar el secreto de la existencia del hombre en la tierra. La conciencia divina manifestó las leyes con que fueron creados todos los seres humanos, que como ya hemos dicho, son las mismas leyes bajo las cuales fueron creadas las estrellas y las galaxias.

Esas anclas primigenias son precisamente las leyes divinas, que quedaron encerradas en la conciencia humana detrás de todo el cúmulo de experiencias que como especie han venido acumulándose generación tras generación. Todo niño que nace en estos momentos, nace con las anclas que la raza humana le ha heredado; el inconsciente colectivo le provee los primeros puntos de partida que le permitirán madurar su conciencia humana y encuadrarla de acuerdo a esos patrones aportados por las generaciones que le han precedido.

 

 

 

 

El camino de retorno nos conduce al origen de la vida.

 

Pero detrás de todo eso, detrás de la historia de la humanidad, detrás de la evolución misma de la raza, se encuentran los misterios que dieron origen a la vida, y no únicamente a la vida del hombre, sino a la creación del universo. Por eso, es importante entender que el camino del retorno es un camino que conduce al origen del río de la vida, al origen de la aparición del hombre en la tierra.

Dejaré aquí estos conceptos para que sean meditados por ustedes, y nuevamente les sugiero que estudien cuidadosamente lo que ya antes ha sido dicho acerca de las áreas de personalidad y de cómo la conciencia humana fue formándose en el devenir de la historia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4.    EL CAMINO DE RETORNO AL ORIGEN DEL UNIVERSO.

 

 

 

El impacto de las primeras experiencias del ser humano.

 

Decíamos, que los seres humanos forman los distintos aspectos de su personalidad a través de cadenas asociativas de experiencias que  va acumulando a lo largo de la vida; necesariamente, esas cadenas de la vida tienen que empezar en alguna experiencia de la infancia. Comentamos que la primera gran partición, en cuanto a las experiencias que el niño tiene, es a través del placer y del dolor, las primeras asociaciones las hace partiendo de esa primera clasificación, y a partir de ahí , la mente del niño irá refinando las clasificaciones hasta ir formando todo un gran árbol, en donde las experiencias van siendo acomodadas con aquellas otras a las cuales son más afines. Cada una de las ramas del árbol representará un aspecto de la personalidad, en el cual el ser humano ya maduro, puede desenvolverse con un cierto grado de integridad psicológica.

Pero esas primeras anclas o experiencias, a las cuales fueron asociadas el resto de lo que el niño va experimentando, son proveídas en principio por los instintos heredados de su naturaleza, pero en segunda instancia, por otros heredados del inconsciente colectivo. Los valores morales y aquellos otros que a niveles intuitivos le permiten comprender al niño lo que está correcto o incorrecto, lo que va de acuerdo a su naturaleza o lo que va en contra de ella, todos ellos pertenecen al patrimonio que como raza humana se ha venido construyendo desde el principio de la existencia.

 

 

 

 

 

 

La memoria orgánica y la memoria mental.

 

Ahora bien, el inconsciente colectivo tuvo también su génesis, y esta génesis data de los primeros momentos en que el ser humano se manifestó como tal en la tierra, en esos primeros años en que la conciencia humana iba formándose, y donde las cadenas asociativas no podían ser construidas, principalmente debido a que las experiencias eran acumuladas únicamente en una memoria física, en una memoria orgánica y no en una memoria mental.

Para distinguir entre estas dos memorias, basta comprender que la memoria orgánica se manifiesta a través de sus mecanismos de defensa, los estímulos producen respuestas en el aparato sensorio del hombre, y estas respuestas son el resultado de la memoria orgánica del cuerpo físico, mientras que la memoria mental se va formando mediante otro tipo de mecanismos, aquellos derivados de los razonamientos, de las conclusiones, son el resultado de un trabajo mental, de un trabajo de ideas, de un trabajo de asociaciones en las que implícitamente va construyéndose una estructura moral.

 

 

 

 

 

Las primeras anclas y el destino del hombre.

 

Estas primeras vibraciones mentales, fueron plasmándose en la atmósfera psíquica del planeta. En aquellos años todo esto estaba virgen, la substancia psíquica estaba simplemente ahí, lista para ser moldeada, lista para ser trabajada; los seres humanos en esos primeros días empezaron a darle forma, y poco a poco construyeron lo que hoy conocemos como el inconsciente colectivo.

Ahora bien, dentro del trabajo oculto de los inciados de la humanidad, un aspecto importante es poder recorrer el camino del retorno, el camino de regreso al Padre. El interés al encontrar esas primeras anclas de las cuales partieron las asociaciones que el ser humano construye a lo largo de su vida, reside en que las primeras anclas fueron proveídas en los seres humanos recién encarnados. Esos primeros puntos de partida debajo de los cuales fueron colgados todos los conceptos y experiencias que el ser humano iba acumulando en sus primeras experiencias, constituyen las leyes bajo las cuales el hombre fue creado, y por supuesto, encierran el secreto de la misión del hombre en la tierra; de hecho, conforman el plan de evolución del hombre, no únicamente a nivel biológico sino incluso a nivel psíquico, y espiritual.

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Cómo llegar al punto de partida?

 

Pero el inconsciente colectivo es la substancia que rodea la mente del hombre, es como estar en medio de una gran ciudad abarrotada de señales, conduciendo a lugares muy diversos en donde nosotros tratamos de encontrar el camino de regreso, nos vemos entonces sumergidos en laberintos, laberintos de teorías, filosofías, corrientes, conceptos, que conducen a lugares interesantes sin duda, pero tal vez, no a la fuente primera a donde queremos llegar.

 

En su búsqueda, el hombre encuentra un sinfín de métodos, de libros, de autores, expresando sus experiencias personales y agregando más confusión a la ya existente. No es, entonces, abriendo los ojos y buscando lo que otros han encontrado en el mundo externo, como podrá llegarse al punto de partida, sino más bien, buscando el camino secreto encerrado en uno mismo, buscando encontrar los pilares bajo los cuáles fue construido nuestro particular mundo subjetivo.

 

Cada hombre construye su propia interpretación del mundo real; uno es el mundo de los hechos, el objetivo, el real; y otro muy diferente, el mundo percibido por el ser humano, un mundo de interpretaciones, un mundo coloreado por los filtros mentales fabricados por cada uno de los seres humanos. En ese mundo subjetivo es donde reside el secreto del hombre en la tierra. Pretender buscar afuera las claves divinas, es abrir los ojos al laberinto y perdernos en interpretaciones y visiones de otros tantos viajantes perdidos.

 

El camino del retorno entonces debe recorrerse internamente, buscando las raíces de nuestra propia personalidad, encontrando las herencias del inconsciente colectivo en nosotros, partiendo aún más allá y buscando en la noche de los tiempos, cómo es que ese inconsciente colectivo fue construido, para así, llegar finalmente a las claves que heredamos como parte de una conciencia divina, características inequívocas de cómo fue construido todo el universo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

5.    EL INCONSCIENTE COLECTIVO.

 

 

 

 

Formación del inconsciente colectivo

 

El camino del retorno es, sin duda, una de las grandes tareas que la humanidad ha emprendido, desde el principio de su manifestación en la tierra. Hemos viajado desde aquellos primeros momentos en que la conciencia humana se individualizó. Y como es que sus primeras experiencias fueron sentando las bases de las que vendrían siendo posteriormente sus cadenas asociativas, en las que se cimentaría el actual inconsciente colectivo

Con el paso de las generaciones, los pensamientos que en cada época los seres humanos emitieron y mandaron hacia ese inconsciente colectivo, fueron madurándolo, al grado de convertirse en lo que ahora es. Esta atmósfera de pensamientos humanos ha estado siendo moldeada, a lo largo de miles de años.

 

 

 

 

La energía del inconsciente colectivo y su efecto en el ser humano.

 

Cada ser humano posee en su cerebro la capacidad para tomar la materia de esta atmósfera psíquica, retrabajarla e integrarla nuevamente a este gran inconsciente colectivo; la forma como esto ocurre es, simplemente, a través del chakra frontal, éste absorbe las energías que provienen de su entorno inmediato, las inhala, las asimila, las impregna con sus propias energías y las exhala posteriormente. A su paso por el organismo energético humano, esta energía asimilada, desencadena una serie de experiencias acumuladas en la mente de la persona, dando orígen al pensamiento.

 

La forma como son seleccionados los recuerdos o experiencias de cada persona, tienen que ver con la naturaleza de la energía que está siendo inhalada por el ser, en conjunto con la vibración que en ese momento esté generando la propia persona, de la combinación de estas dos energías, se ven activadas algunas regiones del cerebro que desencadenan recuerdos y dan la impresión de nuevos pensamientos. Los conductos que disparan los recuerdos dentro de la mente del hombre tienen diferentes frecuencias de activación, así pues ciertas zonas son activadas con energías de alta frecuencia, podríamos decir, aquellas que producen los recuerdos más elevados, más armónicos o espirituales, mientras otras son activadas con frecuencias más bajas, las cuales podríamos identificar como aquellas que son dolorosas para el ser humano.

 

 

 

El chakra coronario y las altas frecuencias.

 

Así pues, estos conductos se activan o desactivan, dependiendo de la frecuencia de vibración en que se encuentre el ser humano, y por supuesto de la energía que lo esté circundando; cuando el individuo ha trabajado sobre sí mismo y ha logrado elevar su frecuencia vibratoria, entonces el chakra que se activa es el coronario y cuando esto ocurre, la activación del chakra coronario automáticamente sintoniza al ser humano con las altas frecuencias del espacio, esto le permite estar en contacto con energías de orden muy superior y de esta manera permanece insensible a las energías de frecuencia más baja que imperan en el inconsciente colectivo del planeta.

 

A mayor trabajo interior, mayor actividad del chakra coronario y por lo mismo el ser humano, estará continuamente pensando en forma positiva, porque sus axiones estarán siendo activados por las altas frecuencias y desatando recuerdos únicamente placenteros o espirituales para el ser humano.

 

Con la activación del chakra coronario se adquieren nuevas capacidades, que le permiten al hombre analizar el inconsciente colectivo desde un punto de vista panorámico y ajeno a la misma influencia de éste; es decir, el ser humano adquiere la capacidad de descubrir las causas del origen de esta gran atmósfera psíquica que envuelve al planeta. El conocimiento de la misma permite al ser humano entrever la naturaleza misma de los seres humanos, los misterios de la personalidad e igualmente su génesis, sus transformaciones y su futuro, por todo esto es recomendable que en sus meditaciones, practiquen incesantemente esa búsqueda interna por encontrar las causas de las manifestaciones de su personalidad actual.

 

 

 

El origen de  nuestra personalidad.

 

Tal como hemos mencionado anteriormente, cada uno debe buscar la causa de las causas de su personalidad actual y de esta manera descubriendo sus motivaciones  más internas, podrán llegar a la fuente misma de donde se nutrió su mente infantil, y esto los colocará en una situación privilegiada para comprender la compleja estructura psíquica que poseen los seres humanos.

 

A manera de instrucciones prácticas, podríamos recomendar lo siguiente: Elaboren una lista de cuáles son sus deseos más importantes, para su vida actual y una vez que los hayan encontrado y que verdaderamente reflejen sus búsquedas personales, sus deseos más intensos, aquello que motiva todas sus acciones, entonces empiecen a preguntarse el porqué y para qué desean conseguir eso que han anotado y una vez que respondan a esas preguntas, vuelvan a preguntarse el porqué o para qué desean eso otro y así en un interminable cuestionamiento del porqué o para qué desean lo que están escribiendo, podrán ir recorriendo el camino de regreso, hacia su mundo más interno. Este ejercicio les permitirá descubrir zonas de su personalidad, que normalmente permanecen ocultas al consciente. Trabajen en este ejercicio y en el próximo capítulo estaremos preparados para ir penetrando cada vez más en esos misterios que nos llevan al camino de retorno.

 

 

 

 

 

6.    LAS SEMILLAS DE LA EVOLUCIÓN.

 

El sendero del retorno es el sendero de las semillas, el sendero que recorre cada etapa de evolución para ir comprendiendo los distintos procesos por los que un ser espiritual va transformándose hasta lograr el cumplimiento total de su misión como criatura divina. Observar a los seres humanos moverse individualmente dentro de una misión colectiva unificada, es un espectáculo digno de ser apreciado por todas las mentes espirituales, entender que en la diversidad de funciones existe coordinadamente un propósito único, es una manifestación clara de la armonía universal manifestándose en cada una de las diferentes etapas de evolución.

 

 

 

El proceso de evolución de la psiquis humana.

Una breve revisión histórica de la evolución del hombre nos permite comprender que así como su psiquis ha ido evolucionando y transformándose, desde una psiquis con intereses meramente individuales hasta otra donde la colectividad forma parte ya de sus objetivos como ser evolucionante, es también algo que nos muestra cómo la expansión de conciencia es sin duda la nota determinante en la evolución de todos los seres creados.

Todo el saber del hombre empezó con unas cuantas semillas aisladas, experiencias que fueron acumuladas por individuos aislados, los que a su vez, las transmitieron a su descendencia y pasaron a formar parte de una herencia de conocimiento que se iba ampliando y magnificando conforme se iban sumando las experiencias individuales de cada generación, así pudiéramos decir que análogamente es como si unos cuantos focos de luz empezaran a encenderse, cada uno con diferentes colores y sus haces luminosos fueran entremezclándose formando combinaciones múltiples, conforme avanzan proyectándose hacia el infinito.

 

 

 

 

El castillo del conocimiento humano

De la misma manera, el conocimiento del hombre se ha ido expandiendo, unas cuantas ideas individuales empezaron a proyectarse a través de la descendencia de la humanidad y empezaron a formar el gran castillo del conocimiento humano, cada generación sumaba a las predecesoras las experiencias que iba acumulando; sin embargo, las fuentes prístinas de la luz permanecen latentes como las causas de las causas de todo aquello que ha ido acumulándose con el paso del tiempo, y cuando hablamos del conocimiento no únicamente nos referimos a conceptos intelectuales, también nos referimos a las creencias que fueron sembradas en la psiquis de los hombres por esa curiosa interacción que se dio entre los instintos normales de supervivencia y las tendencias que la semilla espiritual dejara manifestar en esos primeros cuerpos físicos en los que estaba encarnando.

Y la humanidad siguió sumando ladrillos al ya de por sí vasto castillo del conocimiento y henos aquí miles de años después tratando de encontrar en medio de este maravilloso e inmenso castillo de conocimientos aquellos lugares en donde fueron escondidas las semillas de donde partió todo. Cámaras secretas localizadas en algún punto escondido en los sótanos de este castillo, son las que darán las claves, las pautas, los principios, que nos permitirán no únicamente esclarecer el camino del retorno, sino igualmente las proyecciones futuras que la humanidad seguirá trazando en el transcurso de su historia.

 

 

 

 

 

Buscando las semillas escondidas.

No son palabras lo que buscamos, no son conceptos científicos, ni tampoco psicológicos, son conceptos encerrados antes de que los razonamientos se hicieran presentes en las mentes de los hombres, antes de que un lenguaje formal apareciera, son experiencias basadas en imágenes, basadas en contrastes de luces, basadas en emociones, generadas en esas primeras etapas, en que las tendencias animales se entremezclaban con las inclinaciones humanas de la semilla que empezaba a germinar.

¿Qué es, entonces, lo que estamos buscando?, ¿cómo esclarecer un camino que permita llegar a la fuente misma de donde partimos como raza?, los ojos que observan la historia no son los mismos ojos de los que la escribieron. En este recorrido hacia atrás observaremos pero no participaremos, comprenderemos, pero no experimentaremos, reviviremos la historia, descubriéndola en las raíces mismas de nuestra propia raza, pero no como parte de un proceso evolutivo, no como parte de un volver a vivir cosas ya trascendidas, sino como espectadores ávidos de entender las causas que dieron lugar a la evolución del hombre. Entenderemos los porqués de la aparición de tantas y tantas tendencias, que como seres humanos hemos manifestado, y en algún momento en el futuro no muy lejano, localizaremos esos lugares secretos, que formaron las piedras angulares, donde ha quedado soportado el gran edificio de la civilización.

 

 

 

 

 

La huella de cada civilización.

Por ahora deseo que dibujen en sus mentes la siguiente analogía: los primeros hombres formaron los cimientos de este castillo y cada generación proporcionó los elementos y los detalles de las etapas subsiguientes del castillo; conforme el castillo ha sido construido, la configuración, los materiales y los conceptos han ido cambiando, a su paso cada sociedad ha implantado en el castillo su propio sello y su propia arquitectura; en la cúspide se construye el edificio de lo que esta civilización actual está manifestando, materiales sintéticos, una civilización fundamentalmente encaminada hacia el bienestar material, una sociedad que desea despertar a una espiritual, pero que no logra inscribir dicho conocimiento dentro del marco formal de las ciencias, siente el llamado pero no ha encontrado la manifestación adecuada para imprimirse como parte de la educación formal del hombre. La sociedad del plástico y del petróleo, la sociedad de la moneda y el átomo, esos son los ingredientes con que está siendo construida la última etapa del edificio.

Pero vayan hacia atrás y encontrarán otros pisos, otras paredes, otras construcciones formadas con aspiraciones diferentes de los seres humanos, iluminadas con emociones místicas algunas veces, y otras con emociones meramente bélicas, encontrarán pisos llenos de corrupción y otros en donde la belleza del arte se respira en cada rincón, sigan descendiendo por las escalinatas de este gran castillo y encontrarán pasadizos que los llevan hacia lugares oscuros y confusos, mientras que otros los llevarán por los senderos del arte y de la música, cada sociedad ha dejado impresa su personalidad en los diferentes pisos de este castillo.

Sigan recorriendo las escaleras hacia abajo y, al igual que un gran museo, irán observando en las paredes, en los cuadros, en el mobiliario, los frutos de cada una de las generaciones que les han precedido y, en el fondo, en los sótanos del castillo, allá donde la luz se esconde egoístamente, en donde será preciso encender la luz del espíritu podremos encontrar las claves de lo que andamos buscando.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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7.    EL CAMINO DE LA HISTORIA Y LAS CAUSAS DEL HOMBRE.

Hablamos del camino del retorno, de este proceso que nos lleva gradualmente a entender la semilla que la humanidad sembró en el pasado, y que hoy ya  germinada conforma su realidad material y espiritual. Hemos mencionado que con el paso de los siglos el ser humano ha venido transformando sus costumbres, su moral, su forma de socializar, sus necesidades, su lenguaje, sus pensamientos, su sentimientos, su forma de vivir e, incluso, anatómicamente se han desarrollado cambios, debemos entender que el ser humano es el resultado de las mismas fuerzas que él ha puesto en funcionamiento en épocas pasadas.

 

 

 

 

 

Dos formas de estudiar a la humanidad.

Deberemos entender que todas las fuerzas que se conjugan para dar como resultado a una sociedad actúan de una manera sinergista, es decir, los efectos combinados producen resultados difícilmente predecibles desde un análisis sencillo; cuando la suma de uno más uno es superior a dos, o cuando el todo es mayor que la suma de sus partes, decimos que existe un efecto de sinergía. Este fenómeno se da continuamente en la naturaleza, donde los efectos combinados de varios factores, producen resultados que no pueden ser analizados considerando cada uno de los factores por separado.

Así pues, si al hombre se le estudia únicamente por la influencia que ha tenido en él su religión, no podríamos explicar lo que la sociedad ha creado. Si al hombre buscáramos entenderlo únicamente por los avances tecnológicos, tampoco podríamos explicar el rumbo que la humanidad ha tomado, si al hombre lo estudiásemos únicamente por los cambios que su medio ambiente ha sufrido, tampoco podríamos explicarnos su comportamiento, y sin embargo, cuando combinamos todos los factores, la situación se vuelve más compleja y es en este estudio, donde residen las claves que permiten encontrar los porqués del desarrollo y comportamiento del hombre.

Buscar entonces predecir el futuro de una humanidad, que es el resultado de no cuatro ni cinco factores, sino de una multitud de factores, resulta una tarea por demás titánica, y con resultados bastante cuestionables; sin embargo, cuando la mirada vuela hacia el pasado, cuando buscamos las causas, es posible entender las raíces de la historia, porque una vez que el camino se ha andado es fácilmente desandado a través de las manifestaciones que la misma historia nos va mostrando.

 

 

 

 

 

Leer en el pasado diferentes procesos evolutivos del hombre.

En la psiquis del hombre residen las motivaciones importantes que han dado lugar a los diferentes rumbos que las sociedades han tomado a lo largo de la historia. Debemos entonces estudiar el desarrollo de la psiquis humana y entender que, siendo la psiquis el resultado de las necesidades materiales y espirituales del hombre, podemos trazar, esbozar como en un lienzo la forma como el ser humano ha tomado sus decisiones.

Así pues podemos encontrar que en los periodos de crisis de la historia, los valores morales han presentado decadencia, los valores espirituales se han alejado y las necesidades materiales han sido con mucho las que han determinado el curso de esta historia; sin embargo, podemos ver también, que en aquellos pueblos en donde la paz reinó, en donde las necesidades fundamentales de los cuerpos habían sido satisfechas, el espíritu humano supo volar y remontarse a las alturas del espíritu, es posible observar un renacimiento, grandes movimientos en las artes y en las ciencias.

La carencia de comunicaciones y lo aislado de los pueblos nos permiten estudiar a civilizaciones separadas unas de otras y estudiar los procesos de  su  evolución y decadencia, esto nos permitirá ensayar a pequeña escala, a explicar los distintos procesos de la evolución del hombre; para cuando posteriormente queramos escalar estas mismas conclusiones y trasladarlas a un marco universal, podamos tener la certeza de que el mismo proceso que se da a nivel de pequeña sociedad, se da igualmente a nivel macrosocial.

 

 

 

 

 

La planeación del futuro de los pueblos.

¿Cuáles son los factores o elementos que permiten la creación de los grandes imperios, de las grandes sociedades?: el sentido de identidad, la unidad de propósitos, la definición del rumbo; factores, que están presentes únicamente cuando la sociedad se preocupa por recordar a sus antepasados, mantener sus tradiciones y sintetizar las necesidades de un futuro definido, la necesidad de la existencia de víveres, que surgen no como el resultado de una selección natural, sino como parte de una proyección planeada espiritualmente por los guías de la raza. Porque el futuro de un pueblo y de una humanidad, no puede ser dejado en las manos de la naturaleza, debe ser planeado, cuidadosamente considerado, y la voluntad divina siempre ejercida por los mentores de la raza, se constituye en el faro que determinan el rumbo de la historia.

 

 

 

 

 

El hombre lucha por su identidad.

En este camino del retorno, busquen en los pueblos cuál es su sentido de identidad, cuáles fueron los propósitos que unificaron las voluntades de los individuos, cuáles eran las metas por las que lucharon, y podrán ir entendiendo la naturaleza de la psiquis del hombre. Recuerden, hubo un tiempo en que el hombre luchó por propósitos divinos, sus guerras fueron guerras santas, religiosas, buscando valores intangibles; pero hubo otro tiempo, en donde la búsqueda principal fue la satisfacción de necesidades materiales, riquezas, poder, posesiones, hubo quienes pelearon por defender su tierra, porque era para ellos algo más que su modo de subsistencia, era su propia identidad, era el pueblo que reconocía en esa tierra la depositaria de las cenizas de sus antepasados, "ahí donde crezcan las raíces, crecerá tu pueblo y su simiente poblará el mundo", esas eran las palabras de algunos antiguos sabios de América.

Sumérjanse en los porqués de la lucha entre razas, entiendan las angustias de un pueblo cuando siente que va perdiendo sus valores históricos, sus creencias religiosas, penetren en lo más profundo de las mentes de aquellos colonizadores que luchaban por engrandecer una corona, un reino, una nación, un vestido; el choque de conciencias de los primeros evangelizadores cuyo corazón estaba inflamado de la palabra divina y llegaban a educar a unos pobres indios sumergidos en creencias paganas. Observen con el ojo del espíritu aquellos pueblos que nunca pudieron ser doblegados, el orgulloso espíritu inglés, el salvajismo de las razas árabes, los odios inmemoriales entre los judíos y los pueblos árabes, la tranquila civilización oriental que en un tiempo se debatió entre sangre con otros pueblos de sus mismas razas; recorran el camino hacia atrás y entiendan las necesidades cambiantes de un espíritu que busca manifestar su esencia divina en medio de conciencias humanas, que han venido cambiando en el transcurso de los siglos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

8.    ARQUEOLOGÍA RELIGIOSA.

En nuestro Sendero del Retorno hemos analizado, las diferentes etapas por las que ha pasado la psiquis del hombre, hemos descrito los albores de la civilización y cómo el edificio de los preceptos morales fue construido desde sus cimientos hasta nuestros días, hemos dado claves que igualmente nos permiten asomarnos a la historia y no únicamente captar los hechos sino las motivaciones que se encuentran ocultas detrás de los acontecimientos, hemos aplicado la mente no únicamente para razonar sino para intuir aquellos acontecimientos en la conciencia del hombre que fueron claves para determinar las rutas que la historia seguiría y así a través de este estudio tan diverso, tanto en las materias que comprende como en los métodos que aplica, hemos podido descorrer un poco el telón que oculta la verdadera evolución humana.

 

 

 

 

 

Las líneas de investigación: un mismo fin.

Sin embargo, el sendero del retorno es un sendero real, ni es simbólico, ni es utópico, es un sendero que debe de ser recorrido por todos aquellos que anhelan llegar nuevamente a establecer el contacto con su origen divino, cierto que no es el único método por el cual puede lograrse este resultado, pero nuestro propósito es el de establecer líneas de investigación, y no hablamos para un hombre o un grupo, sino para toda la humanidad.

Cada serie, cada tema, cada conjunto de mensajes son llaves que abren diferentes puertas, conduciendo todas ellas al mismo objetivo, pero dedicadas a diferentes tipos de hombres, con diferentes inquietudes y capacidades, con diferentes objetivos y motivaciones.

 

 

 

 

 

La herencia  psíquica y la herencia espiritual.

El viaje de la conciencia más allá de las creencias básicas que son acumuladas en una experiencia personal es un viaje a través del inconsciente colectivo, patrimonio innegable de la humanidad presente y que le ha sido heredado por las generaciones que han precedido a ésta. La herencia biológica del hombre actual es igualmente el fruto del aprendizaje que a través de miles de miles de años la misma naturaleza se ha encargado de acumular en ciertas células especiales. Esto constituye la memoria del cuerpo físico, la ciencia ha empezado ya el recorrido  hacia los orígenes de la vida y su esfuerzo es sin duda valioso para todos aquellos iniciados interesados en recorrer el Camino del Retorno.

 

 

 

 

 

Las primeras creencias

Pero así como la psiquis por una parte y la genética por la otra nos describen dos procesos por los que el hombre ha pasado; así tendremos que apelar a otra ciencia, algo que podríamos llamar Arqueología Religiosa, buscar descubrir las primeras creencias de tinte religioso surgidas tal vez del temor a lo desconocido o bien de esa certeza intuicional que el hombre ha poseído desde siempre de ser fruto de un creador.

Aún cuando ya hemos explorado incluso los orígenes de la religión, es pertinente mencionar que cuando el hombre pudo fabricar un órgano físico capaz de dar forma a las ideas espirituales, cuando el cerebro humano estuvo capacitado para dar cuerpo a esas ideas originadas en sus vehículos superiores, surgió como resultado el lenguaje, y parte de sus primeras preocupaciones fue la de agradar a los dioses.

El concepto de fuerza sobrenatural, divina, o seres superiores surgió en la mente de los humanos de una manera natural, sus contactos espirituales con seres luminosos y los ocasionales contactos físicos con los sembradores cósmicos dieron por resultado la generación de tradiciones en donde se adoraban a seres superiores, a los hijos de las estrellas, a los dioses, y el hombre los reconocía como sus padres, y el hombre se sentía orgulloso porque el mensaje original hacia ellos fue que debían en algún momento de su historia regresar nuevamente hacia su lugar de origen.

Por eso el hombre supo que provenía del cielo, que su simiente había sido sembrada en la Tierra, que su evolución estaba vigilada por los hermanos mayores y, hasta cierto punto, conocían su misión. Tal vez su cuerpo físico fuera imperfecto para crear cosas impresionantes, pero sus cuerpos superiores permanecían en contacto con sus hermanos del espacio, y por eso han llegado hasta nuestros días las leyendas de pueblos con orígenes divinos, solares o estelares: en Japón, los egipcios, los incas y muchos otros reconocen su origen extraterrestre. Tradiciones que recuerdan lejanas enseñanzas de antepasados divinos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las tradiciones

Y dentro de nuestra Arqueología Religiosa, es importante el estudio de las tradiciones actuales, en donde tal vez, detrás de los conceptos adornados por las múltiples repeticiones a lo largo de tantas generaciones se encuentren las verdades fundamentales que nos hablan de las primeras creencias básicas del hombre.

Este estudio llevado seriamente permitirá a los investigadores enlazar pasados tan distantes, entre pueblos tan separados geográficamente que podrá encontrarse un mismo origen y lejos de pretender explicarla como efecto de las múltiples inmigraciones que los pueblos nómadas realizaron en el principio de su historia, habría que entenderlo como un proceso normal en el cual una humanidad que nace permanece en contacto con aquellos que son sus mentores.

No todo en la historia de los pueblos puede ser explicado por mezclas de sus razas, hay que buscar igualmente las leyes y principios que parecen gobernar a todas estas tradiciones, haciendo a un lado las tergiversaciones naturales derivadas de la evolución de los lenguajes y atendiendo únicamente a los conceptos esenciales de cada una de las tradiciones, es posible encontrar puntos en común, enlazarlos y buscar explicarlos como procesos que obedecen a leyes cósmicas superiores y no únicamente como fruto de viajes y conquistas realizados por los antepasados de esos pueblos. Los chispazos que la intuición arroja sobre la mente de los investigadores, serán cada vez más frecuentes y tanto más profundicen en el estudio serio de estos temas.

 

 

 

 

 

 

Recomendaciones a los investigadores.

El despertar de los recuerdos de la raza será el resultado de una investigación inspirada y dirigida por todos estos temas que hemos venido revelando, busquen con ahínco de iniciados, vayan más allá de las interpretaciones simplistas de los historiadores ortodoxos.

Existen libros que tocan la historia desde puntos de vista más atrevidos, más espirituales, más libres de prejuicios, identifiquen a esos autores porque serán ellos quienes muestren los primeros pasos de esta investigación.

Recuerden que lo que perseguimos es superfluo para la mayoría de los seres humanos, pero es extremadamente importante para la evolución y la comprensión de nuestro pasado espiritual.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

9.    LAS CLAVES DEL RETORNO.

 

La investigación genética.

Hemos venido comentando muchas cosas acerca del Camino del Retorno, hemos venido dando claves, prácticas y conceptos que les permitan desandar el camino del retorno a la fuente de origen, no es una regresión evolutiva la que nosotros pretendemos hacer con estas prácticas, estamos en el proceso del reflujo hacia la conciencia del Padre.

De ese lugar una vez fluimos y llegamos en nuestro continuo descenso hasta las tierras vírgenes del reino material de este planeta,  ahora corresponde la etapa de contracción, al reflujo, al sitio de regreso.

 

 

 

 

 

 

Las experiencias de la conciencia.

Es el momento de enfocar nuestra atención en el río de la vida del cual surgimos. Por eso en este camino del retorno la conciencia mantendrá como patrimonio exclusivo de ella todas las experiencias asimiladas a lo largo de su historia espiritual. No es un retroceder del tiempo, es un regresar a la casa del Padre después de una jornada larga de trabajo e instrucción.

Y de eso quiero hablarles nuevamente.  Dentro de las claves del Retorno, que se han mencionado a lo largo de la serie existen otras que tendremos igualmente que abordar, pero que antes prefiero dividir en tres formas: las claves físicas, las claves álmicas y las claves intuicionales.

 

 

 

 

 

Las claves físicas

Las claves físicas son aquellas que nos permiten desde el plano físico buscar las pistas que nos lleven siglos atrás, al punto en donde la conciencia del hombre era germinal, cuando esa conciencia en su etapa embrionaria empezó a acumular experiencias y experiencias, hasta ir conformando lo que actualmente se conoce como el subconsciente del hombre.

¿Y cuáles son estas claves físicas? Anteriormente mencionamos que el estudio sistemático de la historia y la sociología de los pueblos podrían darnos pistas acerca de éstos, comentamos igualmente que la esencia de las leyendas y de los cuentos populares muchas veces encerraban episodios que eran altamente reveladores de la conciencia de épocas lejanas.

 

 

 

 

 

La herencia genética.

Las claves físicas van más allá: es posible en el organismo humano descifrar las claves de la herencia y encontrar todavía perdido entre los millones de células de cada organismo algún gen que contenga la información de aquellos primeros hombres que poblaron la tierra; esos genes no han desaparecido, se encuentran en estado de latencia, pero localizados en alguna de las millones de células que el hombre tiene.

Son recesivos y por eso no se manifiestan, sin embargo están accesibles para cuando la ciencia pueda ser capaz de leer los códigos genéticos del ser humano y comprender la información que llevan codificada.

Cada hombre lleva guardada la historia de la humanidad en su herencia genética, la razón misteriosa y profundamente espiritual de este hecho tiene que ver con las primeras etapas del nacimiento, durante los nueve meses de gestación esos genes se mantienen activos, pero después, una vez que el futuro niño ha sido completamente formado en su etapa física, los genes automáticamente se vuelven recesivos, sienten que su participación ha terminado y dejan el paso a la nueva herencia genética del individuo, aquella que determinará tanto su personalidad como su anatomía.

 

 

 

 

 

La Paleontología Psíquica.

Las claves físicas tienen que ver con todo aquello que atañe al mundo tridimensional, a la materia y a su interacción con el ser humano.

La tierra misma nos habla de su pasado, el estudio de los pueblos antiguos puede ser integralmente revelado si fuésemos capaces de leer los mensajes que la misma naturaleza ha mantenido resguardados.

Las montañas con las pequeñas oquedades, cuevas y depresiones geológicas guardan información de la misma manera como lo hace la grabadora, y  una persona con suficiente entrenamiento físico puede hacer contacto con esta información utilizando los dedos índices de ambas manos, uno colocado en la roca del lugar que se desee estudiar y el otro colocado en el entrecejo, el resto de los dedos cerrarán la mano y se mantendrá el contacto poniendo la atención en ambos dedos simultáneamente, dejando que la mente recree imágenes y empezando a través de múltiples prácticas a dominar el supremo arte de la Paleontología Psíquica. Los pensamientos serán absorbidos por la mente del estudiante quien deberá, al término de la sesión, darse un baño preferentemente en agua corriente con el objeto de que dichas energías no desequilibren sus campos energéticos.

 

Lugares perfectos para este tipo de práctica lo constituyen las ciudades antiguas, las ruinas, y aquellos lugares que estando rodeados por montañas cuentan con cuevas, o cavidades en las rocas hasta donde es posible llegar y establecer este tipo de contacto, las personas que carecen de percepción psíquica verán incrementada su sensibilidad con este tipo de práctica, mientras que aquellas que ya poseen ciertas facultades psíquicas encontraran este tipo de prácticas sorprendentes, pues las imágenes serán fabricadas en su cerebro de una manera fiel y exacta como ocurrieron.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

10. LA INVESTIGACIÓN ASTRAL.

En la búsqueda de nuestras raíces hay aspectos tan misteriosos como interesantes, huellas del pasado que llegan a nuestros días convertidas en señales cósmicas. La humanidad desde que hizo su aparición en la tierra fue grabando indeleblemente su presencia en el cosmos.

 

 

 

 

 

Los registros de la humanidad.

Y cada una de las diferentes etapas por las que la humanidad fue pasando hasta construir su historia han quedado grabadas de una manera permanente, y estos acontecimientos pueden ser leídos por las mentes intuitivas que han ganado el acceso a estos registros que son considerados secretos por todos nosotros.

El tener a la disposición de la humanidad estos libros secretos representaría un riesgo que de momento no deseamos tomar, existen en el pasado de la humanidad ciertas páginas cuyo conocimiento en los tiempos actuales podría representar crisis similares que las ya vividas con el agravante de que la tecnología moderna pudiera hacerlas más devastadoras; algunos descubrimientos, que han quedado borrados con el paso de los siglos, podrían igualmente ahora servir de trampolín para alcanzar nuevos niveles de tecnología, por éstas y otras razones dichos registros se mantienen ocultos.

Sin embargo, para aquellas mentes entrenadas, para aquellos seres que se han entregado al estudio de la humanidad como una entidad espiritual en evolución no existen secretos y todo esto puede ser revelado, mis palabras en esta lección están dedicadas precisamente a esos investigadores serios del pasado de la humanidad.

 

 

 

 

 

La búsqueda interior.

Varias veces a lo largo de esta serie he repetido que la búsqueda de signos externos, la búsqueda de las huellas de civilizaciones anteriores no son sino el pretexto para que el hombre camine interiormente su propia historia de la humanidad.

Cualquier registro, monumento, leyenda o cuento que muestre pistas de un pasado, no serán más que un instrumento para que el propio iniciado aprenda a reconocer estas mismas huellas dentro de él mismo, no pretendemos cultivar enciclopedistas, buscamos despertar la memoria de la humanidad pero dentro de cada uno de ustedes.

Así pues la consulta de cada uno de estos archivos se gana una vez que el iniciado ha manifestado su deseo y mostrado su habilidad para poder ir recorriendo dentro de él mismo cada una de las etapas por las que la humanidad ha venido pasando.

 

 

 

 

 

Las revelaciones

Cuando el investigador ha encontrado una pista, su deseo y su misma naturaleza evolutiva le permiten accesar estos archivos; entonces, a través de un mecanismo que pudiera ser llamado revelación o intuición, las piezas claves de su propio rompecabezas son clarificadas, y el sendero se allana y, momentáneamente, el iniciado se encuentra experimentando una iluminación; este fenómeno lo impulsa a seguir la búsqueda, a ir más allá en su trabajo, nuevamente revisa las huellas del pasado, nuevamente voltea sus ojos hacia las ruinas o los escritos sagrados o la propia naturaleza y entonces en su metodología personal, la cual incluye indudablemente la ciencia de las analogías, busca afuera lo que lleva adentro, descifra las claves en el mundo externo para después descubrirlas en su propio ser interior.

Y cuando nuevamente una de las piezas ha faltado, cuando nuevamente la trama de las historia se encuentra incompleta retorna a su búsqueda interna y a través de ese mecanismo de entre revelación e intuición logra seguir adelante descubriendo la pieza faltante.

Una vez resuelto el enigma internamente, la historia del exterior queda igualmente resuelta y el método continúa, buscando afuera lo que se tiene adentro para posteriormente identificar las huellas en su propio ser interior de lo que ya encontró en el mundo exterior. El pasado se lee en los frutos de las civilizaciones que nos han precedido, pero cuando se cierran los ojos a lo externo, empiezan a ser escuchadas las voces de nuestro pasado y es posible descubrir internamente los ecos de los indígenas de todas las razas que han poblado este planeta antes que la actual.

 

 

 

 

 

La voz del pasado.

Es posible escuchar a los indios cantar sus danzas en nuestro interior, es posible escuchar los gritos de los vikingos en el momento de lanzarse a la batalla, es posible descubrir los mantrams sagrados recitados por los egipcios cuando oraban a su dios RA, e igualmente es posible encontrar, en algún rincón de nuestra conciencia, los anhelos y aspiraciones de aquellos indígenas que alguna vez partieran en una larga peregrinación buscando un islote en donde estuviera posada un águila devorando a la serpiente.

El pasado habla dentro de nosotros pero es preciso escucharlo, es una jornada mística sin duda, pero modulada por la investigación ocultista que se hace del pasado registrado y de las huellas dejadas en la misma naturaleza. ¿Cómo iniciar esa meditación interior que permita revelar los secretos de nuestro ser interno análogos a los pasajes históricos que estudiamos externamente?

Recuerden, cada generación anterior ha dejado en la memoria genética del cuerpo sus huellas. Busquen objetos de esa época, tóquenlos con sus manos, tóquenlos con su mente, sumérjanse en la meditación y sueñen, sueñen con las épocas en que esos hombres vivieron y vuelvan a vivir sin que medie el razonamiento, sin que dirijan su propia meditación, dejen que su mente recree momentos que fueron verdaderamente vividos por esos antiguos pobladores.

Tal vez al principio requieran de mucha perseverancia pero una vez que las claves empiezan a descubrirse el resto del camino será fácilmente recorrido.

Hasta aquí dejaré mis palabras por hoy, deseo sinceramente que estos escritos motiven a los investigadores serios a iniciar una búsqueda que les permita regresar más rápidamente a la fuente de donde todos partimos.

 

 

 

 

 

 

 

 

11.  EL PUNTO DE PARTIDA.

Quiero cerrar con esta comunicación la serie del Camino del Retorno, después de esto sólo quedarán algunos conceptos que resumiremos brevemente a manera de despedida en alguna sesión futura.

 

 

 

 

 

Regreso al punto de partida.

Por hoy quisiera que consideraran la siguiente analogía: Si un ser humano partiera en línea recta hacia un largo viaje sobre la superficie de la tierra, llegaría un momento en donde sin nunca retroceder sus pasos lo dirigirían hacia el punto de donde partió. Es decir, un viajero caminando siempre hacia adelante sin jamás retroceder, llegaría al punto de donde una vez partiera.

En el universo es lo mismo, un viajero saliendo de algún punto del universo y viajando siempre en línea recta, llegará un momento en que regrese al punto de partida.

El hombre habiendo salido un día del seno de Dios y sin dejar de evolucionar un solo instante, llegará indudablemente de regreso a Dios.

Y la analogía se hace más clara cuando entendemos que todo el universo se mueve en términos de ciclos, en períodos de expansión y contracción, en períodos de flujo y reflujo.

No es el camino del retorno un desandar los pasos, un retroceder en la evolución que ha llevado el hombre hasta donde se encuentra actualmente, el camino que hemos esbozado es el camino que pasa a través del conocimiento de uno mismo, es el camino que despierta conciencias, es el camino que permite al hombre avanzar y al mismo tiempo descifrar su pasado.

 

 

 

 

La relatividad del libre albedrío.

En las mentes de algunos evolucionistas, el hombre se mueve en un solo eje y no entiende que avanzar es tan relativo como retroceder.

Estos conceptos si bien pueden chocar con las mentes extremadamente geométricas de algunos ocultistas deben ser fácilmente aclarados cuando pensamos en términos de relatividad. Si el plan divino siempre se cumple y sin embargo, el libre albedrío humano permanece como piedra angular de este mismo plan divino, lo que la conciencia humana ha venido haciendo es recorrer sobre las líneas ya dispuestas del plan divino un libre camino dentro del gran espacio de probabilidad predispuesto por la voluntad de Dios.

A la conciencia humana le corresponde elegir el camino que ya previamente fue trazado como posibilidad por el plan divino, y sin embargo el origen y la meta son la misma. Dios ha emanado todas las cosas existentes de tal manera que pudiesen regresar a El después de haber recorrido sus dominios.

Y deberemos aclarar aún más estas palabras, porque cuando hablamos de dominios divinos y hacemos una distinción entre Dios y sus dominios no debemos implicar que sean objetos distintos, los dominios son parte de Dios, sólo que tendremos que definir que una parte de Dios es el origen y otra parte de Dios sus dominios, pues el hombre ha nacido en Dios, camina y evoluciona en Dios, y se dirige hacia Dios.

Y porque el hombre vive en Dios es creador y al andar su camino condensa las líneas que anteriormente fueron sólo posibilidades dentro del plan divino, enriqueciendo de esta forma la creación visible y dejando para un futuro indeterminado a otras generaciones el trabajo de seguir haciendo realidad el resto de posibilidades que el plan divino ha dispuesto desde el origen de los tiempos.

La humanidad como un todo ha venido trazando su propio camino dejando pistas y huellas en la conciencia y en la carne de todos los seres que actualmente viven, y el mismo impulso, que iniciara el movimiento de aquellos primeros seres humanos, hoy mueve, motiva e impulsa a los actuales.

La dirección de la historia ha sido trazada por el pasado inmediato, pero el libre albedrío humano retoma el impulso, atiende los estímulos internos y redefine la dirección, en esto radica el milagro del libre albedrío.

La maravillosa soberanía del hombre sobre su propia conciencia, soberanía que tal vez hasta hoy haya sido ejercida de una manera ingenua y hasta infantil, pero llegado el momento de la madurez espiritual, será parte de las maravillas de la raza humana y permitirá al hombre acelerar el paso vislumbrando el futuro de una manera más clara y sin indecisiones.

 

 

 

 

 

 

Los misterios.

Mediten en el misterio que encierra un plan divino respetuoso del libre albedrío, mediten en el misterio del hombre que, sin jamás regresar, llega al punto de donde partió; mediten en la paradoja del tiempo, que viajando sólo en una dirección, parte y conduce hacia el mismo punto.

Y una vez que se hayan sumergido en tan insondables misterios, expandan su conciencia para incluir dentro de ustedes mismos al principio y fin de todo lo que existe, sean ustedes mismos el camino, y entonces entenderán que habiendo partido de Dios, jamás se alejaron de El, que caminando hacia Dios, siempre estuvieron a la misma distancia.

Entiendan que residiendo en la conciencia divina, el camino de la conciencia humana no ha sido sino el viaje alegórico que, esa pequeña parte de ustedes llamada conciencia terrenal, ha dado a través de sus propios dominios.

Si hacen esto y logran abarcar de una sola mirada el panorama de la evolución de la humanidad desde sus inicios hasta sus finales, habrán en un instante recorrido el camino del retorno.

 

 

 

 

 

 

 

 

12. EL SERVICIO: OTRO CAMINO DE RETORNO

 

La importancia de los servidores

 

Es mucho lo que tenemos que decir acerca del camino del retorno. Todos los trabajadores de la luz están en el punto en el que han decidido regresar al Padre por el camino del servicio, el camino de la entrega, el camino de la docilidad a los planes divinos. Hoy, hay que tomar conciencia de que son nuestros instrumentos, han sido elegidos especialmente por la fuerza y por la luz de su ser espiritual. Esta elección además de ser un privilegio es una fuerte responsabilidad porque la tarea que tiene cada quién asignada, solamente él la puede realizar, lo que cada uno de ustedes deje de hacer quedará inconcluso; por lo tanto, tomen la fuerza que tienen, tomen la energía que emana de nosotros para que puedan cumplir hasta los menores detalles de la voluntad del Padre, en esta actualidad que están viviendo.

Bien es cierto que necesitamos colaboradores que tiendan a la perfección, a la perfección en su desarrollo espiritual, a la perfección en su desarrollo intelectual, a la perfección en su desarrollo emocional, a la perfección en su salud, a la perfección en todas sus actividades; sin embargo, a veces se distraen con las cosas que suceden, como que se les olvida que sí pueden hacerlo, que sí tienen la luz, que sí tienen la fuerza.

Los que trabajan en grupos, pueden ayudarse unos con otros. Siéntanse solidarios, siéntanse uno, y actúen en consecuencia. Lo que cada uno piensa, lo que cada uno ejecuta, repercute en los cuerpos superiores del grupo entero, es importante entonces ir limpiando, ir purificando los propios pensamientos y las propias acciones.

 

 

 

 

 

 

 

La mejor forma de dar servicio.

 

Deseo volver a insistir en algo verdaderamente fundamental para su desarrollo interno: Se trata de no juzgar. Cada vez que emiten un juicio de alguno de sus hermanos se cargan una piedra sobre sus hombros, que a la larga puede hundirlos, a todos les gusta ser juzgados con benevolencia, a todos les gusta que se minimicen sus errores, que se olviden de sus flaquezas; aprendan, pues, a hacerlo así  con los demás, y esa energía de suavidad que van a emanar hacia sus hermanos, es la misma que les va a  regresar a ustedes.

Mucho les preocupa la situación internacional, las relaciones entre los pueblos, las injusticias, las actuaciones que van contra los propios derechos del hombre, les duele la miseria, el hambre, la guerra; pues bien, todo eso son situaciones transitorias, desde estas altas esferas, estas contingencias son vistas y toleradas en base a los aprendizajes, en base al camino que está siguiendo la humanidad en su retorno al Padre. ¿Cuánto pueden hacer todos los seres despiertos de la humanidad por estas situaciones tan pesadas y conflictivas? Unan sus oraciones, envíen esa pureza de intención, esa pureza de acción para que esa energía que fluye en ustedes llegue a las mentes de los que dirigiendo a los pueblos puedan ir solucionando e ir mitigando todas las situaciones tristes.

 

 

 

 

Ser concientes de lo que somos.

Mientras recorren los caminos en sus vidas, cumpliendo con sus obligaciones,  yendo a sus ocupaciones, que cada paso sea como incrustar una semilla en la tierra, una semilla de paz, de luz, de suavidad y de amor. Estando ustedes bien conscientes de lo que significa su misión, de lo que significa su vida, cada latido de su corazón sería un golpe de energía hacia toda la creación. Crezcan pues en esta conciencia, penetren cada vez más en lo que significa vivir, en lo que significa alentar, en lo que significa respirar al ritmo mismo de la respiración de las estrellas; tomen conciencia de su maravilloso ser espiritual, enorme y majestuoso, pleno, lleno de amor, lleno de inteligencia y sabiduría, pero envuelto en muchas nubes, en muchas capas de materialidad. Ese ser tiene la fuerza y la energía suficiente para traspasar todas esas barreras que lo rodean y mostrar a toda la creación su propia plenitud, y el único que puede salir y transmutar toda su materia es cada uno dentro de sí mismo. Es un trabajo de adentro hacia afuera, nadie puede hacer ese trabajo por ustedes, incluso nosotros respetamos sus procesos y sus decisiones, así que está en sus manos crecer internamente, rebasar los límites de su materialidad, transmutarla y vivir como lo que realmente son: espíritus superiores, dotados de toda la fuerza y la luz que provienen del Logos Solar.

 

Tomen conciencia de que cada día que pasa es una oportunidad para acelerar ese proceso, ya no vuelvan su mirada hacia atrás, y si alguno de sus días quizás no ha sido tan fecundo en el trabajo de su espiritualización, ya pasó y no hace falta tener remordimientos, no hace falta poner energía en cosas que ya no son, sigan con su mirada hacia adelante, den pasos firmes, sigan ese convencimiento que los tiene aquí. Su decisión de ser las manos de Dios trabajando en la Tierra está dando sus frutos, sigan en ello, continuen con entusiasmo, vean todas las cosas que les suceden, como esas lecciones, como esos apoyos, para caminar más rápido, para regresar con más luz, para que su servicio resulte más y más fecundo.

 

Son sembradores de luz y los frutos que van a recibir son de luz, porque aquello que se siembra es lo que se cosecha, sería imposible sembrar estiércol y recoger perlas. Nosotros confiamos en ustedes, estamos a su lado, estamos pendientes y como les hemos dicho varias veces basta que mencionen nuestro nombre tres veces, para que inmediatamente acudamos a su necesidad. Revitalicen, pues, su fe, fortifiquen su esperanza, dejen que su ser quede invadido por la caridad, por el amor, y salgan a los caminos de la Tierra expandiendo toda esta fuerza y toda esta luz.

Les envío una bendición muy especial, para que a través de la reflexión de estas palabras vuelvan a tomar aliento, y sigan realizando su propia obra de transmutación y el servicio hacia todos sus hermanos.

 

 

 

 

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